Trump desata otra crisis nuclear: cancelará el acuerdo con Irán si no hay cambios
Nueva estrategia de Washington destinada a “neutralizar” la “influencia desestabilizadora” de Irán. Si el Congreso no logra corregir los “defectos” del acuerdo nuclear, Trump abandonará el pacto
Nueva estrategia de Washington destinada a “neutralizar” la “influencia desestabilizadora” de Irán. Tras nueve meses de deliberaciones con su equipo de seguridad, Donald Trump ha anunciado su nueva hoja de ruta para la República Islámica, cuyas líneas maestras buscan “negar al régimen iraní todos los caminos hacia el arma nuclear”. El presidente aseguró este viernes que no cree que el acuerdo nuclear con Irán esté en el "interés nacional" de su país y pidió al Congreso y a sus aliados internacionales trabajar con él para corregir los "defectos graves" del pacto alcanzado en 2015. Por ello, su política hacia Irán "afrontará las acciones hostiles" de ese "régimen fanático" que ha sometido a su pueblo y es "el principal patrocinador del terrorismo" en el mundo.
Si no logra corregir los "defectos" del acuerdo mediante la acción del Congreso o negociaciones internacionales, abandonará el pacto, dijo Trump durante un discurso en la Casa Blanca para desvelar su estrategia. "En caso de que no podamos llegar a una solución, el acuerdo se cancelará", afirmó. Por el momento, el presidente no elimina el acuerdo cerrado por Barack Obama, tal y como prometió en campaña, pero pide al Congreso que marque "líneas rojas" al pacto mediante una enmienda de ley que establezca que, si Teherán comete ciertas acciones, Washington impondrá automáticamente sanciones.
En definitiva, Trump elimina la certificación gubernamental de que el pacto multilateral está “en el interés nacional de Estados Unidos”, lo que abre una revisión de 60 días en el Congreso, que debe considerar el siguiente paso y la posible imposición de sanciones a Teherán.
La nueva estrategia persigue tres objetivos principales: revisar el acuerdo –el Plan Integral de Acción Conjunto– para impedir que Irán desarrolle un arma nuclear, poner el programa de misiles balísticos de la República Islámica en la diana y contrarrestar las actividades que, según Washington, contribuyen a desestabilizar Oriente Medio. Además, el Gobierno de Estados Unidos sancionará al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC) por "su apoyo al terrorismo", lo que sin duda disparará las tensiones con Teherán. El comandante del IRGC, el general Mohamad Ali Yafarí, advirtió esta semana que las bases y tropas de EEUU desplegadas en Oriente Medio estarán en peligro si les impone sanciones.
Las sanciones que prepara el Departamento del Tesoro afectarán también a tres compañías iraníes y una china que, según Washington, tienen "lazos" con el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución iraní. Washington ya sancionó en 2007 por "terrorismo" a la Fuerza Al Quds, la unidad de élite y de operaciones internacionales de la Guardia Revolucionaria. Sectores conservadores de Estados Unidos y el principal 'lobby' proisraelí, el AIPAC, habían presionado desde entonces para extender el 'castigo' al IRGC.
Durante meses la comunidad internacional ha sostenido que Teherán está cumpliendo con los compromisos alcanzados en el acuerdo de 2015. "Debo subrayar que, en este momento, un acuerdo de no proliferación nuclear es un instrumento estratégico en manos de la comunidad internacional. Ya tenemos una potencial crisis nuclear (Corea del Norte), sin duda no necesitamos meternos en una segunda", señaló en septiembre Federica Mogherini, máxima responsable de la diplomacia de la Unión Europea. Los expertos sostienen que suspender el acuerdo no solo pondría en peligro la capacidad de EEUU para influir en los acontecimientos globales: también convertiría a Estados Unidos en un socio poco fiable en futuras negociaciones, especialmente en el caso de Corea del Norte.
"Cualquiera que esté observando pensará: cómo puedes esperar que Corea del Norte se siente en la mesa de negociaciones si al mismo tiempo demuestras que los acuerdos que negociaste son papel mojado", declara Gerald Feierstein, exembajador de EEUU en Yemen y subsecretario adjunto principal en el Departamento de Estado, a la CNN.
Sobre el acuerdo rubricado por Teherán junto a EEUU, Rusia, China, Francia, Alemania y Reino Unido, Trump apunta en un documento que "las actividades del régimen iraní han socavado severamente cualquier contribución positiva a la 'paz y seguridad regional e internacional' que el Plan Integral de Acción Conjunto (JCPOA) trató de lograr".
Entre otras cosas, denuncia que "los propios líderes militares iraníes han declarado públicamente negarse a permitir inspecciones de sus instalaciones militares por parte de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA)", lo que, según Trump, socava los compromisos de Irán sobre el acuerdo. "Este comportamiento no puede ser tolerado; el acuerdo debe ser estrictamente aplicado, y el OIEA debe utilizar plenamente sus autoridades de inspección", añade.
Nueva estrategia de Washington destinada a “neutralizar” la “influencia desestabilizadora” de Irán. Tras nueve meses de deliberaciones con su equipo de seguridad, Donald Trump ha anunciado su nueva hoja de ruta para la República Islámica, cuyas líneas maestras buscan “negar al régimen iraní todos los caminos hacia el arma nuclear”. El presidente aseguró este viernes que no cree que el acuerdo nuclear con Irán esté en el "interés nacional" de su país y pidió al Congreso y a sus aliados internacionales trabajar con él para corregir los "defectos graves" del pacto alcanzado en 2015. Por ello, su política hacia Irán "afrontará las acciones hostiles" de ese "régimen fanático" que ha sometido a su pueblo y es "el principal patrocinador del terrorismo" en el mundo.