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Juicio en Estambul: un día con la familia del periodista más crítico de Turquía
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en el país hay 170 periodistas encarcelados

Juicio en Estambul: un día con la familia del periodista más crítico de Turquía

El proceso contra empleados y directivos del diario Cumhuriyet está destinado a servir de ejemplo a otros reporteros críticos. Entre los acusados destaca un nombre: el veterano Ahmet Sik

Foto: Miembros de la Gendarmería turca custodian el complejo de la cárcel y el tribunal de Silivri durante el juicio a los trabajadores del diario Cumhuriyet, el 11 de septiembre de 2017. (Reuters)
Miembros de la Gendarmería turca custodian el complejo de la cárcel y el tribunal de Silivri durante el juicio a los trabajadores del diario Cumhuriyet, el 11 de septiembre de 2017. (Reuters)

Esta es la 25ª vez que Bülent Sik hace este mismo trayecto. Desde el centro de Estambul hasta la prisión de Silivri, conduce 80 km. a las 7 de la mañana para ver y apoyar a su hermano, Ahmet Sik, el periodista de investigación más acosado de Turquía. Este día se celebra la segunda vista del juicio contra los 17 periodistas del diario más longevo y crítico del país, el Cumhuriyet, el caso paradigma de los estragos del Gobierno contra la libertad de expresión. En los últimos dos años, han acabado entre rejas a 170 informadores y se han clausurado 185 medios de comunicación.

“Mi hermano es el símbolo de la represión del poder”, afirma a El Confidencial Bülent Sik mientras viaja hacia Silivri, “siempre ha estado en el punto de mira por haber denunciado las violaciones del Gobierno”. Como explica Bülent, esta no es la primera vez que Ahmet Sik cumple prisión preventiva. El manuscrito de su libro “El ejército del Imán” (2011) le mantuvo encerrado durante 12 meses en la misma prisión. En las páginas del libro, el periodista denunciaba la infiltración de la organización de Fethullah Gülen (a quien Turquía acusa de estar detrás del golpe fallido del año pasado) en las fuerzas de seguridad del estado.

Pero el pasado 29 de diciembre, Ahmet fue detenido por intentar, supuestamente, encubrir a los gülenistas. En varios tuits, ponía en cuestión la tesis oficial sobre el asesinato del embajador ruso en Ankara. La acusación concluyó que el crimen había sido perpetrado por una red gülenista mientras que Sik señaló a un grupo yihadista (Al Nusra) infiltrado en la policía. El fiscal estimó que estaba protegiendo a los seguidores de Gülen.

Foto: El exdirector de la revista política 'Nokta', Cevheri Güven, quien huyó a Grecia tras ser condenado.

“Primero le detuvieron por un tuit y le acusaron de vínculos con FETÖ [el nombre oficial dado por el Gobierno turco a la organización de Gülen], el PKK [la guerrilla separatista kurda] y el DHKP-C [un grupo armado de ultraizquierda]. Pero los cargos han ido cambiando”, repasa el hermano, “¡Es absurdo!”. Bülent insiste en la incongruencia de la acusación, que señala vínculos con organizaciones tan dispares como una marxista-comunista, una separatista kurda y otra islamista transnacional [consideradas grupos terroristas por Turquía]. La imputación de Sik, que se enfrenta a una pena de entre 7’5 a 15 años de prisión, es un ejemplo de la arbitrariedad de la justicia en Turquía a la hora de incriminar a oponentes.

La segunda vista del juicio más sonado contra la prensa del país se celebró lejos de Estambul, en una sala próxima al conjunto carcelario de Silivri. En la apertura del juicio, el pasado 24 de julio, el tribunal decidió liberar a 7 de los acusados, hasta que se dicte el veredicto final. El escrito de la acusación, en el que se citan titulares, artículos periodísticos y escritos en redes sociales, mantiene que los informadores utilizaron su profesión para legitimar a grupos terroristas, como los tres mencionados.

Frente a la entrada se agolpaban grupos de asistentes a los que las fuerzas de seguridad no dejaban entrar por haberse superado el límite de asistentes. A la sesión acudió el sindicato de abogados, una comitiva del partido opositor CHP, multitud de prensa extranjera y observadores de Reporteros Sin Fronteras. Un importante despliegue de la gendarmería turca y de las fuerzas especiales custodiaba la entrada, ya que dentro se juzgaban crímenes de terrorismo. “Terminaremos con los obstáculos para garantizar el derecho del pueblo a acceder a noticias y la libertad de prensa”, leían un grupo de abogados frente al tribunal.

placeholder Bülent Sik, hermano del periodista acusado Ahmet Sik. (P. Cebrián)
Bülent Sik, hermano del periodista acusado Ahmet Sik. (P. Cebrián)

