El crimen de Fargo: una pareja, acusada de matar a una embarazada para robar al bebé

La policía de Fargo (Dakota del Norte, EEUU) informó ayer de que una mujer embarazada de ocho meses que desapareció hace 10 días fue "asesinada violentamente", mientras los fiscales acusan a unos vecinos de matarla para quedarse con su recién nacido. La mujer asesinada, Savanna Greywind (22), desapareció el 19 de agosto cuando acudió a un domicilio vecino para ayudar con un "proyecto de costura" en Fargo, de acuerdo con la familia de la joven.

Los vecinos, Brooke Crews (38) y William Hoehn (32) —que son pareja y viven juntos—, aseguraron inicialmente a los policías que investigaban la desaparición de Greywind que Savanna se marchó tras ayudar con la costura. Sin embargo, durante un registro al domicilio el 24 de agosto, los investigadores encontraron a una recién nacida que sería supuestamente la hija de Greywind. Ambos fueron detenidos el jueves pasado, mientras que el bebé ha sido entregado a los servicios sociales.

Tres días después, unos piragüistas encontraron el cuerpo de la joven enganchado a un tronco y envuelto en plástico en el río Rojo del Norte, a su paso por Harwood, cerca de Fargo. Las autoridades también registraron una granja abandonada en la que varios voluntarios de búsqueda hallaron "objetos sospechosos". La autopsia determinó que Greywind fue "asesinada violentamente". Aunque las autoridades no revelaron detalles sobre su muerte ni el parto, el jefe de policía afirmó que Savanna había sido "víctima de un acto de depravación cruel y perverso".

Inicialmente, la vecina detenida —Brooke Crews— declaró ante el tribunal que Savanna había entregado por voluntad propia a su bebé, pero más tarde confesó que se había aprovechado de ella —posiblemente forzando el parto— para quedarse con la recién nacida. El nacimiento de la niña estaba previsto para el 20 de septiembre, y sus padres habían decidido que se llamaría Haisley Jo. El testimonio de Brooke Crews no concuerda con el de su novio, que relató cómo, al llegar a su casa el sábado 19, se encontró a Brooke limpiando restos de sangre en el baño. Hoehn dijo que su novia le presentó a la recién nacida y le dijo: "Este es nuestro bebé, esta es nuestra familia".

Hoehn también confesó que tuvo que sacar varios bolsas de basura del apartamento que contenían toallas y zapatos ensangrentados para esconder las pruebas. Ambos detenidos han sido acusados de secuestro, asesinato y dar información falsa a la policía. Ninguno de los dos se declaró inocente durante el juicio del lunes pasado, en que se estableció una fianza de dos millones de dólares para cada uno de los sospechosos. Los detenidos apenas mostraron signos visibles de arrepentimiento, aunque Hoehn manifestó que la cifra de la fianza era, a su parecer, "inalcanzable para cualquier persona normal".

Aunque Crews y Hoehn han admitido finalmente que el recién nacido pertenecía a Greywind, las autoridades le están realizando pruebas de ADN antes de entregarlo a su presunto padre, Ashton Matheny. "Era cariñosa, se preocupaba por todo el mundo", dijo Matheny sobre la joven fallecida, que trabajaba como enfermera auxiliar en una residencia de mayores y vivía en el piso inferior al de sus vecinos, sospechosos de asesinarla.