Primeros progresos en el Brexit: Londres pisa a fondo y Bruselas echa el freno
Seis meses les ha costado a Reino Unido y la Unión Europea ponerse de acuerdo en una cuestión básica: las negociaciones del Brexit, ahora sí, están dando sus primeros frutos
Seis meses les ha costado al Reino Unido y la Unión Europea (UE) ponerse de acuerdo en una cuestión básica: las negociaciones del Brexit, ahora sí, están dando sus primeros frutos. El cuarto careo entre los equipos negociadores de ambas partes, que ha terminado este jueves, ha sido “constructivo”. “Ha sido una ronda de negociaciones vital (…) estados dando pasos adelante decisivos”, ha asegurado el británico David Davis al término de la misma.
El optimismo de Davis se ha visto matizado por la cautela de su contraparte europea, Michel Barnier. Si hace dos meses los equipos negociadores no eran capaces de ponerse de acuerdo siquiera sobre el día en el que iban a sentarse a conversar, tras el discurso que la 'premier' Theresa May dio la semana pasada en Florencia las cosas ahora se van encarrilando. Pero para los europeos no es suficiente.
May ha apostado por un periodo de transición de dos años, para evitar que el 29 de marzo 2019 -cuando debería formalizarse automáticamente el Brexit- Reino Unido salga de la UE de manera brusca, sin haber tenido el tiempo para dejar todos los cabos atados e impedir serias disrupciones en cuestiones tan delicadas como la gestión de las fronteras o del espacio aéreo.
Los líderes europeos, que esta noche se verán las caras con May en una cena previa a la cumbre informal de Tallin, no ven con malos ojos la propuesta. De hecho, en los pasillos de Bruselas se asume que este periodo tendrá que ser incluso mayor, para poder cerrar todas las negociaciones. Sin embargo, no hay consenso en las condiciones.
Los Veintisiete tampoco ven nada claro entrar a discutir el futuro acuerdo comercial que regulará las relaciones entre la UE y Reino Unido tras el Brexit antes de tener acordadas las tres cuestiones básicas del divorcio. En una de ella, los derechos de los europeos que se queden en el Reino Unido tras el Brexit y viceversa, se han logrado esta semana algunos progresos concretos.
Londres ha aceptado que el acuerdo que cierre con Bruselas para su salida de la UE -con sus términos- sean incorporados a la legislación británica, para dar “certidumbre” a los ciudadanos europeos que se queden en Reino Unido una vez que se consume el Brexit.
Sin embargo, Londres sigue rechazando la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE, requisito exigido por los europeos para asegurar que sus derechos quedan blindados y no podrán ser mermados a capricho de los sucesivos gobiernos británicos.
La UE quiere también compromisos más tangibles en los otros dos asuntos que considera clave: las cuentas por saldar -entre 60.000 y 100.000 millones de euros espera Bruselas de Londres- y cómo garantizar que la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte siga siendo fluida. Sin pasos en este sentido, los líderes europeos no podrán considerar que se ha avanzado lo suficiente como para iniciar en paralelo las conversaciones sobre el acuerdo comercial.
Para Barnier, pese a los progresos hechos esta ronda, a este ritmo puede llevar “semanas o incluso meses” dar este paso. Un golpe para las esperanzas de los británicos, que aspiran a que los líderes europeos den su beneplácito al inicio de las negociaciones comerciales en la cumbre que celebrarán en Bruselas el 19 y 20 de octubre.
“El Consejo Europeo deberá concluir que no ha habido “avances suficientes” (…), a no ser que la quinta ronda negociadora suponga un cambio significativo”, avisa el Parlamento Europeo, institución que tiene el poder de vetar el acuerdo final entre la UE y Reino Unido.Y es muy improbable que en esta última ronda, que se celebrará del 9 al 12 de octubre, se recupere el tiempo perdido.
No obstante, May aprovechará el encuentro en Tallin con sus socios para defender su posición, con la esperanza de dar un nuevo impulso a unas negociaciones que dan señas de deshielo, pero logran pocos avances.
Seis meses les ha costado al Reino Unido y la Unión Europea (UE) ponerse de acuerdo en una cuestión básica: las negociaciones del Brexit, ahora sí, están dando sus primeros frutos. El cuarto careo entre los equipos negociadores de ambas partes, que ha terminado este jueves, ha sido “constructivo”. “Ha sido una ronda de negociaciones vital (…) estados dando pasos adelante decisivos”, ha asegurado el británico David Davis al término de la misma.
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