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Borrell y Marlaska dan en Rabat una imagen embellecida de la relación con Marruecos
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Primer contacto del Gobierno de Sánchez con Rabat

Borrell y Marlaska dan en Rabat una imagen embellecida de la relación con Marruecos

El titular de Exteriores prevé que llegarán más pateras en verano y el de Interior reconoce que no puede retirar las concertinas de Ceuta y Melilla sin consensuarlo con Rabat

Foto: El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, a su llegada a Rabat, donde fue recibido por el embajador de España en Marruecos, Ricardo Diez. (EFE)
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, a su llegada a Rabat, donde fue recibido por el embajador de España en Marruecos, Ricardo Diez. (EFE)

Los ministros españoles que viajan al extranjero tienden siempre a hacer una descripción embellecida de los lazos que unen a España con el país visitado. Los titulares de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y de Interior, Fernando Grande-Marlaska, hicieron el jueves, al término de su desplazamiento a Rabat, una descripción ditirámbica de la relación que España mantiene con Marruecos. Esta fue la primera toma de contacto entre el Gobierno de Pedro Sánchez con las autoridades de Rabat.

Hubo un tiempo en que los ministros españoles que viajaban a Marruecos, sobre todo los de Exteriores, eran siempre recibidos por el rey Mohamed VI. El monarca ayer no les concedió audiencia. Tampoco se ha fijado una fecha para la visita del presidente Pedro Sánchez, solicitada tras su toma de posesión, ni para la de los Reyes de España, prevista desde hace un año y aplazada sine die en enero, por “problemas de agendas”, por el palacio real marroquí.

Borrell explicó a la prensa en Rabat que para efectuar las visitas pendientes era necesario “cruzar agendas”, es decir que el soberano alauí regrese a su país del que se marchó a París nada más acabar el Ramadán y se ignora cuándo volverá. Ha pasado en el extranjero, sobre todo en Francia, la mayor parte del año. Solo el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, ha logrado estos últimos tiempos “cruzar agendas” con Mohamed VI, con el que compartió este mes una cena de Ramadán en Rabat.

placeholder Borrell y Grande Marlaska en un breve encuentro en el aeropuerto de Rabat, en Marruecos, donde viajaron por separado. (EFE)
Borrell y Grande Marlaska en un breve encuentro en el aeropuerto de Rabat, en Marruecos, donde viajaron por separado. (EFE)

Hubo un tiempo, sobre todo a partir del otoño de 2003, en el que el número de inmigrantes irregulares desembarcados en las costas andaluzas procedentes de Marruecos caía año tras año. Si se mantiene la tendencia este año se va, en cambio, a batir un máximo histórico de llegadas en esas mismas costas. El fin de semana de mediados de mes ya se alcanzó un record con cerca de 1.500 “sin papeles” que pusieron pie en Andalucía en tan solo 72 horas. Algunos vídeos rodados por bañistas muestran como las pateras zarparon a plena luz del día desde playas concurridas del litoral marroquí.

Cuando José María Aznar era presidente, y la relación era muy tensa con Marruecos, nunca llegaron tantos en tan poco tiempo. Ahora, sin embargo, la relación es buena, según explicó Borrell. El ministro sostuvo que “la colaboración con el Gobierno marroquí en este terreno [inmigración] es excelente”. Reconoció, no obstante, que se había producido “un aumento considerable de las llegadas” y vaticinó incluso que se acentuará la tendencia. “Ahora llega el buen tiempo y (…) es de prever que aumenten”, recalcó. Desde principios de este año España recibe desde Marruecos a más inmigrantes irregulares que Italia desde Libia, un Estado semi fallido.

Foto: Llegada al puerto de Málaga de inmigrantes rescatados por Salvamento Marítimo cuando navegaban en una embarcación en el mar de Alborán, que salió del norte de Marruecos. (EFE)

Grande-Marlaska reconoció, por su parte, que el margen de maniobra de su ministerio en materia de inmigración era limitado incluso dentro de sus fronteras. Había anunciado días atrás su intención de retirar las concertinas de las verjas de Ceuta y Melilla, pero la prensa marroquí, anticipándose probablemente a su ministro del Interior, Abdelouafi Laftit, dejó claro que no podía tomar unilateralmente esa decisión que afectaba de lleno a Marruecos. Parte de esas cuchillas lacerantes han sido además colocadas del lado marroquí. Las fronteras, dijo ayer el ministro español, “tienen dos lados por lo que no cabe sino cooperar bilateralmente”.

Si el palacio real marroquí tenía alguna duda sobre la influencia que el apoyo de Podemos a Sánchez podía tener sobre la política exterior de España estás debieron de quedar disipadas con otras dos declaraciones de Borrell. Sobre el eterno conflicto del Sáhara Occidental resaltó “la centralidad del papel” de la ONU transmitiendo así una falsa impresión de neutralidad española. Los abogados del Estado han trabajado codo con codo, con la Comisión Europea y Francia, para que el Tribunal de Justicia de la UE desoyera a los letrados del Frente Polisario. Las dos recientes sentencias del tribunal han sido, sin embargo, perjudiciales para los intereses de Rabat.

Los dos ministros españoles aterrizaron en Rabat justo 24 horas después de que un Tribunal de Casablanca condenara a 20 años de cárcel a cada uno de los cuatro principales líderes de la revuelta del Rif mientras que a otros 49 acusados les cayeron penas más leves o multas. Cerca de medio millar de rifeños están encarcelados desde hace un año. Hasta el primo del rey, el príncipe Moulay Hicham, tachó ayer en Twitter el veredicto de “severo y doloroso” y advirtió de que puede “agravar la injusticia” que padece el Rif.

"Es un tema interno que compete al poder marroquí”, contestó Borrell cuando le preguntaron rehusando hacer más comentarios. A finales de abril Stef Blok, el ministro de Exteriores de los Países Bajos, osó insinuar en Rabat que el derecho a la libertad de expresión de los líderes rifeños había sido vulnerado. “Marruecos”, le contestó tajante Nasser Bourita, su homólogo marroquí, “no tiene que recibir ninguna lección ni mantener ninguna discusión sobre este tema”. La mayor comunidad de inmigrantes rifeños reside en los Países Bajos y es en este país desde donde se han llevado a cabo más gestos de solidaridad con los rebeldes rifeños.

Los ministros españoles que viajan al extranjero tienden siempre a hacer una descripción embellecida de los lazos que unen a España con el país visitado. Los titulares de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y de Interior, Fernando Grande-Marlaska, hicieron el jueves, al término de su desplazamiento a Rabat, una descripción ditirámbica de la relación que España mantiene con Marruecos. Esta fue la primera toma de contacto entre el Gobierno de Pedro Sánchez con las autoridades de Rabat.

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