Minas de diamantes y servicios secretos rusos: los trapos sucios del Brexit
¿De dónde procede el dinero de Banks? ¿Trabaja Chandler con el Kremlin? Cada día salen a relucir más preguntas sobre el Brexit. Y con cada cuestión, un nuevo protagonista, desconocido para el público
¿De dónde procede el dinero de Arron Banks? ¿Trabaja Christopher Chandler con los servicios secretos rusos? ¿Está David Burnside detrás de la polémica donación recibida por el DUP, la más importante de la historia de Irlanda del Norte? Cada día, salen a relucir nuevas preguntas sobre el Brexit. Y con cada cuestión, un nuevo protagonista, desconocido para el público, pero con tremendo peso en la decisión más importante que se ha tomado en la historia moderna de Europa. ¿Qué ocurrió realmente en el referéndum de 2016?
El escándalo creado por Cambridge Analytica ha marcado un antes y un después. El electorado ha descubierto cómo fue bombardeado con mensajes personalizados creados con softwares alimentados por datos conseguidos supuestamente de manera ilegal. La misma técnica se empleó luego para influir en la victoria de Donald Trump. Pero la consultora británica es tan sólo la punta del iceberg. Entre bastidores, hay toda una red de multimillonarios con conexiones que, en muchos casos, terminan en el Kremlin.
Por otro lado, no todas las donaciones se realizaron de manera legal. La Comisión Electoral ha multado a Leave.EU con 70.000 libras (unos 80.000 euros) por cometer irregularidades financieras durante el plebiscito. Leave EU no fue la campaña oficial por el Brexit, pero tuvo gran protagonismo al contar con Nigel Farage, entonces líder del UKIP, como representante.
El organismo oficial británico que vela porque se cumplan las normas en cada cita con las urnas no ha encontrado pruebas de que la campaña trabajara con Cambridge Analytica, pero asegura que no declaró adecuadamente los ingresos y los gastos y ha denunciado ante la Policía por posible delito a la directora del grupo, Liz Bilney, que firmó la contabilidad.
Los diamantes de Banks
Tanto Leave EU como el UKIP estuvieron financiados por el empresario Arron Banks, citado en los Papeles de Panamá. El británico, que fue expulsado del colegio privado de Berkshire por, entre otros, vender plomo robado de los edificios de la escuela, es padre de cinco hijos y está casado con la rusa Ekaterina Paderina.
Leave.EU recibió más de 12 millones de libras, a pesar de que su presupuesto estaba limitado a 700.000 libras. Un socio del empresario asegura que la donación se efectuó antes de que la normativa sobre el gasto en campaña entrara en vigor en abril de 2016 y, por lo tanto, es completamente legal. Sin embargo, en la primavera de ese año, el empresario entregó 6 millones de libras en préstamos a Leave.EU, que debían ser pagados para finales de 201, pero que jamás se devolvieron.
¿De dónde procede su fortuna? En su libro, 'The Bad Boys of Brexit', explica que decidió donar millones de libras para influir en la política británica porque sus negocios de minas de diamantes estaban funcionando “bastante bien”. En efecto, en septiembre de 2017, Banks anunció un “hallazgo significativo” en Lesoto (sur de África) a través de su compañía Mohokare Mining. Pero llama la atención que, en las dos décadas anteriores, en la misma mina, no se encontrara prácticamente nada, ya que, según los expertos, es “geológicamente imposible” extraer cantidades comerciales de diamantes en ese punto concreto.
Dos años antes, el británico se había jactado en 'The Times' de que su consultora política, Chartwell, estaba asesorando a Basotho National Party (BNP) de cara a las elecciones generales de Lesoto. Sin embargo, en lugar de que el partido pagara a Chartwell por su supuesto asesoramiento, Banks estaba transfiriendo dinero a la formación, al menos 65.000 libras, una suma significativa en uno de los países más pobres y pequeños del sur de África, que tiene un PIB per cápita de solo 1,040 de dólares.
Open Democracy fue quien reveló la información. La influyente web está vinculada a George Soros, el mismo multimillonario que ahora está haciendo campaña para revertir el Brexit. Juego de Tronos no es nada comparado con lo que está aconteciendo ahora en la política británica.
En cualquier caso, Banks nunca ha dicho que los diamantes sean la principal fuente de su riqueza. En su lugar, se presenta como “magnate de los seguros”. En octubre del año pasado, presumió ante la prensa de estar ganando millones de libras con su compañía Eldon Insurance. Según sus propias palabras, la empresa utilizaba los mismos expertos en inteligencia artificial que Leave.EU había empleado para apuntar a votantes indecisos durante la campaña del referéndum del Brexit.
En 2017, cuando a Banks se le preguntó sobre el uso de la base de datos de Leave.EU para enviar publicidades de sus compañías, dijo a 'The Observer': “¿Por qué no debería? Son mis datos”. En abril de 2018, sin embargo, cuando ya estaba siendo investigado cambió de discurso: “Eldon nunca ha dado o utilizado ningún dato de Leave.EU. Son entidades separadas con fuertes reglas de control de datos. Y viceversa”.
La donación del DUP
No obstante, Leave EU no es el único grupo euroescéptico envuelto en polémica. La campaña pro Brexit del Democratic Unionist Party (DUP), la actual formación cuyo apoyo permite gobernar en minoría a Theresa May, fue financiada por una controvertida donación de 435.000 libras, la más grande en la historia de Irlanda del Norte.
