Aceitunas negras: el peligroso precedente de EEUU contra España (y la UE)

Sería un milagro, más que una sorpresa, si este martes no se confirma el duro golpe que EEUU prevé asestar a los productores españoles de aceitunas negras de mesa. De nada han servido las protestas del país, las amenazas de Bruselas de llevar a EEUU ante la Organización Mundial del Comercio, ni los refinados argumentos comunitarios. Todo apunta a que la Comisión de Comercio Internacional norteamericano confirmará y argumentará los aranceles del 34,75% a estas aceitunas, que alcanzaron una gran popularidad al otro lado del Atlántico, pero que ahora se enfrentan a un panorama difícil.

La Comisión de Comercio Internacional detallará este martes sus razones para dar este paso, que la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, calcula que afectará a unas 8.000 personas en Sevilla, tierra en la que se centra su producción y en donde se han sentido ya las primeras consecuencias de unos aranceles que ya se aplican. Díaz, que este lunes se ha desplazado hasta Madrid para reunirse con Pedro Sánchez, ha asegurado que el presidente del Gobierno se ha comprometido a poner en marcha ayudas para los afectados.

Desde Bruselas, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ha reiterado el apoyo de la UE, donde este lunes se ha reunido con la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström. Y, en concreto, ha abogado por llevar el caso ante la Organización Mundial del Comercio. "Nos parece un ataque de forma indirecta a la política agraria común (PAC), la forma de defendernos es ir a la OMC y así se lo hemos solicitado", ha dicho la ministra, en declaraciones recogidas por Europa Press.

Recurrir a la OMC, sin hacer mucho ruido

A diferencia de lo que sucedió con los aranceles anunciados por la Administración de Donald Trump al acero y aluminio europeos, no se prevé que Bruselas anuncie una batería de medidas de represalia una vez este martes se confirmen los gravámenes a la aceituna. Sin embargo, la Comisión Europea sí baraja la idea de llevar a EEUU ante la OMC, dentro del pulso comercial que mantiene la UE con su tradicional aliado, así como "posibles medidas legales", en palabras del comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, que no dio más detalles.

La cuestión preocupa, y mucho, en España, pero también en el resto de la Unión Europea, donde se teme que abra la puerta a que EEUU cuestione las ayudas europeas que se reparten en la PAC, ya que considera que los subsidos europeos permiten a las aceitunas competir de manera desleal con sus productores locales. "No es un producto español, sino europeo", ha defendido el ministro de Agricultura, Luis Planas, en reiteradas ocasiones. El ministro pone el dedo en la llaga: hoy se trata de las aceitunas españolas, pero mañana puede ser cualquier otro producto agrícola europeo.

A Europa, por el momento, no le conviene entrar en el cuerpo a cuerpo con EEUU por temor a que Washigton trate de tumbar la PAC. Así que se espera que reciba este revés tratando de capear, como pueda, el temporal. La medida llegará horas antes de que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, cruce el Atlántico para reunirse con Trump. Un intento de apaciguar los ánimos en la guerra comercial emprendida por ambos socios, que podría agravarse si la Casa Blanca da luz verde a los aranceles del 25% a los vehículos europeos, como desea Trump.

Cuestionar la PAC desde dentro

La PAC ya atraviesa un momento difícil. La Comisión Europea ha planteado recortar la cantidad de fondos que se destinarán a la PAC entre 2021 y 2027. Hoy, esta política supone un pilar fundamental del presupuesto europeo, del que absorve más de un 70% de los fondos junto a las políticas de cohesión.

España ya ha mostrado su disposición a coordinarse con otros países, como Francia y Alemania, para evitarlo. Y Sánchez, en concreto, se ha comprometido ante Díaz a que en la próxima negociación de la PAC Andalucía "no salga perdiendo, como ha sucedido en otras ocasiones".