Es noticia
Berlusconi y Sarkozy dan la nota: entre bambalinas del primer gran funeral europeo
  1. Mundo
reencuentro de viejos conocidos

Berlusconi y Sarkozy dan la nota: entre bambalinas del primer gran funeral europeo

Una ceremonia solemne que ha estado, no obstante, plagada de gestos humanos y de curiosidades

Foto: Las fuerzas vivas alemanas, con la canciller Angela Merkel al frente, en el funeral de Helmut Kohl en Estrasburgo. (Reuters)
Las fuerzas vivas alemanas, con la canciller Angela Merkel al frente, en el funeral de Helmut Kohl en Estrasburgo. (Reuters)

“Lo importante es lo que salga al final”. Lo dijo el propio Helmut Kohl, quien fuera canciller de Alemania –de 1982 a 1998– al repasar su propio mandato. Sus palabras, no exentas de ironía, hacían balance de su propia carrera, un largo mandato con luces y sombras que marcó una época. Y ahora, al “final” de su vida, lo que importa para Europa es el papel que jugó como el canciller que llevó a Alemania a través de la reunificación y, con ella, a la unificación de una Europa sobre las que sentaría las bases para crear el euro.

Estrasburgo ha acogido el primer funeral comunitario nunca celebrado en honor a la memoria de Kohl. Una ceremonia solemne que ha estado, no obstante, plagada de gestos humanos y de curiosidades.

Juan Carlos I y Sofía, los invitados de mayor rango protocolario

Los reyes eméritos de España eran los invitados de mayor rango a ojos del protocolo. Y los únicos que, en la lista de asistentes, no tenían especificada su función –“viuda”, “primer ministro”, “presidente”…– ya que, parece, 'ça va de soi'.

El saludo efusivo de Macron a los reyes

La ceremonia ha sido la oportunidad para que muchos viejos conocidos se reencontraran, con motivo del homenaje al excanciller alemán, que hacía de las relaciones políticas buenas relaciones personales, según ha destacado Merkel. El presidente francés, Emmanuel Macron, también ha aprovechado para saludar efusivamente Juan Carlos I y Sofía, con los que ha conversado durante unos minutos. Bill Clinton tampoco ha dudado en acercarse a la pareja real.

Y otro cariñoso de Jean-Claude Juncker

El rey, que no se ha separado de su bastón, y la reina han sido recibidos por los presidentes de las tres instituciones a su llegada a la Eurocámara. Allí, el anfitrión Antonio Tajani ha saludado con un apretón de manos y dos besos al monarca, con el que ha coincidido en otras ocasiones. Tras este momento, Juan Carlos I le ha tendido la mano al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien ha demostrado su afición por las muestras más efusivas de cariño, al sorprender al rey propinándole otros dos besos.

Un gran féretro para un gran hombre

El ataúd en el que reposan los restos de Kohl ha llegado al hemiciclo de la Eurocámara portado por ocho soldados. Kohl, conocido por su tamaño y su gusto por el buen comer, tal y como ha recordado durante la ceremonia Bill Clinton. El volumen del féretro ha creado alguna que otra complicación logística, ya que no era posible pasarlo por las puertas de una sola hoja. El cortejo funerario ha acompañado el cuerpo a su salida del edificio, traslado durante el que se ha transportado en una camilla con ruedas.

Más de 250 km por tierra, agua y aire

Los restos del excanciller han viajado hoy más de 250 kilómetros, en su último recorrido por la frontera alemana y francesa. Desde Ludwigshafen, lugar de su fallecimiento, han sido transportados en coche hasta la sede parlamentaria de Estrasburgo. Allí, han sido trasladados en helicóptero de vuelta a la ciudad donde residía, desde donde el ataúd ha sido llevado en barco por el Rin hasta Espira. Es su catedral se ha celebrado su misa fúnebre, tras lo que reposará en su camposanto.

La familia, dividida

A la ceremonia ha acudido su viuda, Maike Kohl-Richter, con la que los hijos del excanciller mantienen una agria polémica. Kohl se casó con esta mujer, 34 años más joven que él, en 2008, después de la muerte de su primera mujer, Hannelore, y madre de sus hijos. Hannelore sufría una extraña fotofobia que podría haberla llevado al suicidio. Los vástagos del político se han negado a acudir a la ceremonia por su enfrentamiento con su madrastra, a quien acusan de haberlos separado de su padre.

Berlusconi y Sarkozy dan la nota

Frente a la seriedad que ha presidido el acto, han destacado la actitud del expresidente Nicolás Sazkozy y del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi.

El primero, ha captado la atención de las cámaras por estar despatarrado sobre el asiento.

El segundo, se ha mostrado también relajado, tanto como para descansar los ojos durante parte de la ceremonia.

Felipe González y Bill Clinton, por petición de su viuda

Ocho discursos se han pronunciado durante la ceremonia. Pero solo dos de ellos han sido elegidos por la propia viuda. Tres de ellos han corrido a cargo de los presidentes de las instituciones europeas –el anfitrión, Antonio Tajani, Jean-Claude Juncker y Donald Tusk– y otros dos han quedado a manos de Merkel y Macron. El restante ha sido pronunciado por el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, quien ha sustituido al expresidente Mijaíl Gorbachov, un personaje muy cercano a Kohl cuya mala salud le ha impedido acudir a Estrasburgo.

Felipe emocionado; Aznar, mirando la hora

El expresidente socialista se ha mostrado emocionado durante el homenaje a un hombre al que, más allá del político, reconoce como un “amigo”. Desde la bancada, su sucesor, José María Aznar, ha sido pillado por las cámaras mientras consultaba la hora durante la ceremonia, que ha durado menos de dos horas.


Un libro de dedicatorias… pero no uno sagrado

Kohl profesaba un discreto cristianismo, pero durante la despedida europea al expresidente de la Unión Demócrata Cristiana –la CDU que hoy dirige Angela Merkel– se ha prescindido de símbolos religiosos. La fe se ha reservado para la ceremonia que se ha celebrado en la catedral de Espira. En cambio, se han puesto varios libros de dedicatorias a disposición de los invitados, que serán custodiados por la Eurocámara. En él, Macron ha dedicado unas palabras a este “artesano de la Alemania unida, con su “esperanza puesta en el futuro de Europa.

Los reyes eméritos han dejado plasmado el siguiente mensaje: “A un gran amigo, un gran europeo y buen estadista, con todo nuestro afecto”.

“Lo importante es lo que salga al final”. Lo dijo el propio Helmut Kohl, quien fuera canciller de Alemania –de 1982 a 1998– al repasar su propio mandato. Sus palabras, no exentas de ironía, hacían balance de su propia carrera, un largo mandato con luces y sombras que marcó una época. Y ahora, al “final” de su vida, lo que importa para Europa es el papel que jugó como el canciller que llevó a Alemania a través de la reunificación y, con ella, a la unificación de una Europa sobre las que sentaría las bases para crear el euro.

Angela Merkel Silvio Berlusconi Emmanuel Macron Rey Don Juan Carlos Parlamento Europeo
El redactor recomienda