Primeras grietas en la ultraderecha alemana: Petry renuncia por sorpresa a su escaño

Las divisiones internas en el seno de la ultraderecha alemana se han cobrado su primera víctima. Frauke Petry, copresidenta de Alternativa para Alemania (AfD) y uno de los rostros más mediáticos de esa formación política, anunció hoy por sorpresa que no se unirá al grupo parlamentario de su partido en el Bundestag. Y todo después de que el partido se haya convertido en la tercera fuerza en el Parlamento, con el 13% de los votos.

Petry, que atraía el voto de abstencionistas y conservadores, está considerada como una 'moderada' entre radicales, la cara más amable de un partido cuyos líderes tachan de "vergüenza" haber levantado el Memorial a las Víctimas del Holocausto en el centro de Berlín o proponen suspender la Convención de Ginebra para que Alemania no acoja refugiados.

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Petry, que logró ayer un escaño por el estado de Sajonia, anunció su decisión en rueda de prensa sin haberla comunicado antes a los otros dirigentes del partido que comparecían junto a ella y se remitió a las diferencias entre las distintas alas de la formación política. La copresidenta de AfD, que se levantó de la sala sin esperar a las preguntas, explicó que las discrepancias dentro del partido no son un problema cuando se está en la oposición, pero sí cuando se quiere llegar al Gobierno, lo que es su objetivo, por lo ha preferido no sentarse en el Bundestag (cámara baja) junto a sus compañeros.

No es la primera vez que Petry da una desagradable sorpresa a sus compañeros de partido. El pasado abril renunció a liderar el proyecto días antes del congreso de la formación. Ya entonces, muchos politólogos destacaron que Petry y su mensaje 'moderado' eran lo que había llevado a AfD a lograr las mayores cotas de popularidad que ha cosechado una formación ultraderechista en Alemania desde la II Guerra Mundial.

Es probable que el programa de AfD se radicalice si Petry abandona definitivamente. La lucha en el seno del partido, que lleva mascándose en la formación desde principios de año, es precisamente una batalla entre los denominados moderados y los radicales, el sector que el politólogo aleman Hajo Funke -autor de 'Sobre ciudadanos indignados y pirómanos'- denomina el "núcleo duro", liderado por Jörg Meuthen y que ha conseguido inclinar más hacia la derecha el partido.

Hoy, las caras de sus colegas dejaron claro que desconocían la intención de Petry de soltar su "bomba", como la describió el copresidente Meuthen, el día en el que el partido celebraba su irrupción en el Bundestag como tercera fuerza política, apoyado en el 12,6 % de los votos. Meuthen precisó que Petry no había dado "la espalda al partido" y que únicamente había anunciado que no formará parte del grupo parlamentario, de lo que, dijo, tomaban nota. Rechazó además la existencia de una bipolaridad en el partido.

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El candidato de AfD en los comicios Alexander Gauland recordó que Petry había tomado su decisión en solitario y señaló que no necesariamente habrá otros diputados que vayan a seguir sus pasos. Meuthen, Gauland y la otra cabeza de lista del partido, Alice Weidel, se esforzaron en destacar su triunfo electoral y el apoyo logrado de los votantes para convertirse en la voz de la oposición en el Bundestag