Estadísticas o mentiras: ¿cuántos tiroteos hay en EEUU? ¿Y abusos sexuales en ONG?

"Mentiras, malditas mentiras y estadísticas". Fueron palabras de Mark Twain, y así se llamó un capítulo de 'El Ala Oeste de la Casa Blanca' de Aaron Sorkin. Siguen esta línea —y esta frase— muchos estudios elaborados en Estados Unidos para demostrar la manipulación de la opinión pública a través de las cifras y así ha titulado el diario 'The New York Times' una tribuna que aplica esta máxima al modo de informar, en concreto, de dos casos: los recientes abusos sexuales por parte de trabajadores humanitarios de diferentes ONG y los tiroteos en colegios e institutos de Estados Unidos, después del que tuvo lugar en Florida el pasado mes de febrero y en el que murieron 17 personas.

A principios de este año, la ONG Oxfam Intermón se vio envuelta en una importante polémica, después de que se destapara el escándalo sexual que directivos y cooperantes de la organización no gubernamental de Reino Unido protagonizaron al viajar en 2011 a Haití para supuestamente atender a las víctimas que dejó el devastador terremoto meses antes. Después de la controversia, el diario británico 'The Sun' publicó una información que apuntaba a que durante una década, el personal de Naciones Unidas desplegado en operaciones humanitarias podrían haber llevado a cabo unas 60.000 violaciones, según un documento elaborado por un ex alto cargo de la ONU, Andrew MacLeod, y presentado a la secretaria del Departamento de Desarrollo Internacional británico, Priti Patel.

En este texto, MaLeod estima que existen unos 3.000 pedófilos trabajando para varias agencias del organismo, y que miles de "depredadores" sexuales buscan específicamente empleos relacionados con las agencias de ayuda humanitaria para poder acceder a mujeres y niños en situación de vulnerabilidad. Todo esto, aderezado con un encubrimiento "endémico", señala, durante las últimas dos décadas. Ante estas afirmaciones, desde el diario neoyorquino se han puesto en contacto con el autor del documento quien, ya en un primer lugar, aseguró que sus cifras eran estimaciones aproximadas y que el diario 'The Sun' las había exagerado "considerablemente".

Estos datos procedían de un breve memorándum que él mismo había escrito para el Gobierno británico antes incluso de dejar Naciones Unidas, y de un correo electrónico que envió con la esperanza de recibir apoyos para una nueva organización sin ánimo de lucro que él y algunos compañeros estaban iniciando. No obstante, tal y como ha comprobado 'The New York Times', las cifras que indicaba este documento no eran más que simples conjeturas para darle mayor fuerza a la problemática, pero no mediciones reales. En el caso concreto de las 60.000 violaciones, el documento lo que hacía era estimar el número total de víctimas de diferentes tipos de abuso y explotación, pero no solo violaciones o agresiones sexuales.

¿Cómo se llegó a esa cifra? Sencillo: MacLeod utiliza un informe de 2017 de la ONU en el que se informa de 311 víctimas registradas de explotación sexual a manos de 'cascos azules' y trabajadores humanitarios el año anterior. A raíz de esta cifra, hace una serie de suposiciones que extienden el número: la primera, basándose en unas declaraciones de António Guterres, secretario general de la ONU, quien dijo en su momento que el problema de los abusos sexuales era "probablemente peor" entre los civiles que entre los 'cascos azules'. Esto MacLeod lo entendió como que entonces tendría que haber al menos 312 víctimas de abusos sexuales por parte de civiles: redondeando, fijó la cifra en 600 víctimas anuales, 311 por parte de miembros de la ONU y el resto, por parte de civiles. Con esta cifra en la mano, MacLeod estima que solo se denuncian un 10% de las agresiones, por lo que esta cifra ya se eleva a las 6.000 víctimas anuales. Teniendo en cuenta que las cifras las da en décadas, multiplica esta cifra por diez: de 311 víctimas registradas en 2016 se pasa a las 60.000 víctimas en diez años.

¿Y los tiroteos en Estados Unidos?

MacLeod insiste en que sus datos eran un intento por demostrar la grandeza del problema, pero de ningún modo un análisis estadístico revisado sobre la situación. Y como este, han surgido otros problemas: el más reciente, el baile de cifras surgido tras el tiroteo en una escuela de Parkland (Florida), que se saldó con 17 muertos. De este incidente surgió, principalmente entre las redes sociales, un estudio de la organización por el control del uso de armas en Estados Unidos Everytown for Gun Safety que decía que el de Florida había sido el decimoctavo tiroteo sucedido en un centro escolar en lo que va de año.

Muchos medios se apresuraron a hacer el recuento, y tanto CNN como 'The Washington Post' llegaron a la misma conclusión: esta cifra era completamente errónea. ¿Por qué? Por la definición de 'tiroteo en un centro escolar' de la organización que elaboraba el estudio: en esta categoría incluía cualquier tiroteo que haya tenido lugar cerca de un edificio escolar, independientemente del contexto.

De los 18 tiroteos que menciona el estudio, 'The Washington Post' logró confirmar que cinco habían tenido lugar durante el horario escolar y que provocaron alguna víctima —heridos o fallecidos— y otros tres casos fueron intentos de tiroteos, pero ninguno provocó daños personales. Otros dos de los tiroteos a los que hace referencia Everytown fueron inintencionados y sin heridos, y otros siete tuvieron lugar fuera del horario escolar.

La cadena CNN, por su parte, redujo la cifra de tiroteos en escuelas a ocho, teniendo en cuenta algunos parámetros, entre ellos, que en los tiroteos al menos se hubiera registrado una persona herida por disparo —sin incluir al autor del tiroteo—, que fueran en territorio escolar o incluso incidentes involuntarios. Aun así, los reducen a ocho.