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Los perdedores de la guerra más mediática de África siguen en lucha 50 años después
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BIAFRA, EL CONFLICTO CIVIL DE NIGERIA

Los perdedores de la guerra más mediática de África siguen en lucha 50 años después

El movimiento independentista pro-Biafra, apoyado en su día por España y las petroleras, sigue vivo 50 años después de la guerra civil

Foto: Vista de un mural con las fotos de las víctimas de la guerra de Biafra durante una manifestación para conmemorar la creación de este extinto Estado. (EFE)
Vista de un mural con las fotos de las víctimas de la guerra de Biafra durante una manifestación para conmemorar la creación de este extinto Estado. (EFE)

Guerra de Biafra. 1967. Exactamente el 6 de julio. Las fuerzas armadas de Nigeria entran en el territorio que 38 días antes se había autoproclamado independiente. Su nombre: República de Biafra —de ahí el nombre de esta guerra civil—, y su localización: el sureste de Nigeria. Un total de 14 millones de personas, tres años, dos comidas por semana. Dos millones de muertos. Se la reconoce como la guerra más mediática hasta aquel momento en África subsahariana. Niños en los huesos y de tripas hinchadas invadieron periódicos e informativos en Europa y Estados Unidos. La empatía hacia los independentistas estaba servida. Han pasado 50 años de aquello y, sin embargo, sigue siendo de plena actualidad en Nigeria. Miles de ciudadanos salen a las calles, muchos de ellos jóvenes que ni siquiera habían nacido en aquella época, con una única exigencia: que les dejen constituir otra vez la República de Biafra.

“Tal vez Biafra inauguró la imagen de África como la tierra de niños famélicos atrapados en guerras que obedecían a un tribalismo irracional, cuenta Eric García en su libro 'Breve historia del África subsahariana', pero “la realidad, también cruenta, era mucho más compleja. Las divisiones políticas y el juego económico tenían mucho que ver en el estallido secesionista, así como un mapa africano trazado de forma arbitraria. La dimensión geopolítica del conflicto quedó relegada en los discursos y prensa internacionales; el horror vendía más que las explicaciones meditadas. Pocos mencionaban que el hambre de Biafra la ocasionaba el bloqueo instigado por Nigeria y sus aliados”, explica.

De un lado, Nigeria, apoyada por Reino Unido y Estados Unidos, y que rechazaba desmembrarse por muy mal que se llevaran las 250 etnias existentes en el país. Tres de ellas son mayoritarias: los hausa, en el norte y musulmanes; los yoruba, en el oeste y suroeste, tanto cristianos como musulmanes, y los igbo, al sureste, cristianos y animistas. La lucha de poder entre religiones y etnias en Nigeria se sucede desde que Reino Unido decidió unilateralmente unir a todas ellas en un solo Estado. El norte, donde actúa el grupo yihadista Boko Haram, ha sido abandonado a su suerte; el noroeste, más rico que el resto de regiones debido a las plantaciones de cacao y a que la capital se encontraba allí, y el sureste, también olvidado, pero que al haber sido sus habitantes alfabetizados por los misioneros han terminado teniendo una alta presencia en instituciones del Estado y empresas.

En el otro lado de las trincheras, Biafra, apoyada por Francia, Costa de Marfil, España, el Vaticano, Sudáfrica o Rhodesia (actual Zimbabue), entre otros. Pero también las compañías petrolíferas Shell, BP y American Overseas, y reconocida oficialmente por Tanzania, Gabón, Costa de Marfil, Zambia y Haití. Y es que además de la lucha de poder entre las etnias mayoritarias, también había un factor llamado petróleo, que se descubrió en 1956 en el Delta del Níger y cuyas dos terceras partes de las reservas se encontraban en la autoproclamada República de Biafra.

Foto: Un nigeriano recoge crudo de un pequeño depósito de almacenamiento ilegal en Bayelsa, Nigeria (Reuters).
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A día de hoy, las disputas por el poder no resueltas entre etnias siguen formando parte de la realidad de Nigeria y el petróleo es fundamental para su economía: alimenta las arcas del Estado en un 70% y es la mayor fuente de divisas extranjeras (90%). Asimismo, el sureste, al igual que ocurre en gran parte del territorio nigeriano, sigue teniendo unas infraestructuras públicas deficientes y el desempleo juvenil es generalizado, por lo que la frustración aumenta las quejas de que el Gobierno nunca ha rehabilitado del todo la región tras la guerra civil. Quejas que se traducen en exigir la independencia y que se agravaron aún más cuando en 2015 la llegada al poder del presidente Muhammadu Buhari, del norte y musulmán, fue vista por muchos como una situación que favorecería al norte del país.

