Bruselas eleva el tono: un Brexit sin acuerdo es “bastante posible”
“Brexit significa Brexit”. Lo dijo Theresa May en el verano de 2016. Pero, más de dos años después, nadie sabe qué quiere realmente decir Brexit. Estos dos meses son clave.
“Brexit significa Brexit”. Lo dijo Theresa May en el verano de 2016. Pero, más de dos años después, nadie sabe qué quiere realmente decir Brexit. Qué supondrá. Los próximos dos meses son clave para lograr un acuerdo que evite el duro impacto que supondría que Reino Unido abandone la Unión Europea a las bravas. Pero el éxito no está asegurado. “Desafortunadamente, un escenario sin un acuerdo es aún bastante posible”, ha advertido hoy el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Es una llamada de atención, a uno y otro lado del Canal de la Mancha. “Si todos actuamos de manera responsable, podemos evitar una catástrofe”, ha recalcado el exprimer ministro polaco en la carta que ha enviado a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea para invitarlos a la cumbre informal que se celebra este miércoles y jueves en Salzburgo (Austria). En este encuentro, no se esperan grandes decisiones, pero sí que se marque una fecha: Noviembre. Ese mes se celebrará una cumbre especial del Brexit en la que ratificar un acuerdo que, se espera, se haya cerrado para entonces.
May: "Chequers" o salir sin acuerdo
Desde que Theresa May tomó las riendas de las negociaciones del Brexit, éstas avanzan, pero sin garantía de éxito. May se agarra a la propuesta que puso sobre la mesa a la Unión Europea, su controvertido plan de Chequers, como base para un acuerdo. Según ha dicho May -que debe hacer frente también a la crítica interna liderada por figuras como Boris Johnson- en una entrevista a la BBC, la única alternativa a Chequers sería no llegar a ningún acuerdo.
Without a positive solution to the border in #Ireland there will be no support from the @EPPGroup for a leave treaty. A hard border is not acceptable. Read my interview with the @IrishTimes here: https://t.co/zQPJc0yyQa #Brexit
— Manfred Weber (@ManfredWeber) September 18, 2018
Una oferta que el negociador comunitario para el Brexit, Michel Barnier, ha rechazado categóricamente. El mayor de los problemas, por extraño que parezca, no es ahora la “factura” del Brexit, sino una frontera: la de Irlanda del Norte con Irlanda. En este punto, la UE se muestra inflexible. “Una frontera dura (a la vieja usanza) no es aceptable”, ha advertido hoy el líder del Partido Popular Europeo (PPE) y candidato a presidir la próxima Comisión Europea, Manfred Weber.
La frontera de Irlanda, el gran problema
“Sin una solución positiva para la frontera de Irlanda, el PPE no apoyará un acuerdo de salida” de Reino Unido de la UE, ha añadido Weber en una entrevista con The Irish Times. Toda una declaración de intenciones, teniendo en cuenta que el PPE engloba a la mayor parte de los primeros ministros europeos -entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel, pero también al irlandés Leo Varadkar- y al mayor grupo de la Eurocámara, que tendrá que dar su visto bueno al acuerdo final.
May, por su parte, trata de hacer malabarismos para encontrar una solución intermedia entre el deseo de los británicos de independizarse de las instituciones comunitarias, la exigencia de los Veintiocho de que la solución propuesta "respete el mercado único", en palabras de Barnier, la espinosa cuestión de la frontera y la circulación de algunos bienes. Su ambigua "área de libre comercio para bienes" y sus ofrecimientos para mostrar voluntad, pero no obligatoriedad, a la hora de que Reino Unido siga las normas del mercado único no convencen.
La cuestión del Brexit será hoy revisada en Bruselas a 27, en el Consejo de Asuntos Generales, y ya mañana llegará a la mesa de los jefes de Estado y de Gobierno en la cena previa que celebran antes de su cumbre informal en Salzburgo.
“Brexit significa Brexit”. Lo dijo Theresa May en el verano de 2016. Pero, más de dos años después, nadie sabe qué quiere realmente decir Brexit. Qué supondrá. Los próximos dos meses son clave para lograr un acuerdo que evite el duro impacto que supondría que Reino Unido abandone la Unión Europea a las bravas. Pero el éxito no está asegurado. “Desafortunadamente, un escenario sin un acuerdo es aún bastante posible”, ha advertido hoy el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.