Un bebé consigue salvar su vida gracias a un 'crowdfunding' que nunca se cobró

El sistema sanitario británico lo dio todo por perdido con Oliver Cameron. Este bebé nació con una patología rara en el corazón conocida como fibroma cardíaco, un tumor no canceroso que afectaba a su órgano vital y que le obligaba a ser sometido a una operación en la que se extirpase el cáncer o a un trasplante de corazón.

Al acudir al servicio nacional de salud de Reino Unido (NHS), según cuentan en 'The Daily Wire', los padres de Oliver se encontraron con que la sanidad de su país no estaba equipada para extirpar la masa cancerosa del corazón de su hijo. La única alternativa que les plantearon fue que el pequeño se apuntase a la lista de espera para recibir un trasplante que le garantizaría, como mucho, vivir hasta los 15 años.

Sin embargo, la pareja averiguó que en Estados Unidos, concretamente en el Hospital Infantil de Boston, había un especialista que realizaba esta cirugía, y que además resultaba existosa en el 100% de los casos.

Los costes del traslado de Oliver a Boston y la operación superaban los 233.000 euros

La pareja y el cardiólogo local de Oliver en Reino Unido intentaron que el servicio sanitario británico cubriese los costes del traslado del niño a Boston y su operación, que ascendían a algo más de 233.000 euros, pero les negaron esa opción. Esto les llevó a barajar la posibilidad de que un médico británico aprendiese la técnica que utilizaba el cirujano estadounidense, pero volvieron a toparse con una puerta cerrada. Además, el especialista no podía volar hasta Reino Unido para atender al bebé, ya que no tenía licencia para trabajar en el país.

"Ningún padre debería ver a su hijo morir", defendía Lydia, la madre del pequeño Oliver, a la prensa. "Escuchar del NHS 'lo sentimos, no podemos ayudaros' es devastador", aseguraba.

El 'crowdfunding' removió conciencias

Gracias a su asesor del servicio nacional de salud de Reino Unido, la pareja se enteró de que el cirujano estadounidense estaría de acuerdo con operar a su hijo si le llevaban hasta Boston. Fue entonces cuando estos padres se pusieron en marcha. No tenían el dinero suficiente para costear la asistencia sanitaria que su hijo requería, pero tenían una solución: hacer un 'crowdfunding' a través del que recaudar los fondos necesarios.

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La historia trascendió y rápidamente los padres consiguieron acumular gran parte del dinero que necesitaban para Oliver, pero entonces el NHS rectificó: el sistema sanitario nacional pagaría los costes y, además, según publica la plataforma Live Action, también envió a dos cardiólogos y un cirujano especialista en patologías del corazón para que aprendieran la técnica que aplicaban los médicos de Boston.

La operación de Oliver duró ocho horas y, según los médicos, fue mejor de lo esperado. De hecho, los cirujanos eliminaron por completo el tumor que afectaba al corazón del niño, algo que no esperaban hacer, ya que, según explicaron a la madre, acabarían con la mayor parte pero tendrían que verse obligados a dejar restos.