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El Comité del Brexit de Westminster pide posponer la salida de la UE
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"uk no está preparado, no tiene herramientas"

El Comité del Brexit de Westminster pide posponer la salida de la UE

El importante comité plantea a la debilitada Theresa May atrasar la salida del bloque, al considerar que no cuenta con las herramientas, sobre todo legislativas, para afrontar el reto histórico

Foto: Manifestantes contrarios al Brexit protestan ante Downing Street durante la reunión entre Donald Tusk y Theresa May, el 1 de marzo de 2018. (Reuters)
Manifestantes contrarios al Brexit protestan ante Downing Street durante la reunión entre Donald Tusk y Theresa May, el 1 de marzo de 2018. (Reuters)

El Reino Unido está tan poco preparado para abandonar la UE que el Gobierno debería considerar posponer la fecha de salida, prevista para el 29 de marzo de 2019. Ésta es la conclusión a la que ha llegado el Comité Selecto para el Brexit en un inquietante informe que ha levantado la ira de los euroescépticos. Los negociadores británicos ya entregaron el mes pasado a Bruselas un documento que buscaba flexibilizar el periodo de transición que existirá tras el divorcio. Sin embargo, el importante comité de Westminster no sólo propone ahora prolongar la llamada “etapa de implementación” (especifica eso sí que no puede ser de manera indefinida), sino que además plantea a la debilitada Theresa May atrasar el momento de abandonar el bloque, al considerar que el país no cuenta con las herramientas (sobre todo legislativas) para afrontar el reto histórico.

El informe del comité parlamentario salió a la luz tan sólo horas antes de que el ministro del Brexit, David Davis, se reuniera este lunes en Bruselas con el negociador de la UE, Michel Barnier, para cerrar el acuerdo sobre esta etapa transitoria que, en principio, concluirá el 31 de diciembre de 2020. El pacto previo a la cumbre comunitaria de este jueves y viernes tan sólo es una declaración de intenciones. No tendrá implicación legal hasta que se cierre el acuerdo de divorcio, previsiblemente a finales de este año.

Pero el hecho de que los diputados británicos no vean con claridad el actual escenario político no ayuda precisamente en las negociaciones a una 'premier' con un liderazgo en duda, un Gabinete dividido y un Gobierno que, por miedo a derrotas en Westminster tras haber perdido la mayoría absoluta, no ha presentado aún en los Comunes tres leyes claves del Brexit referidas a Inmigración, Agricultura y Pesca.

Los 'tories' más euroescépticos insisten en que se debe respetar la decisión del pueblo que, en junio de 2016, votó con un 51,9% frente al 48,1% por salir del club. Sin embargo, la propuesta que pone ahora encima de la mesa el comité para extender el Artículo 50 -que en última instancia debería ser aprobada por los 27- es la misma que defienden los diferentes grupos pro-UE, que actualmente están llevando a cabo intensas campañas por todo el país para revertir el Brexit.

Foto: Sandra khadhouri, James Clarke y James Torrance, líderes de Renew, durante la presentación del partido en Londres. (Reuters)

El propio autor del Artículo 50 del Tratado de Lisboa, el ex diplomático Lord Kerr, pidió a principios de este año que se prorrogase el plazo para permitir un segundo referéndum sobre el acuerdo final de salida al que, según el calendario previsto, May debería llegar con Bruselas a finales de este otoño.

Este acuerdo se someterá a votación en Westminster. El Ejecutivo insiste en que, si los parlamentarios lo rechazan, el Reino Unido saldrá en cualquier caso “sí o sí” del bloque. Pero abandonar la UE sin pacto y regirse bajo las normas de la Organización Mundial del Comercio pone los pelos de punta a la City y un país empobrecido echaría sin lugar a dudas a los 'tories' del Número 10.

El escenario está complicado para May. El Comité del Brexit está liderado por el laborista pro-UE Hilary Benn y está integrado por 21 diputados. El hecho de que sus miembros no se hayan puesto de acuerdo para firmar en su totalidad su propio documento da una ligera idea de las dificultades que se plantearán cuando el acuerdo final de salida sea presentado a una Cámara de 650 asientos.

