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Un concurso de caricaturas de Mahoma pone a Holanda entre la espada y la pared
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EL GOBIERNO RESPALDA la libertad de expresión

Un concurso de caricaturas de Mahoma pone a Holanda entre la espada y la pared

¿Libertad de expresión o provocación? El ultraderechista Geert Wilders está inmerso en la organización de un concurso que promete dar mucha guerra al Gobierno holandés

Foto: Geert Wilders durante un juicio en Schipol, Países Bajos, el 24 de octubre de 2017. (Reuters)
Geert Wilders durante un juicio en Schipol, Países Bajos, el 24 de octubre de 2017. (Reuters)

¿Libertad de expresión o ganas de provocar a los seguidores de Mahoma? El ultraderechista holandés Geert Wilders está inmerso en la organización de un concurso de caricaturas del profeta de los musulmanes que promete dar mucha guerra al Gobierno holandés. Y por si esto no fuera suficiente, el evento tendrá lugar en las dependencias del mismísimo Parlamento holandés, en La Haya. Eso sí, solamente en las oficinas que corresponden al Partido de la Libertad (PVV), grupo que cuenta con 19 diputados del total de 150 que tiene la Cámara de Representantes. El concurso está programado para el próximo 10 de noviembre, y uno de los miembros del tribunal será el exmusulmán Bosch Fawstin, un dibujante estadounidense y creador del superhéroe anti-yihad “Pigman” que presenció un ataque contra un evento de caricaturas de Mahoma en EEUU.

Teniendo que elegir entre proteger las relaciones bilaterales de su país o defender la libertad de expresión de su enemigo político, el Gobierno holandés ha optado por respaldar el derecho de Wilders a organizar este concurso. “El objetivo es provocar, no tener un debate sobre el Islam. Wilders es un político provocador, pero yo defiendo la libertad de expresión”, dijo en rueda de prensa el primer ministro, el liberal Mark Rutte. No considera que sea un gesto “muy respetuoso” con la sociedad musulmana, pero al mismo tiempo advierte de que no tiene ninguna intención de prohibirlo y aprueba el concurso en términos generales. Además, desvincula totalmente al Ejecutivo del evento y todo lo que le rodea. Es una iniciativa personal de un líder político, añade.

Sin embargo, la principal preocupación del Gobierno están siendo por ahora las posibles consecuencias para los holandeses en el exterior. En Pakistán, la iniciativa ha obligado al Embajador holandés a justificarse ante el Ministerio de Exteriores paquistaní en Islamabad ante las quejas de ese país. La noticia condujo a manifestaciones de musulmanes indignados en las calles de Pakistán durante la semana pasada. Varios miles de personas protestaron para exigir la prohibición de este concurso. El país sudasiático jugó un papel importante en 2008 en los disturbios internacionales consecuentes de la emisión de la película antiislamista de Wilders, 'Fitna'. Ese largometraje provocó un aumento de las tensiones diplomáticas entre Holanda y Pakistán pero también elevó la amenaza terrorista en los Países Bajos al máximo posible.

placeholder Seguidores de un grupo islamista pakistaní durante una protesta en Karachi contra el concurso de caricaturas de Mahoma, el 12 de agosto de 2018. (Reuters)
Seguidores de un grupo islamista pakistaní durante una protesta en Karachi contra el concurso de caricaturas de Mahoma, el 12 de agosto de 2018. (Reuters)

No saben cuánto dolor nos causan con este tipo de actos. Tales acciones propagan el odio y la intolerancia”, dijo el primer ministro pakistani, Imran Khan. Sus palabras siguen a la tensión con la que tiene que lidiar en las calles de su país, donde los manifestantes prometen seguir marchando desde Lahore hasta la capital exigiendo que Pakistán rompa lazos con los Países Bajos. Algunos partidos políticos paquistaníes están usando otras medidas de presión, como llamando a un boicot de productos holandeses como los de Uniliver, empresa basada en Rotterdam. Holanda exporta unos 1.100 millones de euros en bienes a ese país.

En Indonesia tampoco están muy contentos con este concurso. El país con la población musulmana más grande del mundo habla en sus informativos del asunto y provoca reacciones en las redes sociales, aunque no tan masivas como en Pakistán.