En ese sentido, hay una polémica declaración del presidente que, sin duda, echó más leña al fuego. Ocurrió en una conferencia en el Instituto por la Paz de Estados Unidos, cuando una participante preguntó sobre el desarrollo y la degradación medioambiental de la región del Delta de Níger, situada al sur del país y donde se extrae el petróleo nigeriano. “Espero que usted tenga una copia de los resultados de las elecciones. Naturalmente, las circunscripciones que me dieron el 97% no pueden ser tratadas de la misma manera en algunas cuestiones que las que me dieron el 5%. Creo que esto es una realidad política", contestó Buhari.

Entre las problemáticas como la falta de empleo o de infraestructuras que conoce esta región, la nostalgia es un factor que también influye en ese deseo de independizarse de Nigeria y volver a constituir aquella efímera República de Biafra de hace medio siglo. “Muchos igbos tienen nostalgia de Biafra porque sienten que habría sido un país más competitivo, más progresista y más desarrollado que Nigeria. Y es muy cierto que algunos de los artículos militares y de uso civil producidos por científicos biafreños durante la guerra mostraron un grado impresionante de creatividad e ingenio”, explica a este diario Nnamdi Obasi, asesor principal sobre Nigeria en el International Crisis Group.

Pero ¿por qué los jóvenes, que no han conocido la República de Biafra, quieren esa secesión? "La generación más joven no vio el sufrimiento, la miseria, el increíble sacrificio humano que sí experimentó la generación más vieja en la antigua Biafra. Es por ello que los jóvenes parecen tener una visión muy romántica de Biafra", sostiene Obasi.

placeholder Independentistas, durante una marcha en apoyo al líder de Los Pueblos Indígenas de Biafra, Nnamdi Kanu, en Abuya. (Reuters)
Independentistas, durante una marcha en apoyo al líder de Los Pueblos Indígenas de Biafra, Nnamdi Kanu, en Abuya. (Reuters)

"Embajadas" y pasaportes inútiles

Un romanticismo que se nutre de iniciativas como las realizadas por el Massob (Movimiento por la Materialización del Estado soberano de Biafra), creado en 1999 y uno de los tres grupos más conocidos pro-Biafra junto al BZF (Frente Sionista de Biafra) o el creado más recientemente y con unos seguidores más jóvenes, el IPOB (Los Pueblos Indígenas de Biafra). En su objetivo de materializar el Estado de Biafra, el Massob reimprimió en 2005 la libra biafreña que se creó durante los tres años que existió la República de Biafra, llegando a ser intercambiada por la diáspora en los países vecinos Togo, Benín, Ghana o Costa de Marfil. En 2009 comenzó a emitir el pasaporte de la República de Biafra. En 2011, números de matrícula y licencias de conducir biafreños en la región sureste. Y, más recientemente, crearon embajadas en el extranjero, encontrándose una de ellas en España, en Vitoria.

“La emisión del Massob de la llamada libra biafreña fue un fraude. Aquellos que la imprimieron e hicieron circular sabían que no era legal, ni aceptable o intercambiable en ningún lugar del mundo. Buscaban movilizar el apoyo, especialmente entre la gente muy ingenua, y por supuesto que muchos igbos cayeron en este truco”, explica Obasi. En cuanto al pasaporte, según recoge la prensa local de Nigeria, el líder del Massob explicó que la producción de este documento, impreso en Sudáfrica, fue una respuesta a las persistentes demandas de “los biafreños” en la diáspora. Sin embargo, como señaló un portavoz del consulado de Estados Unidos en Lagos, capital económica de Nigeria, no es un documento legal y válido para la emisión del visado. Asimismo, el portavoz de la Alta Comisión Británica de Biafra en Abuya, capital del país, señaló que el Reino Unido “no reconoce el llamado pasaporte de Biafra” y que “apoya la integridad territorial de Nigeria”.

