Rituales de sangre y pederastia: los horrores que escondía una escuela de circo australiana

"Una oportunidad para aprender y dominar las artes circenses en un entorno equilibrado, divertido y disciplinado". Así se promociona en una página web Arcade Circus, una escuela circense de Australia que ofrece clases para niños. Sin embargo, la detención el pasado lunes de siete personas vinculadas con la empresa ha desvelado los supuestos horrores que se escondían tras la carpa circense, y es que la policía sospecha que los arrestados abusaron sexualmente de tres menores, víctimas con las que también habrían practicado "rituales de sangre".

A falta de que avancen las pesquisas, los investigadores ya han presentado 127 cargos contra cinco mujeres y dos hombres, entre ellos la propietaria de la escuela, Theresa Ann Cook, de 58 años. "La policía alegará ante los tribunales que el grupo participó en el continuo abuso físico de tres niños, a los que conocían, entre 2014 y 2016 en las Blue Mountains", indicó el cuerpo en un comunicado. Los otros seis detenidos son Paul Christopher Cook, Yyani Cook-Williams, Clarissa Meredith y tres personas cuyas identidades no se han desvelado porque eran menores cuando se produjeron los hechos.

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T.F.

Los agentes explican además en el comunicado que los niños tenían menos de ocho años cuando sucedió todo, incluidos abuso sexual, secuestro agravado y la producción de material pornográfico. De todos modos, el listado de horrores ha ido aumentando en la última semana y el medio de comunicación ABC apunta ahora a que los detenidos también habrían obligado a los niños a participar en "rituales de sangre", término con el que se refieren a ceremonias en las que les hacían beber su propia sangre.

"Nunca vi nada"

La investigación policial se remonta al pasado julio, cuando agentes especializados en pederastia de Nueva Gales del Sur fueron alertados de lo que estaba ocurriendo en la escuela. Dos meses después, en torno a septiembre, las familias de los niños que acudían a la misma recibieron un correo en que se anunciaba la suspensión de los cursos, decisión que en ningún momento se justificaba. Consecuentemente, no fue hasta la pasada semana cuando los padres entendieron el porqué del cierre.

Fuentes policiales aseguraron a 'The Australian' que las tres víctimas no eran estudiantes de la escuela cuando se produjeron los abusos

"Mi hija comenzó a recibir clases de circo el año pasado y fue semanalmente durante un tiempo", explica una madre al periódico 'Daily Mail'. "A ella le encantaba... Nunca sospechamos que hubiera algo siniestro detrás". Los padres no son los únicos que aseguran estar sorprendidos por la noticia, y es que algunos profesores del centro también han hecho declaraciones similares a los medios de comunicación. "Honestamente, esto es difícil de procesar", asegura un exprofesor de la escuela a 'The Australian'. Los propietarios "eran amables y estaban empeñados en poner en marcha el circo... Nunca vi nada".

En este sentido, cabe señalar que fuentes policiales aseguraron a 'The Australian' que las tres víctimas no eran estudiantes de la escuela cuando se produjeron los hechos, afirmación que deja en el aire cómo conocieron a los siete detenidos y las razones por las que la empresa ocupa un papel central en las investigaciones. Más allá de la identidad de los sospechosos, desde la policía solo han desvelado que uno de los abusos se produjo el 25 de abril de 2016, día en que Australia rinde homenaje a sus veteranos de guerra. Ese día, Therese Cook e Yyani Cook-Williams supuestamente violaron a dos de los menores, acusación que ambos niegan ahora.