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Johnson da oxígeno a May: la batalla por el liderazgo se retrasa hasta conseguir el Brexit
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Johnson da oxígeno a May: la batalla por el liderazgo se retrasa hasta conseguir el Brexit

Tras haber boicoteado cada una de las intervenciones que May ha realizado sobre el Brexit, el polémico ministro tenía dos opciones: aceptar la responsabilidad colectiva o dimitir

Foto: El secretario de Exteriores, Boris Johnson, tras su conferencia en el congreso del Partido Conservador, en Manchester. (Reuters)
El secretario de Exteriores, Boris Johnson, tras su conferencia en el congreso del Partido Conservador, en Manchester. (Reuters)

Sus frases son memorables: “Si votas por un 'tory', tu coche irá más rápido y tu novia tendrá una talla más de sujetador” o “Los partidarios del Ukip son el tipo de personas que acuden a urgencias con lesiones provocadas por un abuso de la aspiradora”. No cabe duda de que el actual responsable de la diplomacia británica, Boris Johnson, siempre ha sabido dar un gran titular. Aunque la expectación ante el discurso que este martes ofrecía en el congreso anual del Partido Conservador iba más allá porque, al fin y al cabo, dependiendo de sus palabras empezaba o no la batalla por el liderazgo de la formación.

Tras haber boicoteado en las últimas semanas cada una de las intervenciones que la 'premier' Theresa May ha realizado sobre el Brexit, el polémico ministro llegaba a la cita de Manchester presionado con dos opciones: aceptar la responsabilidad colectiva o dimitir. Finalmente, el euroescéptico ofreció un mensaje de lealtad y aseguró que tanto él como el resto del gabinete apoyaban “cada sílaba” del discurso de Florencia que May ofreció el mes pasado en un intento por desbloquear las negociaciones con Bruselas.

Pero el polifacético ministro no da puntada sin hilo y aunque no pronunció un discurso de líder potencial de pleno derecho, tampoco hizo muchos esfuerzos para disimular el hecho de que tiene una agenda alternativa. Ignoró en su mayoría los asuntos exteriores para atacar las políticas económicas del Partido Laborista, que ha conseguido mover en el Reino Unido el centro de gravedad electoral hacia la izquierda. Asimismo, quiso renovar el optimismo ante el complicado divorcio con el bloque. "Somos una nación esencialmente europea, posiblemente el país europeo más influyente del mundo", dijo. "Y pensamos seguir siéndolo: no nos vamos a retirar, vamos a reforzar nuestra posición".

Con todo, no hizo mención a la controvertida entrevista que dio el sábado pasado a 'The Sun' donde, una vez más, volvió a apartarse de las directrices de la primera ministra. En declaraciones al tabloide, Johnson apostó por no acatar la normativa comunitaria durante el periodo de transición de dos años que Londres ha ofrecido tras el Brexit y rechazó la idea de realizar más pagos a Bruselas cuando termine ese plazo a fin de conservar el acceso al mercado único.

placeholder La 'premier' Theresa May ante Boris Johnson en una sesión de la Asamblea General de la ONU. (Reuters)
La 'premier' Theresa May ante Boris Johnson en una sesión de la Asamblea General de la ONU. (Reuters)

En definitiva, dio algo más de oxígeno a May -que no estuvo presente en las gradas, marcando distancias- pero dejó fácil leer entre líneas: recordó que podía hacerlo mejor que nadie. Según una encuesta elaborada por YouGov, el jefe de la diplomacia británica es el favorito para suceder a la actual líder conservadora.

Pero, por encima de todo, el 'tor'y fue divertido y optimista, consiguiendo lo que nadie había logrado hasta ahora: animar al público. El ambiente que se respira en el congreso no puede ser más gris. A diferencia de la imagen de unidad y jubilo que ofrece estos días la oposición laborista, los conservadores viven una auténtica guerra civil y nadie espera que May vaya a ser recibida con especial entusiasmo este miércoles cuando pronuncie el discurso de clausura.

Desde que perdiera la mayoría absoluta en las elecciones de junio (que ella misma anticipó), la 'premier' no cuenta con ningún tipo de autoridad y las negociaciones del Brexit no avanzan. La única razón por la aún sigue en Downing Street es porque ninguno de sus ministros se atreve a llamar a una revuelta interna que pudiera terminar con Jeremy Corbyn en el Número 10. Las encuestas revelan que, de celebrarse ahora otros comicios, los laboristas ganarían con un 42% del voto.