Recientemente, crearon embajadas en el extranjero, una de ellas en España, en Vitoria

¿Por qué, entonces, crear un pasaporte, moneda, 'embajadas', números de matrícula y licencias de conducir biafreños si no pueden ser válidos? "Forma parte de las posturas agitadoras, pero no tiene un sentido estratégico. A veces los líderes pro-Biafra parecen más interesados en los símbolos de la nacionalidad que en la esencia", argumenta Obasi.

Los movimientos independentistas de Nigeria no se han librado de la represión violenta que caracteriza a las fuerzas de seguridad del país. En 2013 aparecieron 50 cadáveres en el río Ezu y el Massob aseguró que los cuerpos pertenecían a miembros del movimiento asesinados por la policía. Más recientemente, a finales de 2016, Amnistía Internacional publicó un informe que denunciaba una campaña de ejecuciones extrajudiciales y violencia que ha causado la muerte de al menos 150 manifestantes pacíficos en el sudeste del país. La organización añadía que el Día del Recuerdo de Biafra, el 30 de mayo de 2016, al menos 60 personas perdieron la vida y 70 resultaron heridas cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego en varios lugares donde se concentraron simpatizantes de Biafra.

placeholder Agentes de policía vigilan a miembros de un grupo pro-Biafra durante una protesta en Abuya. (Reuters)
Agentes de policía vigilan a miembros de un grupo pro-Biafra durante una protesta en Abuya. (Reuters)

Los independentistas han solicitado también un referéndum al Gobierno central. Quieren, como expresó en abril del año pasado Emmanuel Enekwechi, líder del Gobierno de Biafra en el exilio, "ser capaces de decir" por sí mismos lo que quieren. "De manera similar a lo que ocurrió en el Reino Unido cuando Escocia tuvo la oportunidad de hablar por sí misma y lo que va a ocurrir en junio, cuando los ciudadanos del Reino Unido tienen la oportunidad de decir si quieren continuar en la UE o no con el referéndum del Brexit. Solo queremos el mismo derecho”, añadió.

No hay cifras de cuántos ciudadanos están a favor de crear otra vez la República de Biafra, pero “la dura respuesta del Gobierno ha profundizado los sentimientos anti-Abuya e impulsado las convicciones pro-Biafra en el sureste, aunque millones de igbos en otras partes del país son menos favorables a cualquier república secesionista”, explica Obasi. Según un estudio realizado en mayo en el sureste por SBM Intelligence, organización dedicada a la recogida y análisis de información de Nigeria, el 42,5% de los encuestados cree que se debería constituir la República de Biafra en un futuro, pero casi la mitad, un 49,3%, opina que el camino a seguir por Nigeria es como un solo país pero con un “verdadero federalismo” en la práctica. Y es que el 31,1% piensan que están siendo marginados por el Ejecutivo central.

En el contexto actual, ¿podría producirse una segunda guerra de Biafra? "Por ahora, la probabilidad de una segunda guerra de Biafra en el sentido de un ejército secesionista organizado que lucha contra el ejército nigeriano es muy remota. El peligro más inmediato es que las posturas del IPOB y del Massob podrían invitar a acciones antiigbos en otras partes del país, desencadenando un ciclo de acciones y reacciones mortales, con serias implicaciones para la seguridad pública y nacional", conluye Obasi.

Guerra de Biafra. 1967. Exactamente el 6 de julio. Las fuerzas armadas de Nigeria entran en el territorio que 38 días antes se había autoproclamado independiente. Su nombre: República de Biafra —de ahí el nombre de esta guerra civil—, y su localización: el sureste de Nigeria. Un total de 14 millones de personas, tres años, dos comidas por semana. Dos millones de muertos. Se la reconoce como la guerra más mediática hasta aquel momento en África subsahariana. Niños en los huesos y de tripas hinchadas invadieron periódicos e informativos en Europa y Estados Unidos. La empatía hacia los independentistas estaba servida. Han pasado 50 años de aquello y, sin embargo, sigue siendo de plena actualidad en Nigeria. Miles de ciudadanos salen a las calles, muchos de ellos jóvenes que ni siquiera habían nacido en aquella época, con una única exigencia: que les dejen constituir otra vez la República de Biafra.

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