El Gobierno pakistaní está también respondiendo a las protestas callejeras en su propio país a través de la diplomacia. El embajador en La Haya recibió órdenes de protestar contra este "plan terrible y vergonzoso" ante las autoridades holandesas y a mostrarles su “profunda preocupación”. Islamabad también pidió ayuda a otros países islámicos, a quien está movilizando para preparar acciones conjuntas a través de Naciones Unidas para prohibir el evento y advertir de las consecuencias que podría tener “semejante provocación”. El ministro holandés de Asuntos Exteriores enfatizó que en este país se da espacio a la libertad de expresión. Su atención se centra ahora en la seguridad de los holandeses que residen o trabajan en los países de mayoría musulmana, lo que plantea la posibilidad de aumentar la seguridad en los edificios diplomáticos holandeses y las empresas nacionales por temor a posibles ataques de personas ofendidas por este evento.

Hace diez años, Holanda se vio en una situación parecida por la película 'Fitna', que provocó que el Gobierno se preparara para hacer frente a las tensiones en y con el extranjero. Al final no fue para tanto y las consecuencias las sufrió el propio Wilders, vetado de viajar a ciertos países y declarado persona non grata por organismos y varios estados seguidores del Islam. Holanda salió sana y salva de aquellos días de tensión. El coordinador de lucha antiterrorista (NCTV) ha dado luz verte al concurso porque no ha considerado que vaya a haber ningún riesgo para la seguridad de los ciudadanos en la calle, pero tampoco para el PVV, ya que sus oficinas son de las más seguras del Parlamento. En cuanto a la figura del organizador, Wilders es el único político del país que circula en la calle con guardaespaldas, desde que mantiene un discurso público antiislamista y antiinmigración.

Foto: Vista general de un discurso del ministro de Economía turco, Nihat Zeybekci, en Leverkusen, Alemania. (Reuters)

La idea del concurso surgió hace tres años, después de que dos hombres abrieran fuego contra un agente estadounidense en una competición de dibujos animados de Mahoma que se celebraba en la ciudad de Garland, en el Estado de Texas. Wilders fue el invitado de honor en ese evento y presenció las consecuencias fatales que tuvo el acto: dos hombres armados se bajaron de un vehículo y abrieron fuego contra la inauguración de la competición de viñetas y comics. Dos personas fueron abatidas por la Policía y un agente tuvo que ser trasladado al hospital con herida de bala. Los atacantes no tenían conexión con ninguna organización y habían actuado por iniciativa propia contra el concurso.

En respuesta a aquel suceso, Wilders propuso la organización de este evento en los Países Bajos. “La única manera de mostrar a los yihadistas que nunca nos doblegaremos ante el terror y la violencia es hacer exactamente lo que quieren evitar que hagamos”, dijo. La presidencia del Parlamento no consideró que un concurso de este tipo se ajuste a los criterios y funcionamiento de la Cámara de Representantes. Como exposición, solo se permiten cuestiones políticamente neutrales, no ofensivas, que tienen alguna relación con el trabajo o los métodos laborales del Parlamento. Lo demás, queda excluido.

Como protesta, Wilders volvió a solicitar la organización pero esta vez en su propia oficina, que solo es accesible para los diputados del PVV y los invitados seleccionados y autorizados. El ultraderechista anunció la celebración del concurso a principios de verano, sorprendiendo al Gobierno con la noticia, y ahora dice que ya ha recibido cientos de ejemplares de caricaturas que participarán en la competición. Pero no solo ha recibido el interés de sus seguidores, también le han llegado decenas de amenazas de muerte, dijo. La más reciente fue este mismo martes: un hombre de 26 años fue arrestado en La Haya por decir en un vídeo en Facebook que quiere atacar al líder del PVV por celebrar este evento. Está siendo investigado para saber hasta dónde estaba dispuesto a llegar. El Gobierno holandés ha tomado nota y, más que nunca, se encuentra entre la espada y la pared.

¿Libertad de expresión o ganas de provocar a los seguidores de Mahoma? El ultraderechista holandés Geert Wilders está inmerso en la organización de un concurso de caricaturas del profeta de los musulmanes que promete dar mucha guerra al Gobierno holandés. Y por si esto no fuera suficiente, el evento tendrá lugar en las dependencias del mismísimo Parlamento holandés, en La Haya. Eso sí, solamente en las oficinas que corresponden al Partido de la Libertad (PVV), grupo que cuenta con 19 diputados del total de 150 que tiene la Cámara de Representantes. El concurso está programado para el próximo 10 de noviembre, y uno de los miembros del tribunal será el exmusulmán Bosch Fawstin, un dibujante estadounidense y creador del superhéroe anti-yihad “Pigman” que presenció un ataque contra un evento de caricaturas de Mahoma en EEUU.

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