"No digas que no vas a pagar el muro": así fue la llamada entre Trump y Peña Nieto
El Washington Post ha publicado las transcripciones de las conversaciones entre los presidentes de EEUU y México. Su análisis muestra el paternalismo del primero y la sumisión del segundo
“Somos tú y yo contra el mundo, Enrique, no lo olvides”. Fue así, en un tono firme, pero de compadreo, como Donald Trump se dirigió al presidente de México, Enrique Peña Nieto, en aquella tensa primera conversación oficial producida el 27 de enero y que desveló ayer el Washington Post. La charla telefónica, en la que el Republicano amenazó a su homólogo con cortar contactos diplomáticos si no apartaba públicamente la discusión de quién pagará el dichoso muro fronterizo, deja en México la imagen de un débil Peña Nieto vapuleado y sobrepasado por el arrollador lenguaje, casi esquizofrénico, del “huracán Trump”.
Y es que mientras que el mexicano se dirigió educadamente al magnate como “Sr. Presidente” en 28 ocasiones, el estadounidense sólo utilizó dos veces esta formalidad con Peña Nieto a lo largo de la transcripción de unas 5.500 palabras que tuvo que ser filtrada desde la Casa Blanca. Es más, Trump llamó al presidente mexicano “Enrique” hasta en 13 ocasiones, a diferencia del azteca que no entró en el juego y nunca le llamo “Donald”, un tuteo del estadounidense que deja un tufo de superioridad en la manera poco diplomática en la que hablaba al presidente de México. “Si vas a decir que México no va a pagar por el muro, entonces ya no quiero reunirme con vosotros”, amenazaba por teléfono el recién nombrado presidente el día 27 de enero.
“Hay un tono muy despectivo hacia México durante la conversación. Siento que por sus formas nos trata como un país de segunda”, dice Francisco Franco Quintero, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Iberoamericana a El Confidencial. Pero para el académico, la imagen de México no quedó tan dañada como la de Peña Nieto, un líder con una popularidad de apenas el 20% y que dejará la presidencia a finales de 2018. “Empezó bien, pero poco a poco se desinfla y queda a merced de lo que diga Trump”, añade.
“Es un lenguaje que evidencia un paternalismo de Trump hacia Peña Nieto; algo así como: 'Enrique, tú pórtate bien y deja de lado el tema del muro y luego ya arreglaremos nosotros otros asuntos'”, explica Antonio Gil Fons, profesor de la Universidad de Guadalajara (UdeG), quien le llama la atención la actitud como de 'Padrino' que utiliza el republicano ante la impasibilidad del mexicano. “En la conversación, llega a ofrecerle que el Ejército estadounidense intervenga en México para eliminar a los narcotraficantes. Ahí, Peña Nieto tenía que haber hecho una defensa de la soberanía de México, pero no lo hizo”, dice Gil Fons, español afincado en Guadalajara.
Peña Nieto: “En cuestión de seguridad, Sr. Presidente, está claro que el crimen organizado es tanto nuestro enemigo como el de su administración”.
Trump: “Enrique, tú y yo tenemos que eliminarlos -tú y yo tenemos que destruirlos-. Escucha, sé lo duros que son esos tipos -nuestro Ejército los eliminará como nunca te habrías imaginado, nosotros te ayudaremos a eliminarlos porque tu país no desea eso. Tus ciudadanos están siendo asesinados por todos lados, tus policías son disparados en la cabeza y tus niños son asesinados. Y nosotros los eliminaremos”.
Más adelante en la conversación, una vez Peña Nieto accede a no hablar públicamente de que no pagará el muro a cambio de que se produzcan más contactos diplomáticos entre Jared Kushner, asesor y yerno de Trump, y Luis Videgaray, el canciller mexicano, el republicano da una especie de palmadita en la espalda al azteca por hacer exactamente lo que él quiere: no se hablará del muro públicamente y, así, habrá negociaciones.
Peña Nieto: “Sí, Sr. Presidente. Estoy de acuerdo que Jared y Luis empiecen a trabajar en este asunto juntos”.
Trump: “Bien. Quiero que seas tan popular que tu gente pida un cambio constitucional en México para que estés otros seis años” [el presidente está limitado en México a un único periodo de seis años].
“Una vez más, en ese momento de la conversación, Peña Nieto debió haber defendido la Constitución de su país, que es centenaria, y haberle parado los pies como sí hizo el australiano con Trump”, dice Gil Fons. Se refiere a la conversación, también filtrada, que se produjo a su vez entre el presidente estadounidense y el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, con quien trató con más respeto y se enzarzó en una agria discusión sobre unos refugiados de la isla Manus y Nauru que debía acoger EEUU según un acuerdo que firmó Barack Obama. Ante la constante ignorancia de Trump sobre los porqués del acuerdo, Turnbull se vio obligado en más de una ocasión a marcarle ciertos límites y recordarle la importancia para los EEUU de respetar los acuerdos ya firmados.