Casi todo el dinero, sin embargo, se gastó en campaña fuera de Irlanda del Norte y 32.750 libras se destinaron a Aggregate IQ, la empresa canadiense responsable del software de SCL y Cambridge Analytica. El DUP nunca ha revelado de dónde provino la donación. Bajo las leyes exclusivas de Irlanda del Norte, que datan de la época de 'los Troubles', no hay obligación de especificar de dónde viene el dinero para las campañas. Westminster debate ahora cambiar la legislación. Pero mientras que los laboristas quieren que los cambios reconozcan las donaciones de los últimos dos años, para que incluyan las del referéndum del Brexit, los conservadores de May piden que los cambios reconozcan movimientos sólo a partir de 2017.
Tanto Burnside como Tchenguiz tienen vínculos con Dmytro Firtash, un oligarca ucraniano buscado en su día por el FBI
En este escenario, Open Democracy ha sacado a relucir el nombre de David Burnside. Si bien no se le acusa de nada ilegal, ofrece interesantes vínculos tanto con Cambrige Analytica, como con el Partido Conservador, así como el entorno de Vladimir Putin.
En Irlanda del Norte, Burnside mantiene un perfil bajo y rara vez ocupa los titulares. Llegó a estar en las filas del Ulster Unionist Party (UUP), pero en 2009 abandonó la política para crear una empresa de relaciones públicas llamada New Century Media, con oficinas cerca de St James's Park en Londres. Entre sus principales clientes figura el multimillonario iraní Vincent Tchenguiz, descrito por Bloomberg como “el mayor propietario privado de bienes inmuebles residenciales del Reino Unido”, que, casualmente, fue uno de los mayores accionistas de SCL Group, la empresa matriz de Cambridge Analytica.
Tanto Burnside como Tchenguiz tienen vínculos con Dmytro Firtash, un oligarca ucraniano buscado en su día por el FBI, que se enfrenta actualmente a extradición en los Estados Unidos por cargos de lavado de dinero internacional y otros delitos ligados al crimen organizado ruso.
Por otra parte, Burnside también tiene estrechos vínculos con Paul Manafort, el mismo que dirigió la campaña de Donald Trump cuando Cambridge Analytica comenzó a trabajar para el equipo del entonces candidato republicano. Manafort ha sido acusado recientemente por el fiscal Robert Mueller de docenas de cargos, incluido el fraude, como parte de la investigación estadounidense en curso sobre las conexiones entre Trump y Rusia.
Los vínculos de Burnside con el Kremlin también llaman la atención. El norirlandés fue quien invitó, por ejemplo, a los rusos que estuvieron en una cena privada de recaudación de fondos organizada por el Partido Conservador en junio de 2013. Durante la velada, el entonces primer ministro David Cameron se hizo una fotografía con el influyente diputado ruso Vasily Shestakov, coautor del libro 'Learn Judo With Vladimir Putin'.
Según 'The Sunday Times', los oligarcas rusos y sus asociados han donado más de 820.000 libras a los conservadores desde que Theresa May se convirtió en primera ministra en 2016.
Legatum Institute Foundation
La supuesta implicación de Moscú en el triunfo del Brexit es ahora también objeto de análisis. Y en este contexto, sale a relucir otro nombre: Christopher Chandler, el neozelandés y multimillonario fundador de Legatum Group, que recientemente ha sido acusado por el diputado 'tory' Bob Seely de trabajar con los servicios secretos rusos.
Legatum Group es una compañía de inversiones con sede en Dubai que se convirtió en el principal patrocinador de Legatum Institute Foundation, un think tank con sede en Londres que, junto con Centre for Social Justice, es uno de los más poderosos a la hora de defender un Brexit duro con el Reino Unido fuera del mercado único y la unión aduanera.
El think tank ha tenido un acceso muy relevante a los ministros, especialmente, a los llamados "Brexiteers": Liam Fox, responsable de Comercio Exterior, Michael Gove, ministro Medio Ambiente, o David Davis, al frente de la cartera del Brexit.
Por otra parte, tras el triunfo del Brexit, varios de los responsables de la campaña oficial de Vote Leave, como Matthew Elliott, el que fuera presidente ejecutivo, han comenzado a trabajar con el think tank.
Durante el debate sobre el blanqueo de dinero y la influencia de Rusia en el Reino Unido que tuvo lugar la semana pasada en Westminster, el 'tory' Bob Seely, que es miembro del comité selecto de Asuntos Exteriores, aseguró que tenía información “verificada por fuentes francesas, británicas y estadounidenses” que apuntaban a que multimillonario detrás del think tank estaba relacionado con los servicios de inteligencia rusos.
Es la primera vez que se ha establecido un vínculo público tan explícito entre el Kremlin y Legatum Institute. Durante el debate en Westminster, el laborista Liam Byrne, relacionó también al neozelandés con el crimen organizado a través de dos compañías energéticas rusas, Lukoil y Gazprom, y con una figura de la mafia chechena. “Esta persona dirige un importante grupo de expertos que ha disfrutado de un acceso inigualable a los ministros en uno de los debates nacionales más importantes en este país. Y el riesgo que corremos en este momento es que este apoyo se financia con recursos que provienen de Rusia”, matizó. Desde el think tank niegan todas las acusaciones.
En el Reino Unido, las investigaciones sobre la campaña del Brexit continúan. Aunque las noticias, apenas ocupan ya espacios importantes en los rotativos. La actualidad manda y mientras los políticos protagonizan los titulares, entre bastidores parece ser que son otros los que mueven los hilos.
¿De dónde procede el dinero de Arron Banks? ¿Trabaja Christopher Chandler con los servicios secretos rusos? ¿Está David Burnside detrás de la polémica donación recibida por el DUP, la más importante de la historia de Irlanda del Norte? Cada día, salen a relucir nuevas preguntas sobre el Brexit. Y con cada cuestión, un nuevo protagonista, desconocido para el público, pero con tremendo peso en la decisión más importante que se ha tomado en la historia moderna de Europa. ¿Qué ocurrió realmente en el referéndum de 2016?
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