Es noticia
Un nuevo primer ministro para una Italia en terreno incógnito: ¿y ahora qué?
  1. Mundo
tras el nombramiento de giuseppe conte

Un nuevo primer ministro para una Italia en terreno incógnito: ¿y ahora qué?

Capeado el primer escándalo, Giuseppe Conte, el jurista sin experiencia política designado para el cargo, tiene por delante un cúmulo de dificultades... si es que el Gobierno logra sobrevivir

Foto: Giuseppe Conte habla ante la prensa tras ser nombrado primer ministro. (EFE)
Giuseppe Conte habla ante la prensa tras ser nombrado primer ministro. (EFE)

Ochenta días después de unas elecciones que acabaron sin un claro vencedor, el presidente italiano, Sergio Mattarella, ha decidido finalmente entregarle este miércoles el cargo de primer ministro al jurista Giuseppe Conte (Volturara Appulia, 1964), el candidato consensuado esta semana entre el populista Movimiento Cinco Estrellas (M5S) de Luigi di Maio y la xenófoba Liga de Matteo Salvini, los dos partidos euroescépticos que -hoy hace tres meses- lograron imponerse, respectivamente, como primer y tercer partido más votados del país. Conte ha aceptado -aunque con reservas, como establece el protocolo- en una maniobra que coloca a Italia en una posición completamente inédita en la historia de su democracia.

Se caen así de las quinielas las otras opciones barajadas hasta la fecha para el futuro político inmediato de Italia y se abre una etapa dictada por las reglas impuestas por la legislación italiana y la agenda pre-fijada por la Liga y el M5S. Conte, como él mismo precisó, volverá al palacio del Quirinal, sede de la presidencia italiana, “en los próximos días”, tras la ronda de consultas que empezará mañana con los partidos para confeccionar la lista de los ministros, que no serán elegidos por él sino por los líderes de Liga y M5S, Salvini y Di Maio. Un paso que no será un mero formalismo, puesto que dentro de ambas formaciones son varias las carteras—en especial, las que atañen a los asuntos económicos— codiciadas por las dos fuerzas políticas.

Foto: Giuseppe Conte, camino de la reunión con el presidente Sergio Mattarella, esta tarde. (EFE)

Salvo sorpresas, nunca descartables en Italia, solo después Conte jurará y presentará su lista de ministros a Mattarella quien, como establece el artículo 92 de la Constitución italiana, nombra los ministros a propuesta del Presidente del Consejos de Ministros. Tras ello, finalmente, Conte podrá someterse a la confianza del Parlamento. Un último obstáculo, este, menos engorroso, puesto que las dos formaciones suman un número suficiente —aunque no excesivo— de parlamentarios para permitir que la votación les sea favorable.

Con este escenario como punto de partida, algunas de las prioridades de las que se hará intérprete Conte fueron adelantadas este mismo miércoles por él mismo. “Presentaré un programa basado en el acuerdo de las dos formaciones políticas vencedoras de las elecciones”, ha dicho, a modo de presentación, al salir de la reunión con Mattarella. El nuevo Ejecutivo será un “Gobierno del cambio” y “yo, un abogado defensor del pueblo italiano”, ha añadido, al añadir que es “consciente de la delicada fase que el país está viviendo”.

placeholder El presidente italiano, Sergio Mattarella, con Luigi di Maio y otros representantes del M5S en el Palacio Quirinale en Roma, el pasado lunes. (EFE)
El presidente italiano, Sergio Mattarella, con Luigi di Maio y otros representantes del M5S en el Palacio Quirinale en Roma, el pasado lunes. (EFE)

El poder de Mattarella

Adentrándose en este camino desconocido, con los socios internacionales inquietos y la prima de riesgo italiana por las nubes, Conte también fue categórico, en su mensaje directamente dirigido a Bruselas y a los tantos poderes fácticos que en estos días han manifestado perplejidad ante las medidas anunciadas por la Liga y el M5S. Es necesario confirmar “la posición europea e internacional” de Italia, afirmó. Acto seguido, dijo que lo primero será “enfrentar de inmediato la negociación en curso sobre el presupuesto europeo, la reforma del derecho de asilo político [de refugiados] y la unión bancaria europea”.

Todo ello fue tema de debate durante la reunión con Mattarella, según precisó, en una referencia implícita al poder que el presidente de la República tiene a corto y largo plazo, puesto que es él quien deberá firmar las leyes promovidas por la Liga y el M5S, si los dos partidos toman el poder en Italia. Una prerrogativa que otros presidentes han ejercido enérgicamente en el pasado, en particular en defensa de la Constitución italiana.