Turnbull: “Estos tipos no están en esa liga [en referencia a terroristas]. Son refugiados económicos”.
Trump: “Ok, bien. Puede Australia garantizar que si hay problemas, ya sabes lo que dijeron de los terroristas de Boston. Decían que eran jóvenes fantásticos”.
Turnbull: “Ellos eran rusos. Ellos no eran de ninguno de estos países”, se refiere a los refugiados de Manus y Nauru.
Trump: “Eran de donde sea que fueran”.
"El muro solo importa psicológicamente"
Volviendo a la conversación con Peña Nieto, la transcripción a la que tuvo acceso el Washington Post, que además sale a la luz apenas dos semanas antes de que Canadá, México y EE.UU. comiencen a renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el 16 de agosto, muestra realmente las cartas de Trump sobre el polémico muro fronterizo.
“El muro es lo menos importante de lo que vamos a hablar, pero políticamente es lo más importante”, le dice a Peña Nieto, “porque desde un punto de vista económico, es lo menos importante que abordaremos, pero psicológicamente, significa algo así que simplemente digamos 'lo solucionaremos'”, continúa el presidente de la primera potencia, quien se muestra especialmente preocupado durante toda la conversación por lo que dirá la prensa sobre él.
“Se entrevé a un Trump muy inseguro, un presidente muy preocupado por qué dirán y por su imagen pública, a pesar de que luego les califica como ‘fake news’”, explica Gil Fons. En ese aspecto, Trump insiste en varias ocasiones a Peña Nieto sobre la imperante necesidad de que deje de decir que no pagará el muro. “No puedes decir a la prensa que no pagarás por el muro”, advierte el republicano.
Igualmente, hacia el final de la conversación, el mexicano le agradece su “amabilidad” y su interés en que las relaciones entre ambos países sigan siendo prósperas y constructivas, las típicas cosas que se dicen en diplomacia pero que Trump exalta como unas “palabras tan hermosas” que deben formar parte de la declaración que ambos países realizaran a los medios una vez terminada la conversación para dejar constancia de lo positiva que fue la reunión.
Peña Nieto: “Es usted muy amable, Sr. Presidente. Realmente lo único que me interesa es el bien de nuestras naciones. Para usted, para su gobierno y para nosotros, es importante tener una relación constructiva y de amistad, Sr. Trump.”
Trump: “Deberíamos poner eso en la declaración a medios. Tus palabras son hermosas. Esas son palabras tan hermosas que no creo que pudiera decirlo yo de una mejor manera, ¿de acuerdo? Sería genial si pudiéramos poner esas palabras al final de la declaración”.
Peña Nieto: “Así lo haremos, Sr. Presidente”.
“La charla deja en evidencia la debilidad estructural del Gobierno de no haber entendido cómo afrontar el torbellino de Trump. Estamos improvisando y ya es hora de tomar el rumbo. Hasta el momento hemos ido con Donald Trump como en el juego de la piñata, es decir, pegando palos de ciego”, considera Franco Quintero, quien piensa que la publicación en este momento de las conversaciones hace que se le “moje la pólvora” a Trump de cara a la renegociación del TLCAN que comienza el día 16 de agosto.
Gil Fons, por su parte, muestra su conformidad con la opinión de su colega. Pero además, cree que la filtración no busca tanto debilitar a Trump en las negociaciones como a ser una acción más dentro de la campaña de desprestigio a la que está siendo sometido el republicano desde que inició su presidencia a finales de enero, tanto por la prensa como por miembros de su propio partido que no concuerdan con la línea que está marcando el magnate. “Es evidente que la filtración proviene del círculo cerrado de Donald Trump. Y lo que busca es desprestigiar a Trump porque lo que deja claro es que no sabe ni negociar de forma diplomática con Australia ni sabe tratar adecuadamente a un socio comercial como es México. El único que queda realmente mal en las conversaciones es Trump”, concluye el académico.
“Somos tú y yo contra el mundo, Enrique, no lo olvides”. Fue así, en un tono firme, pero de compadreo, como Donald Trump se dirigió al presidente de México, Enrique Peña Nieto, en aquella tensa primera conversación oficial producida el 27 de enero y que desveló ayer el Washington Post. La charla telefónica, en la que el Republicano amenazó a su homólogo con cortar contactos diplomáticos si no apartaba públicamente la discusión de quién pagará el dichoso muro fronterizo, deja en México la imagen de un débil Peña Nieto vapuleado y sobrepasado por el arrollador lenguaje, casi esquizofrénico, del “huracán Trump”.
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