Huelga de hambre en la frontera de México y EEUU: "No es un campamento de verano"

"Esto no es un campamento de verano": así empeza el comunicado de la organización sin ánimo de lucro RAICES Texas para explicar la huelga de hambre que han convocado los padres inmigrantes detenidos en la frontera entre Estados Unidos y México. Los progenitores, después de haber sido reunificados con sus hijos —de los que las autoridades estadounidenses los separaron al entrar en el país—, han sido detenidos en el centro de detención del condado de Karnes, que esta organización, que ofrece servicios legales a inmigrantes, presenta como un "campo de internamiento que alberga a padres vulnerables y a niños enjaulados".

Desde RAICES (Centro para Refugiados e Inmigrantes para Servicios Educativos y Legales) acusan a las autoridades del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de haberlos "engañado" para firmar acuerdos de deportación maquillados como documentos de reunificación. Durante los últimos días, el ICE ha llevado a cabo numerosas reunificaciones en la frontera después de que muchos niños menores fueran separados de sus familias al tratar de entrar en el país. Los acuerdos de reunificación implicaron el ingreso de cientos de personas en tres instalaciones —una en Pensilvania y dos en Texas, dirigidas por las empresas de prisiones privadas GEO Group y CoreCivic— a espera de ser deportadas de nuevo a sus paíse s origenl.

"Sabemos que los que han sido detenidos contra su voluntad cuando intentaban presentar una queja por un temor creíble no están siendo tratados con cuidado ni dignidad", señala RAICES en su comunicado. "El personal de Karnes tiene un gran historial de abuso de poder", añade. Lo cierto es que en medio de esta crisis han salido a la luz un sorprendente número de casos de abuso sexual en distintos centros de internamiento de menores en la frontera, con víctimas que cuentan solo seis años de edad.

Todo esto ha precipitado la declaración de esta huelga de hambre, que no es la primera que tiene lugar en estos centros. La última vez que hubo otra, señalan, las autoridades de la frontera se reunieron con las madres para hacerles saber que "si seguían rechazando la comida serían clasificadas como 'riesgo para la seguridad' o personas 'no aptas' para cuidar de sus hijos", por los que las separarían de sus pequeños.

Aun así, en esta nueva huelga de hambre, el Gobierno de Donald Trump ha querido quitar hierro al asunto y desde el ICE sostienen que ha sido "un pequeño grupo de padres e hijos (menos de 50) que hicieron una breve sentada para expresar su preocupación sobre los casos de inmigración", tal y como explicó el organismo en un comunicado. La portavoz de RAICES, Jennifer Falcon, ha explicado en rueda de prensa que si bien sí ha habido alguna sentada, los niños se han negado a participar en las actividades infantiles del centro y muchos padres han comenzado una huelga de hambre.

"Los padres están en huelga de hambre y se niegan a obedecer cualquier orden, tanto del ICE como de GEO Group, la compañía que dirige este centro en concreto. "Fui separado dos veces de mi hijo. El oficial que me entrevistó me hizo un engaño: me dijo que había que firmar un papel para poder ir avanzando en el proceso (...) [de reunificación] y de ahí vino otro oficial y me dijo: 'Tú lo que firmaste fue la separación de tu hijo'", explica a RAICES uno de los padres afectados. Otro padre, según el testimonio recogido por Falcon, asegura que firmó los documentos en presencia de personal del ICE para reunirse con su hijo, pero que realmente no era ese el objetivo del texto. "No entiendo inglés y el documento al completo estaba en inglés. Al parecer, el texto decía que yo estaba de acuerdo con la deportación".