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El extraño caso de la joven que murió en el congelador de un conocido hotel de Chicago
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KENNEKA JENKINS TAN SÓLO TENÍA 19 AÑOS

El extraño caso de la joven que murió en el congelador de un conocido hotel de Chicago

Un raro suceso ha hecho que la ciudad norteamericana esté conmocionada por la muerte de Kenneka Jenkins en extrañas circunstancias mientras celebraba haber conseguido trabajo

Foto: Kenneka Jenkins, de 19 años, es la joven que perdió la vida en Chicago
Kenneka Jenkins, de 19 años, es la joven que perdió la vida en Chicago

Kenneka Jenkins se ha convertido en el último caso sin resolver que mantiene en vilo a Estados Unidos. Esta joven, de 19 años, perdió la vida en un hotel de Chicago sin que se hayan podido descubrir, a fecha de hoy, los motivos que le llevaron a fallecer en soledad dentro una sala frigorífica. Ni los testigos ni las cámaras de seguridad han ofrecido datos suficientes para esclarecer lo sucedido, en un caso donde las dudas surgen para aumentar el misterio.

Todo ocurrió el sábado 9 de septiembre en el Crowne Plaza Chicago O'Hare, un hotel cercano al aeropuerto de la ciudad, donde Jenkins acudió a un fiesta para celebrar su nuevo trabajo en un geriátrico. Sobre las 11:30 horas, la joven salió de casa de sus padres en dirección al citado lugar, donde sus amigos le habían preparado una sorpresa para felicitarla por su nueva ocupación laboral. Sería a partir del mediodía cuando la 9ª planta de ese hotel acogería la fiesta.

Foto: Elisa durante el perturbador vídeo del Cecil Hotel

Durante las primeras horas de la celebración, la joven colgó un primer vídeo en sus redes sociales, donde se la puede ver junto a una amiga vestida con unos vaqueros rotos y un top blanco, muy sonriente y feliz. Algunas horas más tarde, volvió a grabar un nuevo documento, esta vez un Facebook Live, en el que se la ve disfrutando de la fiesta... pero que da comienzo al misterio. En un momento, se la escucha decir 'Ayudadme, ayudadme' entre risas: ¿era sólo una broma?

Lo cierto es que ese vídeo, que han visto más de 4 millones de usuarios, da inicio a las sospechas sobre lo que pasó. Las cámaras de seguridad y los vídeos de la joven no muestran ninguna actitud anormal hasta las 1:13 horas de la noche. Es entonces cuando la joven le dice a sus amigas que va a su coche un momento, mientras que las imágenes la muestran caminando por el hotel con un grupo de personas no identificado mientras escribe un mensaje a su hermana.

Las cámaras la pierden de vista durante un par de horas, hasta que vuelve a aparecer a las 3:27 horas. Es entonces cuando se la ve claramente mareada y sin control de sus emociones, en lo que aparentemente parece un estado de embriaguez que la impide caminar con normalidad, necesitando las paredes y el mobiliario para avanzar. Las sospechas empiezan a surgir: sus amigos y su familia saben que la joven no bebe, pues no tolera bien el alcohol. ¿Lo hizo por voluntad propia?

Muchas preguntas sin respuesta

En esas imágenes ofrecidas por la policía de Chicago, se puede ver a la joven tambaleándose por el pasillo, a través del que termina llegando a la cocina. Es a las 3:32 horas cuando la cámara la capta llegando allí, una estancia que parece completamente vacía, hasta que sale del plano. Su destino es claro: pocos segundos después, la chica termina entrando -quién sabe si por error, por deseo propio o por el afán de huir- en una cámara frigorífica en la que terminaría perdiendo la vida.

Poco más de media hora después, los amigos de la joven contactan con la familia para preguntar si saben algo de la joven, a la que han perdido de vista y no encuentran. Pero el cuerpo de Kenneka Jenkins no será hallado hasta la 01:00 del domingo, casi un día después. A falta de los resultados de una autopsia que revele más datos sobre lo ocurrido, la familia de la joven fallecida aún tiene muchas preguntas para las que no hay respuesta.

¿Quién era ese grupo que la acompañaba? ¿Intentaron emborracharla con algún fin o bebió ella por decisión propia? ¿Por qué no hay cámaras de seguridad en la zona frigorífica en la que falleció? ¿Pudo, en tal estado de embriaguez, abrir las pesadas puertas de la cámara refrigerada ella sola? ¿Trataba de huir o confundió la puerta con la de un ascensor? Muchas dudas que no tienen respuesta aún y que mantienen en vilo a Chicago tras el fallecimiento de la joven Kenneka Jenkins.

Kenneka Jenkins se ha convertido en el último caso sin resolver que mantiene en vilo a Estados Unidos. Esta joven, de 19 años, perdió la vida en un hotel de Chicago sin que se hayan podido descubrir, a fecha de hoy, los motivos que le llevaron a fallecer en soledad dentro una sala frigorífica. Ni los testigos ni las cámaras de seguridad han ofrecido datos suficientes para esclarecer lo sucedido, en un caso donde las dudas surgen para aumentar el misterio.

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