Foto: Imagen del interior del Palacio de Quirinal antes de que el presidente italiano se reúna con la Liga y el M5S, en Roma. (Reuters)

En su contra Conte tendrá el voto de los progresistas del Partido Democrático (PD), aunque, con toda probabilidad, también el del partido derechista Hermanos de Italia (FdI) de Giorgia Meloni y el de Forza Italia (FI) de Silvio Berlusconi, que acudieron a las elecciones en coalición con la xenófoba y ultranacionalista Liga de Salvini. Algo, esto último, que los analistas italianos consideran que debilita la posición de Salvini en la alianza con los ‘grillitos’ indignados de Di Maio.

Conte se enfrentará a este desafío, presentándose con el insólito perfil que lo ha llevado a recibir el encargo de primer ministro en ciernes. El de un profesor especializado en la enseñanza de Derecho Privado en la Universidad de Florencia y en la Luiss de Roma, de 54 años, sin ninguna experiencia política y unos estudios centrados en la simplificación de la burocracia legislativa. Un catedrático que, como él mismo confesó, ha sido un elector de izquierda hasta su acercamiento al M5S, que se formalizó recién este año.

placeholder El líder de la Liga Norte, Matteo Salvini. (EFE)
El líder de la Liga Norte, Matteo Salvini. (EFE)

"Ha nacido la III República Italiana"

“Los esquemas ideológicos del siglo XX ya no son la clave para comprender la realidad”, es la frase más conocida de este novato de la política cuya candidatura -propuesta por el M5S y la Liga el lunes- se tambaleó hasta la misma mañana del miércoles. En concreto, por las dudas surgidas sobre su currículum "hinchado", unos impuestos no pagados en 2011 —por los que el Fisco italiano llegó a incautarle una de sus propiedades, según el semanario L’Espresso— y el supuesto apoyo dado al método Stamina, una terapia con células madre para enfermedades incurables, no acreditada por ninguna institución sanitaria nacional ni aprobada por la comunidad científica.

Con esto como base, Conte deberá capear ‘el experimento’ del M5S —como lo ha llamado el periodista Jacopo Iacoponi, autor de un libro homónimo—, una formación creada en 2009 por un cómico hábil en las redes sociales, Beppe Grillo, y un ambiguo empresario italiano especializado en marketing digital, Gianroberto Casaleggio (hoy difunto, aunque su hijo Davide ha continuado el trabajo de su padre, siguiendo de cerca las actividades del M5S). Así como también Conte deberá hacer frente a la nueva Liga de Salvini que ha aparcado los ideales regionalistas de su vieja guardia, barajándolos por una retórica mayormente centrada en la crítica contra la inmigración y la promoción de ideas soberanistas.

Foto: El líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, habla durante una rueda de prensa tras su reunión con el presidente italiano, Sergio Mattarella. (EFE)

Una amalgama que, transcrita en el programa —contrato, lo llaman ellos— de 57 páginas presentado el pasado domingo por la Liga y el M5S, ya ha levantado críticas en diversos sectores de la sociedad italianas, no solo entre las fuerzas políticas de oposición, sino también entre algunos poderes fácticos del país. Entre estos últimos han estado la poderosa asociación de empresarios italianos Confindustria (¿Dónde encontrarán el dinero?”, repetían en las últimas horas), de algunas agencias internacionales e incluso de la masonería italiana, en particular la logia del Gran Oriente de Italia.

Las principales preocupaciones, en esta línea, han venido por las propuestas socioeconómicas de la Liga y el M5S, que hacen temer por las cuentas públicas italianas, y algunas medidas que violarían la Constitución italiana, como que el derecho italiano prevalga sobre el europeo y que los inmigrantes sean excluidos de ciertas prestaciones sociales. Ante ello, Di Maio y Salvini —"dos jóvenes chicos”, como los llaman sus defensores— han hecho de momento oídos sordos. “Ha nacido la III República italiana”, ha sido la respuesta. Aunque no sean pocos los que ahora ya se preguntan cuánto durará, de nacer, este Ejecutivo.

Ochenta días después de unas elecciones que acabaron sin un claro vencedor, el presidente italiano, Sergio Mattarella, ha decidido finalmente entregarle este miércoles el cargo de primer ministro al jurista Giuseppe Conte (Volturara Appulia, 1964), el candidato consensuado esta semana entre el populista Movimiento Cinco Estrellas (M5S) de Luigi di Maio y la xenófoba Liga de Matteo Salvini, los dos partidos euroescépticos que -hoy hace tres meses- lograron imponerse, respectivamente, como primer y tercer partido más votados del país. Conte ha aceptado -aunque con reservas, como establece el protocolo- en una maniobra que coloca a Italia en una posición completamente inédita en la historia de su democracia.

El redactor recomienda