Es noticia
Justicia para Vicente Cañas: 14 años de cárcel para el asesino del jesuita español
  1. Mundo
asesinado en 1987

Justicia para Vicente Cañas: 14 años de cárcel para el asesino del jesuita español

Vicente Cañas convivió con la comunidad brasileña Enawenê Nawê, donde adoptó el nombre indígena de 'Kixwí'. Un hacendado que quería sus terrenos ordenó su asesinato

Foto: Un amigo de Vicente Cañas durante el último juicio (EFE)
Un amigo de Vicente Cañas durante el último juicio (EFE)

Han tenido que pasar 30 años para que Vicente Cañas recibiera justicia. El último día de noviembre de 2017, Ronaldo Antônio Osmar, la única persona que podía ser juzgada por su asesinato en 1987, fue condenado a 14 años y tres meses de prisión, once años después de ser absuelto por un jurado popular que consideró que la Fiscalía no tenía suficientes pruebas para sentenciarlo. Su delito: colaboración directa y planificación de emboscada. El nuevo jurado, presidido por el magistrado federal Paulo Cézar Alves Sodré, ha dado la vuelta a un asesinato que había quedado impune durante tres décadas. No obstante, el abogado de Osmar, Valdir Caldas, ha asegurado que recurrirá la sentencia.

"Se ha hecho justicia", aseguró el misionero Thomaz Aquino Lisbôa, el que fue amigo y compañero de las andanzas de Vicente Cañas y con quien se trasladó al estado brasileño de Mato Grosso para convivir con las comunidades indígenas más aisladas. "Vicente Cañas fue mi mejor amigo. Vivimos juntos entre los pueblos indígenas", afirmó el también misionero, de ahora 88 años, con la voz entrecortada.

"Estamos muy contentos", aesguran los sobrinos de Cañas Rosa y José Ángel, para quien esta condena abre un gran precedente en el país. "Se ha hecho justicia con mi tío. Estamos felices, contentos. Después de tantos años de espera es una gran satisfacción que se haya hecho justicia. Lo que representaba nuestro tío era abrir un camino para la protección de los pueblos indígenas. Esta sentencia servirá para defender a muchos otros que no pueden defenderse y que no se llegue a los extremos que se había llegado contra ellos que es lo que siempre quiso él defender", dijeron.

El colectivo jesuita no ha dejado de celebrar la noticia, y la Compañía de Jesús ha recordado que con esta sentencia queda "demostrado" que Osmar, por aquel entonces delegado de la Policía Civil —ahora jubilado— "contrató a varios sicarios para ejecutarle, por orden de varios hacendados". Entretanto, el superior de la Plataforma Apostólica Centro Oeste, Antonio Tabosa, ha afirmado que esta condena significa "justicia para un misionero jesuita que dedicó su vida a los indígenas aquí en la región de Matto Grosso", pero también "justicia para sus familares que estuvieron con nosotros en este juicio".

placeholder Juicio por el asesinato de Vicente Cañas (Jesuitas)
Juicio por el asesinato de Vicente Cañas (Jesuitas)

Justicia. Es la palabra que ha resonado durante los últimos días en las inmediaciones del Tribunal Federal regional de Cuiabá (Mato Grosso, cerca de la frontera brasileña con Bolivia). Con esperanza en los momentos previos, con alegría después. Justicia que no solo va para el propio Vicente Cañas ni para sus amigos y familiares, sino también para los pueblos indígenas, a los que tanto cuesta defender sus derechos. 'Kixwí' fue quien más les ayudó para evitar que invadieran sus tierras.

Juicio basado en testimonios

Al juicio acudieron familiares de Cañas desplazados desde España y representantes de la comunidad jesuita. El jurado, compuesto por cuatro hombres y tres mujeres, revertió la decisión de su predecesor años atrás, que absolvió al acusado por seis votos a favor y uno en contra. La denfesa de Cañas basó su defensa en los testimonios de Paulo Tompero y Adalberto Pinto, dos indígenas que al poco de la muerte de Cañas escucharon a uno de los presuntos ejecutores confesar el crimen e implicar a Osmar y a quien le contrató para asesinar al misionero, el propietario de una hacienda de la zona, Pedro Chiquetti.

Foto: Vicente Cañas, cuando ya vivía entre la comunidad indígena Enawenê-nawê. (Jesuitas)

Chiquetti tomó esta determinación porque veía sus intereses amenazados por la defensa de las tierras de los Enawenê-Nawê, liderada por el español 'Kixwí'. En el juicio también testificó Faustino Campoli, compañero de Cañas, que narró la estrecha relación del misionero con los indígenas y cómo le consideraron uno más de su pueblo. "En este caso no sólo se ha juzgado este asesinato sino que simbólicamente trae al presente los muchos crímenes cometidos contra los indígenas durante las últimas décadas en Brasil y que han quedado impunes. La causa indígena en este país sigue enfrentándose hoy a numerosas problemáticas y conflictos que generan la defensa de la tierra de los indios frente a los intereses económicos de la agro-industria", indica la Compañía de Jesús.

placeholder Vicente Cañas, jesuita español asesinado en Brasil (Jesuitas)
Vicente Cañas, jesuita español asesinado en Brasil (Jesuitas)

Junto a la barraca de Cañas fue donde encontraron su cuerpo, momificado, unos 40 días después de ser asesinado, en abril de 1987. Y su cabaña, completamente revuelta. El cráneo, que luego desapareció temporalmente, estaba roto por un duro golpe, y en el abdomen tenía una herida de arma blanca. Además, le habían extraído sus genitales, arrancados o cortados, probablemente para que muriera desangrado. La Compañía de Jesús lo atribuye a un milagro, pero lo cierto es que los animales silvestres no devoraron su cuerpo. Sus amigos no han dejado de valorar su trabajo en Brasil. "Es el misionero contemporáneo que llegó a mayor nivel de inculturación. Nació español, se nacionalizó brasileño y se inculturó Enawenê-nawê".

Han tenido que pasar 30 años para que Vicente Cañas recibiera justicia. El último día de noviembre de 2017, Ronaldo Antônio Osmar, la única persona que podía ser juzgada por su asesinato en 1987, fue condenado a 14 años y tres meses de prisión, once años después de ser absuelto por un jurado popular que consideró que la Fiscalía no tenía suficientes pruebas para sentenciarlo. Su delito: colaboración directa y planificación de emboscada. El nuevo jurado, presidido por el magistrado federal Paulo Cézar Alves Sodré, ha dado la vuelta a un asesinato que había quedado impune durante tres décadas. No obstante, el abogado de Osmar, Valdir Caldas, ha asegurado que recurrirá la sentencia.

Asesinatos Brasil Religión