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Capote de la UE a Theresa May: "La única explicación" es que Rusia esté tras el ataque
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Capote de la UE a Theresa May: "La única explicación" es que Rusia esté tras el ataque

La 'premier' británica ha aprovechado su viaje a la cumbre europea en Bruselas para insistir a los líderes europeos en que Europa tiene que dar una respuesta unida a la agresión

Foto: La 'premier' británica, Theresa May, este jueves. (Reuters)
La 'premier' británica, Theresa May, este jueves. (Reuters)

Brexit significa Brexit. Y la 'premier' británica, Theresa May, cada día es más consciente de lo que realmente supone abandonar la Unión Europea. Apenas ha logrado arrancar a sus socios más que pequeñas concesiones cosméticas en las negociaciones que mantienen sobre el divorcio, a cambio de aceptar la mayoría de las líneas rojas marcadas desde Bruselas. Pero ahora se le ha abierto un nuevo frente, uno que puede ser tan peligroso y delicado como las cuestiones económicas o migratorias: el de la seguridad nacional.

¿Cómo conseguir el respaldo de los socios de un club que has decidido unilateralmente abandonar? No es tarea fácil. Ni siquiera cuando se trata de responder a Rusia, el problemático vecino al que Londres culpa del envenenamiento con un agente nervioso del doble agente ruso Sergei Skripal y su hija en la localidad británica de Salisbury. May ha aprovechado su viaje a la cumbre europea que se celebra en Bruselas para insistir a los líderes europeos en que Europa tiene que dar una respuesta unida a la agresión.

Foto: Sergei Skripal.

“La amenaza rusa no conoce fronteras”, ha advertido a su llegada a la capital europea. La 'premier' incluso ha ofrecido una muestra de buena voluntad, al expresar el “compromiso incondicional británico a la futura seguridad de Europa”. Un giro de 180 grados respecto a las salidas de tono del inicio del Brexit, cuando Londres amenazó a los Veintisiete con retirarles su apoyo en cuestiones de inteligencia y lucha contra el terrorismo.

May ha logrado que el francés Emmanuel Macron y la alemana Angela Merkel le concedieran una entrevista a tres bandas. Bingo. Del encuentro ha salido el primer mensaje fuerte: “No hay otra explicación posible más que el Estado ruso fue el responsable” del ataque de Salisbury. Nada mal, teniendo en cuenta que Macron dudó en su momento en señalar a Moscú.

Con París, Londres y Berlín presionando —y el apoyo de los que siempre recelarán de las incursiones rusas sobre el territorio europeo, como los países bálticos—, era muy difícil que los líderes europeos no acabaran por aprobar un mensaje de apoyo inequívoco a Reino Unido. “El Consejo Europeo está de acuerdo con el Gobierno británico en que es altamente probable que Rusia sea la responsable del ataque de Salisbury y que no hay otra posible explicación”, ha dicho el presidente Donald Tusk.

Foto: Una imagen de un vídeo muestra a Sergei Skripal durante un juicio en Moscú, en agosto de 2006. (Reuters)

Varios países, entre ellos Lituania, se están planteando seguir los pasos de Reino Unido y expulsar a diplomáticos rusos en represalia por el ataque. “No hay margen para diplomacia barroca. Decid lo que pensáis”, ha tuiteado la presidenta lituana, la siempre mordaz Dalia Grybauskaitė. En el otro extremo se encuentran los países que prefieren mostrarse cautos, como España o Italia, que apuestan por encontrar un complicado equilibrio que evite tensar más la cuerda con Moscú. Grecia, con el izquierdista Alexis Tsipras al frente, durante su encontronazo con la UE, amagó con echarse en los brazos de Moscú para evitar un tercer rescate financiero.

Las sensibilidades con Rusia están a flor de piel tras el ataque en suelo británico. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se ha visto esta semana envuelto en la polémica después de "felicitar” a Vladimir Putin por su reelección como presidente ruso, en unas elecciones sin competencia efectiva. Tusk, que anteriormente ejerció de primer ministro polaco, en cambio decidió saltarse este paso protocolario. “Tras el ataque de Salisbury, no estoy de humor para celebrar la reelección de Putin”, dijo. Una clara muestra de las divisiones que existen en la UE a la hora de lidiar con el hostil vecino del este.

Brexit significa Brexit. Y la 'premier' británica, Theresa May, cada día es más consciente de lo que realmente supone abandonar la Unión Europea. Apenas ha logrado arrancar a sus socios más que pequeñas concesiones cosméticas en las negociaciones que mantienen sobre el divorcio, a cambio de aceptar la mayoría de las líneas rojas marcadas desde Bruselas. Pero ahora se le ha abierto un nuevo frente, uno que puede ser tan peligroso y delicado como las cuestiones económicas o migratorias: el de la seguridad nacional.

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