Los conservadores viven una auténtica guerra civil y nadie espera que May vaya a ser recibida con especial entusiasmo este miércoles

“La gente empieza a darse cuenta de que tenemos una gran crisis existencial", aseguraba de manera anónima a 'The Times' un veterano diputado 'tory'. "Por primera vez en mi vida el partido tiene menos de 100.000 miembros y la edad promedio es más de 70", matiza.

En unas sorprendentes declaraciones, May entonó recientemente el “mea culpa” y admitió que al propio Partido Conservador le pilló fuera de juego su anuncio de adelantar las urnas. Reconoció que todo estuvo “muy centralizado” y no hubo la conexión adecuada con las campañas locales.

De ahí que ahora quiera centrar el congreso anual en cuestiones domésticas. Pero sus intentos son en vano porque la salida del bloque y la guerra civil entre las filas siguen siendo los grandes protagonistas.

Y en este sentido, los comentarios que los ministros hacen al respecto entre bambalinas acaparan más titulares que los discursos oficiales. Durante una entrevista a Sky News, el responsable del Tesoro, Philip Hammond, admitía que "había diferencias de opinión" en el Gobierno a la hora de abordar el divorcio y aunque cerraba filas en torno a May, durante a su viaje a Escocia la semana pasada, se negó hasta en cuatro ocasiones a apoyarla públicamente como candidata tory para la cita con las urnas prevista en 2022.

placeholder La primera ministra británica, Theresa May, llega para participar en la tercera jornada del congreso del Partido Conservador en Mánchester. (EFE)
La primera ministra británica, Theresa May, llega para participar en la tercera jornada del congreso del Partido Conservador en Mánchester. (EFE)

Una de las teorías que cobra cada día más fuerza es que los 'tories' permitirían a May estar en el cargo hasta 2019 -cuando supuestamente terminan las negociaciones del Brexit- para luego reemplazarla de cara a las próximas generales.

Aunque para eso se tendría que cumplir primero el calendario fijado con Bruselas y, hoy por hoy, se antoja un tanto complicado. Coincidiendo precisamente con el congreso anual del Partido Conservador, los partidos de la Eurocámara votaron este martes a favor de una resolución que determina que las conversaciones no han progresado lo suficiente para pasar a la segunda fase, la del futuro acuerdo bilateral, que el Gobierno británico quiere iniciar cuanto antes para demostrar a sus electores los posibles beneficios de la salida.

La UE espera que May ceda tanto en la factura como en el papel del Tribunal Europeo de Justicia

Es cierto que la votación en Estrasburgo no es vinculante. Pero refleja de alguna manera los ánimos de la UE y no hay que olvidar que el Parlamento Europeo tendrá que votar en última instancia el acuerdo de divorcio.

En este sentido, según 'The Times', la UE espera que la 'premier' ceda tanto en la factura como en el papel del Tribunal Europeo de Justicia tan pronto como termine el congreso 'tory'. El rotativo asegura que antes no puede mover ficha porque eso provocaría aún más malestar entre los suyos.

En cualquier caso, el ministro del Brexit, David Davis, recalcó este martes que Reino Unido "estará preparado" en el caso de que no se llegue a un pacto satisfactorio con Bruselas. Durante su discurso en la conferencia afirmó que se está diseñando "un plan de contingencia" de forma que el país "esté preparado para cualquier desenlace". "Si el resultado de la negociación está por debajo de lo que el Reino Unido necesita, estaremos listos para la alternativa", advirtió el ministro euroescéptico en vísperas de que empiece la semana próxima la quinta ronda de negociaciones con la Comisión Europea. "No lo hacemos porque queremos, sino porque debemos hacerlo", incidió.

Sus frases son memorables: “Si votas por un 'tory', tu coche irá más rápido y tu novia tendrá una talla más de sujetador” o “Los partidarios del Ukip son el tipo de personas que acuden a urgencias con lesiones provocadas por un abuso de la aspiradora”. No cabe duda de que el actual responsable de la diplomacia británica, Boris Johnson, siempre ha sabido dar un gran titular. Aunque la expectación ante el discurso que este martes ofrecía en el congreso anual del Partido Conservador iba más allá porque, al fin y al cabo, dependiendo de sus palabras empezaba o no la batalla por el liderazgo de la formación.

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