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El mundo se olvida de Siria (otra vez)
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la conferencia recauda la mitad de lo necesario

El mundo se olvida de Siria (otra vez)

La conferencia internacional sienta en la misma mesa a representantes de Irán, Rusia, Turquía, China y las potencias occidentales, pero sólo logra recaudar 4.400 millones de los 8.000 necesarios

Foto: Federica Mogherini y el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, durante la conferencia. (Reuters)
Federica Mogherini y el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, durante la conferencia. (Reuters)

No es mucho, pero es algo”. Con esta honestidad ha resumido la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, los resultados de la segunda conferencia internacional celebrada en apoyo a Siria en Bruselas. Tras ocho años de un conflicto tan cruento como cruel, cualquier pequeño gesto se celebra. Y las “buenas noticias” de esta conferencia no vienen de los decepcionantes compromisos financieros puestos sobre la mesa por los donantes internacionales, sino del mero hecho de que representantes de Irán, Rusia, Turquía, China y las potencias occidentales se hayan sentado en una misma mesa a dialogar.

"Obviamente, las diferencias no han desaparecido en estas horas de discusiones, pero creo que hemos identificado terreno en común en dos o tres asuntos", ha explicado Mogherini. Que las diferencias políticas que enfrentan a los aliados del presidente sirio Bashar al Assad -Rusia e Irán, principalmente- y aquellos como EEUU o la UE que querrían verle fuera del poder permanecen. “Esperar lo contrario hubiera sido surrealista, ya sé que estamos en Bélgica, pero incluso aquí hay un límite al surrealismo”, ha promeado Mogherini en referencia a la patria de René Magritte.

¿Qué es lo que se buscaba, entonces? Reunir, a diferencia de la primera conferencia celebrada el año pasado, a Rusia e Irán con el resto de países en un momento especialmente delicado, apenas a una semana de los bombardeos de EEUU, Francia y Reino Unido a instalaciones de armas químicas en Siria tras el ataque con estas armas en Duma a manos del régimen de Al Assad.

No esperábamos un avance determinante desde el punto de vista político, pero no ha habido una confrontación y todos estaban en la sala. Es buena señal, sobre todo teniendo en cuenta que hace una semana estábamos más cerca de una especie de Guerra Fría, con su retórica e incluso acciones militares”, ha recalcado el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.

Foto: Un bombardeo B-1B estadounidense se prepara para participar en la operación de castigo contra Asad, en la base de Udeid, Doha. (Reuters) Opinión
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Mogherini ha pedido que se valore el paso. “No quiero dar la impresión de que ha sido una conversación gentil y sosegada de todos los puntos y partes, para nada. Pero no hay alternativa para tratar de identificar un camino común si creemos realmente que la solución militar no va a llevar a nada”, ha recalcado. De Mistura, además, considera que tras el momento crítico vivido tras los bombardeos, es “incluso más posible” lograr una solución no militar al conflicto, gracias a los “intensos contactos a alto nivel” puestos en marcha

Aunque para ello ha recalcado que es necesario que todos se comprometan a poner en marcha una comisión constitucional en la que participen todas las partes, la celebración de elecciones bajo observación de la ONU y la estabilización del país. Mogherini asegurado que durante el encuentro se han dado muestras de que hay una creciente convergencia hacia que “todo el mundo reconozca que no hay solución militar para Siria y en la necesidad de relanzar el proceso político”, así como sobre el rol central de la ONU en éste. No obstante, ha quedado claro que más allá de palabras, por el momento no hay garantías concretas en este sentido.

La alta representante comunitaria ha recalcado que es necesario que Asad se siente a la mesa de negociaciones en Ginebra con un espíritu constructivo y serio, y ha apuntado directamente a Moscú y Teherán en este sentido. “Necesitamos que Rusia e Irán ejerzan presión sobre Damasco para que acepte sentarse en la mesa bajo los auspicios de la ONU”, ha recalcado. Mogherini también ha pedido al trío de Astaná -Irán, Rusia y Turquía- que “hagan los deberes que ellos mismos se han puesto” y actúen para lograr este objetivo. Hasta entonces, ha añadido, ni un euro de la Unión Europea será enviado a Siria para la reconstrucción.

Foto: Vista general de una calle de Alepo, en el distrito de Saif al-Dawla, en marzo de 2015. (Reuters)

Donaciones decepcionantes

El segundo gran objetivo de la conferencia era recaudar unos 8.000 millones de dólares en donaciones para dar asistencia humanitaria a los más de treinta millones de personas que se encuentran en una situación vulnerable en Siria y a aquellos que huyeron del conflicto y se encuentran refugiados en los países vecinos. A la espera de que se apuren las últimas horas del encuentro, la cifra alcanzada es poco más de la mitad: 4.400 millones de dólares.

Una cifra que se ha quedado en “un buen comienzo”, tal y como ha señalado Mark Lowcock, secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios de la ONU. Éste ha explicado que importantes donantes no han podido confirmar su aportación durante el encuentro, debido a su situación presupuestaria. Esto incluye a EEUU, que ha estado aportando una media de 1.000 millones anuales en los pasados ejercicios. La UE tampoco ha ingresado aún el dinero que destina a Turquía para asistir refugiados sirios, una medida de contención para evitar las llegadas masivas a sus fronteras que se vivieron en 2015.

“Obviamente, en un mundo ideal nos hubiera gustado contar con más dinero, pero somos realistas con la situación”, ha explicado Lowcock, quien ha recalcado que habrá que “tomar algunas decisiones” respecto al destino que se le dé a los fondos y que tendrán que priorizarse la financiación de algunas partidas sobre otras. La ONU ha calculado que solo para este año se necesitan más de 9.000 millones de dólares para Siria y los refugiados en los países vecinos.

Acuerdo nuclear con Irán

En los márgenes de la conferencia, Mogherini se reunirá esta tarde en bilateral con el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif. Ambos tratarán la situación en Siria, pero también el estado del acuerdo nuclear iraní, puesto en cuestión por Donald Trump en numerosas ocasiones. La idea lanzada de negociar un “nuevo acuerdo” por Trump durante la visita esta semana del presidente francés, Emmanuel Macron, a la Casa Blanca ha puesto en alerta a Teherán.

Mogherini, que habla en representación de todos los Estados miembros de la Unión Europea, incluida Francia, se ha mostrado prudente sobre esta cuestión. No obstante, ha insistido en que el acuerdo actual “está funcionando” y que por tanto debe ser “preservado”. “Puede haber otras discusiones sobre la ampliación del acuerdo, pero el acuerdo sigue en vigor y debe seguir aplicándose”, ha señalado Mogherini.

No es mucho, pero es algo”. Con esta honestidad ha resumido la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, los resultados de la segunda conferencia internacional celebrada en apoyo a Siria en Bruselas. Tras ocho años de un conflicto tan cruento como cruel, cualquier pequeño gesto se celebra. Y las “buenas noticias” de esta conferencia no vienen de los decepcionantes compromisos financieros puestos sobre la mesa por los donantes internacionales, sino del mero hecho de que representantes de Irán, Rusia, Turquía, China y las potencias occidentales se hayan sentado en una misma mesa a dialogar.

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