"Ahmet siempre será sospechoso"

Ahmet siempre será un individuo sospechoso y un opositor para cualquier gobierno”, declaró el abogado de la defensa Fiket Ilkiz, “él es el arrestado de cualquier era, el arrestado de todos los tiempos. Si el periodismo es un crimen, entonces toda su vida es una acción criminal”. En su declaración, breve pero intensa, Sik insistió en que la única causa de su encarcelamiento es haber hecho periodismo, haber puesto en duda la tesis oficial de que los gulenistas asesinaron al embajador. “Estoy en la cárcel para permitir que una dinastía mafiosa se labre un futuro en este país”, concluyó desde el atril.

La bancada de familiares y amigos la formaban los rostros más conocidos de la lucha por la libertad de expresión en el país. Columnistas, caricaturistas e informadores del Cumhuriyet que ya han pasado por prisión. Uno de ellos, Bülent Utku, abogado del grupo y miembro de la dirección, recordó a El Confidencial la responsabilidad de que se haga justicia: “Este es un caso político y se está utilizando de ejemplo. Es una amenaza para toda la prensa del país”. Erdem Gül, el corresponsal de la publicación en Ankara, que compartió celda con el exdirector Can Dündar, destacó la necesidad de mantener la dignidad. “Si pudiera darles un consejo a los cinco compañeros sería que se lo tomen con humor, como si se tratara de una comedia. Aquí fuera todo es mucho más peligroso”, declaró a EC.

En las más de 12 horas que duró la sesión, primero declararon varios testigos, compañeros del periódico, a los que el fiscal inquirió sobre las supuestas dificultades económicas que atraviesa la fundación del grupo para alegar un cambio en la línea editorial que pudiera justificar vínculos con los grupos terroristas. Después de la aportación de los testigos, los acusados enunciaron su defensa: Ahmet Sik, redactor; Kadri Gürsel, columnista; Akin Atalay, director; Murat Sabuncu, editor general; y Emre Iper, contable.

Foto: Erdogan en un mitin

Kadri Gürsel, cuya imputación se basa en conexiones telefónicas que mantuvo con supuestos gulenistas, expuso los datos de sus facturas telefónicas para desarticular los cargos. “Me culpan de 98 comunicaciones (…) En 81 de ellas nunca contesté”, declaró en varias ocasiones. Gürsel se mostró víctima de una campaña de gente que intentó localizarle para denunciar las detenciones de sus familiares. “Soy una figura pública”, insistió. “Ahora, la mitad de las personas que me contactaron están libres pero yo, que mi crimen ha sido comunicarme con ellos, sigo en prisión”.

“Sabemos la presión política que tenéis”, declaró Atalay con la mirada fija en el tribunal, “pero estáis llenando de barro este país, y cada vez que intentamos nadar y salir a flote nos ahogamos un poco más”. “Soy el editor general desde hace 12 meses y llevo 10 y medio en prisión”, recordó Murat Sabuncu para desmontar su inculpación. La mayor ovación entre los asistentes la motivó el abogado de Atalay cuando se dirigió al fiscal: “Usted insiste en que los cinco acusados continúen en prisión porque hay riesgo de que se fuguen de Turquía… Pero lo que usted no entiende es que ellos nunca se irán y que estos periodistas están siendo hoy juzgados precisamente por amar a este país”.

Tras varias pausas para deliberar y, con grandes esperanzas de los amigos y familiares, el tribunal se pronunció en contra de la puesta en libertad de ninguno de los acusados. La vista se pospuso para el 25 de septiembre y el juez remarcó la falta de unanimidad en contra de la liberación de Kadri Gürsel, que podría ser el próximo periodista del caso Cumhuriyet en volver a pisar la calle.

* En una versión anterior, el artículo señalaba que la actual acusación contra Sik es pertenencia y vínculo a DHKP-C y a FETÖ; pero el abogado de la defensa ha confirmado que se trata de ayudar y ser cómplice de PKK, DHKP-C y FETÖ.

Esta es la 25ª vez que Bülent Sik hace este mismo trayecto. Desde el centro de Estambul hasta la prisión de Silivri, conduce 80 km. a las 7 de la mañana para ver y apoyar a su hermano, Ahmet Sik, el periodista de investigación más acosado de Turquía. Este día se celebra la segunda vista del juicio contra los 17 periodistas del diario más longevo y crítico del país, el Cumhuriyet, el caso paradigma de los estragos del Gobierno contra la libertad de expresión. En los últimos dos años, han acabado entre rejas a 170 informadores y se han clausurado 185 medios de comunicación.

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