Se acabó el tiempo: la UE se prepara para responder a Trump
El tiempo se agota. Y, esta vez, no se esperan nuevas prórrogas. La Unión Europea cuenta con que a partir de esta media noche, Donald Trump
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El tiempo se agota. Y, esta vez, no se esperan nuevas prórrogas. La Unión Europea cuenta con que a partir de esta media noche, Donald Trump cumpla con su amenaza e imponga aranceles al acero y aluminio europeo. "Espero que impongan algún tipo de tope a las exportaciones de la UE", la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.
La pregunta ya no es si habrá o no aranceles, sino si estos serán "suaves", de manera que solo se aplicará un gravamen a partir de que las entradas del producto en cuestión superen una cantidad definida, o "duros", de manera que se impongan límites a estas exportaciones. Malmström se reunió este miércoles en París con su homólogo estadounidense, Wilbur Ross, aunque antes del encuentro no se hacía ninguna ilusión. "Está claro que la decision final defende del presidente" Trump, ha asegurado. Y éste ha mostrado su preferencia por apretar, para conseguir que sus interlocutores cedan. "America First".
Incluso si los contactos de última hora entre Bruselas y Washignton logran que los aranceles sean moderados, el desplante de EEUU hacia sus socios es claro. La UE había ofrecido al presidente estadounidense sentarse a negociar, a condición de que retirase la "espada de Damocles" de sus cabezas. Dicho de otro modo: los europeos exigen una exención total de las tarifas para sentarse a negociar.
A cambio, han ofrecido a Trump sentarse a debatir propuestas tan sensibles como los aranceles que pesan sobre los automóviles estadounidenses importados en la UE. En vano. "Siendo realistas, no podemos esperar" que Trump levante la amenaza de aranceles, ha asegurado un portavoz de la Comisión Europea, la institución que negocia en nombre de los países de la Unión. Mañana, se espera que se materialice el fin de setenta años de estrecha cooperación a uno y otro lado del Atlántico.
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¿Qué hará la UE?
"Nuestra actuación dependerá de la naturaleza y la severidad de las medidas impuestas a nuestras exportaciones por EEUU, y del daño a nuestra industria", aseguró este martes Malmström ante el pleno de la Eurocámara. Al inicio de las tensiones con Washigton, la UE ya anunció una batería de medidas que tomaría como represalia si la Casa Blanca imponía aranceles al alumino y el acero europeos.
El anuncio no tuvo el efecto disuasorio que muchos esperaban. Al contrario: Trump demostró lo poco que le había gustado el movimiento subiendo la apuesta: amenazó con elevar las tarifas de los automóviles europeos al 25%. Criptonita para Alemania, donde el sector automovilístico es uno de los puntales económicos. No en vano, Berlín es la capital europea que más conciliadora quiere mostrarse con Washigton, para evitar una guerra comercial que haría especial daño a una economía tan dependiente de las exportaciones como la alemana.
La idea de Trump no parece un farol. Tanto la UE, como Japón y China han reaccionado con malestar a las informaciones publicadas sobre la investigación que el Departamento de Comercio de EEUU habría abierto para estudiar la opción de imponer estos aranceles en los vehículos. El vicepresidente de la CE para Crecimiento, Jyrki Katainen, ya ha advertido de que un paso así, por mucho que EEUU lo justifique en el argumento de proteger su "seguridad nacional", iría en contra de las normas de la Organización Mundial del Comercio. El debate está servido y parece que no ha hecho más que empezar.
El tiempo se agota. Y, esta vez, no se esperan nuevas prórrogas. La Unión Europea cuenta con que a partir de esta media noche, Donald Trump cumpla con su amenaza e imponga aranceles al acero y aluminio europeo. "Espero que impongan algún tipo de tope a las exportaciones de la UE", la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.