Los seis 'tories' euroescépticos y el único integrante del DUP –partido unionista norirlandés, que mantiene en el poder a May- se negaron a apoyar el informe. Pero el texto salió adelante gracias a las firmas de los 14 diputados restantes que incluyen representantes del propio Partido Conservador -lo que demuestra lo divididas que están las filas- Laboristas, nacionalistas escoceses del SNP, Liberal Demócratas y los galeses del Plaid Cymru.

placeholder Theresa May durante un foro del Partido Conservador en Londres, el 17 de marzo de 2018. (Reuters)
Theresa May durante un foro del Partido Conservador en Londres, el 17 de marzo de 2018. (Reuters)

Entre las conclusiones destacan, entre otros, que el Gobierno no cuenta con tiempo suficiente durante la transición para conseguir un “acuerdo de comercio y acceso al mercado personalizado” y, con respecto a la complicada cuestión irlandesa, no ven “posible mantener una frontera sin controles ni infraestructura si el Reino Unido abandona la Unión Aduanera y el Mercado Único”.

Las divisiones en los Comités Selectos de Westminster cuentan con otros precedentes. Pero es muy inusual que las diferencias sean tan profundas para que los disidentes hayan llegado a publicar un informe alternativo. Detrás de este texto paralelo se encuentra el cada vez más protagonista Jacob Rees-Mogg, presidente del influyente European Reform Group, y el candidato favorito de los 'tories' euroescépticos para convertirse en el próximo líder del Partido Conservador.

Rees-Mogg presionó hasta el último momento a Erskine May, la voz con más autoridad para los procedimientos parlamentarios, para que su veredicto alternativo se incluyese en el acta oficial. Pero este segundo informe -que critica, entre otras cosas, que la UE haya tardado en ofrecer a los británicos que viven en el bloque las mismas garantías que promete Londres a los comunitarios que residen el Reino Unido- fue presentado antes de que hubiera existido una discusión sobre las enmiendas, por lo que el presidente del comité consideró que la conducta del 'tory' había sido de profunda “descortesía”.

Foto: Jacob Rees-Mogg a su llegada a una conferencia del Partido Conservador en Manchester. (Reuters)

Este es el tercer documento que presenta el comité parlamentario del Brexit. En enero, publicó una desalentadora evaluación de Whitehall -donde se encuentran los ministerios- sobre el impacto económico de la salida. Tampoco dio buenas noticias al Gobierno ya que advirtió que el crecimiento se vería afectado en todos los escenarios.

Entonces, el Ejecutivo de May insistió en que el análisis era defectuoso, ya que no contemplaba el escenario donde se alcanzará un “acuerdo comercial a la medida”, el mismo que Bruselas ha descartado ya por activa y por pasiva. Y ahora, con la propuesta para atrasar la salida del bloque, desde Downing Street insisten en que no habrá ninguna demora.

Las respuestas de los grupos pro-UE no se han hecho esperar. James McGrory, director de Open Britain, asegura que “cuando los diputados de diferentes partidos se unen para dejar en claro que las negociaciones Brexit están siendo un desastre y que probablemente se requiera una extensión, la primera ministra debería recapacitar”.

Por su parte, Eloise Todd, directora general de Best for Britain, con vínculos al millonario George Soros que quiere detener el Brexit, matizó que un “buen Brexit simplemente no es posible, ya que, Brexit por definición pone en peligro las operaciones de las empresas de todo el país”. “Seamos francos, en lugar de atrasar las cosas, ya es hora de que los diputados luchen por el derecho del electorado para votar sobre los términos del acuerdo de salida (un segundo referéndum)”, matizó.

El Reino Unido está tan poco preparado para abandonar la UE que el Gobierno debería considerar posponer la fecha de salida, prevista para el 29 de marzo de 2019. Ésta es la conclusión a la que ha llegado el Comité Selecto para el Brexit en un inquietante informe que ha levantado la ira de los euroescépticos. Los negociadores británicos ya entregaron el mes pasado a Bruselas un documento que buscaba flexibilizar el periodo de transición que existirá tras el divorcio. Sin embargo, el importante comité de Westminster no sólo propone ahora prolongar la llamada “etapa de implementación” (especifica eso sí que no puede ser de manera indefinida), sino que además plantea a la debilitada Theresa May atrasar el momento de abandonar el bloque, al considerar que el país no cuenta con las herramientas (sobre todo legislativas) para afrontar el reto histórico.

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