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China, a la caza del norcoreano: más de 40 desertores detenidos en dos meses
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Pekín busca frenar las redes que los ayudan a cruzar

China, a la caza del norcoreano: más de 40 desertores detenidos en dos meses

Es difícil, pero algunos lo consiguen: según los datos de Estados Unidos, entre 30.000 y 50.000 norcoreanos tienen el estatus legal de refugiado en China. Muchos,

Foto: Frontera entre China y Corea del Norte (EFE)
Frontera entre China y Corea del Norte (EFE)

Es difícil, pero algunos lo consiguen: según los datos de Estados Unidos, entre 30.000 y 50.000 norcoreanos tienen el estatus legal de refugiado en China. Muchos, muchos otros están exiliados en el gigante asiático, pero lo hacen sin estatus oficial, escondidos de las fuerzas de seguridad. China, uno de los socios de Corea del Norte, teme que la caída del régimen de Kim Jong-un provoque la llegada de centenares de miles de refugiados más. Y en todo este contexto, China parece haber intensificado su ofensiva contra los norcoreanos que huyen de su país.

Al menos 41 norcoreanos han sido detenidos en los últimos dos meses, según han venido denunciando varios de sus compatriotas refugiados en Corea del Sur y que tiene contactos con algunos de los que se encuentran en China. Los controles de seguridad a ambos lados de la frontera común —con una extensión de casi 1.500 kilómetros— se han incrementado en los últimos cinco años, y el Gobierno chino ha extendido su red de cámaras de videovigilancia en diferentes puntos de la frontera.

Foto: La desertora, Lim Ji-hyun, confiesa su arrepentimiento en una entrevista en Corea del Norte

Esto por la parte china. La norcoreana no ha tenido nada que endurecer: salir del país de forma ilegal sin autorización ya está considerado un delito y castigado con el ingreso en campos de trabajos forzados, instalaciones en las que se han denunciado en numerosas ocasiones casos de tortura, inadecuados cuidados médicos y casos de reos que han muerto de hambre.

"China sabe desde hace muchos años que las fuerzas de seguridad de Corea del Norte utilizan la tortura como política de estado y práctica habitual, y que lleva a prisión a todo el que haya abandonado el país sin permiso", denuncia Phil Robertson, subdirector del programa de Human Rights Watch para Asia. "Al devolverlos a un lugar de toruta y persecución, China está violando claramente el Derecho internacional y sus obligaciones como país que ha ratificado la Convención de Naciones sobre Refugiados".

Entre julio y agosto de 2017, HRW ha podido documentar la detención de al menos 41 norcoreanos en diferentes puntos de la prefectura autónoma dai de Xishuangbanna, ubicada en la frontera china con Laos y Birmania. Ni organismos oficiales ni ONG disponen de cifras oficiales de desertores desde Corea del Norte, pero este reciente número de detenciones es, para HRW, un importante incremento de las cifras: durante el último año, desde julio de 2016 hasta junio de 2017, la ONG había podido documentar el arresto de 51 personas. Lo más preocupante es que entre estos 92 norcoreanos detenidos se encuentran un bebé, once menores de edad y cuatro mujeres de edades avanzadas y con un estado frágil de salud.

En lugar de ser acogidos como refugiados, Pekín califica a los desertores norcoreanos como emigrantes económicos a pesar de que, como parte la Convención de la ONU sobre Refugiados, el país está obligado a ofrecerles protección y seguridad y a permitir el acceso a agencias como ACNUR a todos los norcoreanos refugiados en suelo chino.

placeholder Protesta de desertores norcoreanos en Seúl (Yonhap/EFE)
Protesta de desertores norcoreanos en Seúl (Yonhap/EFE)


Los datos recopilados por HRW apuntan a que desde julio de 2016, China ha repatriado a 37 norcoreanos detenidos en su territorio. Todos estos norcoreanos que regresan, por la fuerza, a su país de origen son acusados de traición a la nación, tal y como califica el Ministerio de Seguridad Popular norcoreano el delito de secesión. Muchos van a prisión, a trabajos forzados y sufren abusos físicos. En el peor de los casos, se enfrentan a pena de muerte.

China refuerza el control

Pero la actuación de China parece no ir sólo hacia la detención de los norcoreanos que hayan logrado atravesar de forma ilegal y sin autorización la frontera, sino que va más allá. Pekín parece estar atacando también a las redes de personas que ayudan a esos norcoreanos a cruzar la linde entre los dos países.

Un misionero cristiano explica a esta ONG que su red de rescate ha perdido en torno al 80% de la capacidad de la que disponía hace tan sólo un año: Pekín ya no detiene únicamente a norcoreanos, también arresta a los miembros de estos organismos que los ayudan en su tarea. Esto, y las nuevas órdenes y directrices de las fuerzas de seguridad han hecho cada vez más difícil la salida de norcoreanos a territorio chino.

Otro activista, cuyo nombre no se menciona por razones de seguridad, participa en una red más discreta y de menor tamaño que la del misionero. Aun así, su capacidad para transportar a norcoreanos ha caído en un 20%: los voluntarios ya no quieren correr el riesgo de trasladar a personas que no conocen.

Foto: El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, durante una visita a una instalación militar en Jangjae. (Reuters)

Estas detenciones, denuncia HRW, suponen un paso atrás en los esfuerzos internacionales por documentar las violaciones de Derechos Humanos que existen en el aislado país, porque impiden "que su propio pueblo le diga al mundo las condiciones que existen en el país". Y la ayuda de China en este contexto es "importante" para el líder norcoreano, Kim Jong-un. "Las repatriaciones forzadas tienen que terminar. Es la hora de que todos los países del mundo presionen a China para que haga lo correcto con los refugiados norcoreanos".

El Informe de 2014 de la Comisión de Investigación de la ONU sobre Derechos Humanos en Corea del Norte indicó que "casi todos los repatriados son objeto de actos inhumanos" al ser considerados "una amenaza para el sistema político y la cúpula" del régimen, que quiere evitar que el país "tenga contacto con el mundo exterior".

Es difícil, pero algunos lo consiguen: según los datos de Estados Unidos, entre 30.000 y 50.000 norcoreanos tienen el estatus legal de refugiado en China. Muchos, muchos otros están exiliados en el gigante asiático, pero lo hacen sin estatus oficial, escondidos de las fuerzas de seguridad. China, uno de los socios de Corea del Norte, teme que la caída del régimen de Kim Jong-un provoque la llegada de centenares de miles de refugiados más. Y en todo este contexto, China parece haber intensificado su ofensiva contra los norcoreanos que huyen de su país.

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