Mariano Rajoy evitará elevar la cuestión catalana a Bruselas

El suspense se mantiene. La visita mañana del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a Bruselas sigue en pie. Pero a nadie se le escapa que apenas unas horas antes de que dé comienzo la cumbre de líderes europeos, expira el segundo plazo dado al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para que aclare si ha declarado o no la independencia. Y que entonces el Ejecutivo central podría decidir aplicar el artículo 155 de la Constitución, el que permite intervenir de manera directa en la autonomía catalana.

Rajoy ya faltó a la cita de Tallin, celebrada en la víspera del referendo ilegal del 1-O. Pero en esta ocasión no está previsto que renuncie a la oportunidad de dejarse ver con sus socios. Allí estará uno de sus mayores respaldos, el francés Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel y el resto de líderes. Aunque Moncloa mantiene que la cuestión catalana es un asunto interno español que debe ser resuelto en el marco constitucional, sin injerencias externas, será una buena oportunidad para recabar apoyos explícitos al Gobierno en un momento especialmente delicado.

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La cuestión catalana no está en la agenda del encuentro y Mariano Rajoy no pretende pedir la palabra para hablar del asuntos. Y a poco más de 24 horas de que dé comienzo el encuentro, no tiene prevista ninguna reunión bilateral con alguno de sus homólogos. Pero en este tipo de reuniones, siempre hay espacio para conversaciones en los pasillos y en los márgenes. Si alguno de sus colegas le pregunta por Cataluña, Rajoy le explicará cuál es la situación. Pero poco más.

La estrategia es clara: no elevar al más alto nivel europeo la cuestión catalana. Todo lo contrario de lo que busca la Generalitat catalana, que este jueves ha organizado una visita sorpresa de su consejero de Asuntos Exteriores de la Generalitat de Cataluña, Raül Romeva. En el encuentro, previsto inicialmente para solo prensa extranjera y en la que no se ha dado la palabra a medios españoles, Romeva ha expuesto el argumentario catalán y criticado duramente al Gobierno español. También ha dejado una advertencia: no pretenden dar marcha atrás.

La presencia de Romeva en Bruselas es incluso más llamativa, ya que coincide con la presentación oficial de la candidatura de Barcelona a albergar la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), a la que no acude ningún alto representante de la Generalitat. Al evento, que se celebrará en la Representación de España ante la Unión Europea, acude la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat. Por parte del Ayuntamiento de Barcelona estará presente el segundo teniente alcalde, Jaume Collboni, pero la Generalitat ha optado por enviar a un técnico, no a un representante político.