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Tormenta seca, cables eléctricos y eucaliptos: ¿se pudo evitar el incendio de Portugal?
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el incendio de portugal deja 64 muertos

Tormenta seca, cables eléctricos y eucaliptos: ¿se pudo evitar el incendio de Portugal?

Los expertos responden contundentes: "Sí". Desde hace años, la inversión en prevención no ha recibido el aporte presupuestario prometido. Hasta el 1 de julio no se activaban los equipos de extinción

Foto: Uno de los más de 2.000 bomberos que luchan contra el fuego en Portugal. (Reuters)
Uno de los más de 2.000 bomberos que luchan contra el fuego en Portugal. (Reuters)

Portugal sigue luchando por controlar el incendio que arrasa desde el sábado el centro del país y que ya se ha convertido en el más mortífero de su historia, con un balance provisional de 64 muertos y 62 heridos, cifras que es posible que aumenten en las próximas horas. Aun activo en al menos cuatro frentes, el fuego que ya se acerca a Coimbra fue una auténtica ratonera para los fallecidos. Al menos 00 de ellos fueron encontrados dentro de sus coches y una decena en los alrededores intentado huir. Viajaban por la carretera nacional 236, que une Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pêra a un destino fatal: la muerte. La mayoría fueron encontrados calcinados y los cadáveres, entre ellos los de cuatro niños, están irreconocibles. Otros murieron por inhalación de humo o cuando el fuego les sorprendió en su aldea.

Pero, ¿qué ocurrió? Esa es la pregunta que a día de hoy siguen haciéndose muchos. Aunque las autoridades portuguesas confirmaron que el fuego se inició por causas naturales, lo cierto es que aunque una tormenta seca fue el inicio de todo, una serie de fatales casualidades hicieron que el fuego se transformara en una auténtica "tormenta de llamas". Eran las 14:43 hora local en Portugal cuando el fuego comenzó en la localidad de Escalos, en el municipio de Pedrograo Grande, en el centro del país. Un rayo impactó en un árbol y ahí comenzó todo.

Un cóctel fatal

La zona estaba llena de eucaliptos y pinos, una olla a presión que 'explotó' sin control. A todo ello hay que sumar unas condiciones climatológicas extremas: ola de calor, fuerte viento y ausencia de lluvias. El Confidencial se ha puesto en contacto con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que explica en qué consiste el fenómeno de la tormenta seca. "Es un fenómeno muy muy peligroso que se suele producir cuando hay mucho calor. Y en esa zona y a esa hora rondaban los 40 grados", explican. Además, a ello hay que sumar la sequía de los últimos meses y el "fuerte viento" que hacía en la zona, un auténtico cóctel letal. "La humedad era muy baja, en torno al 25%, y el suelo estaba caliente", informan desde la AEMET. La probabilidad de precipitaciones era alta, pero la masa de aire cálido "evaporó la lluvia" mucho antes de que esta llegara al suelo, sin lograr humedecerlo. El riesgo de tormenta se multiplicó desde el mediodía del sábado hasta las 18:00 horas, "generando una enorme cantidad de rayos, alguno de los cuales llegaron al suelo ya que no había ni agua ni lluvia que los amortiguara". Es decir, "una descarga eléctrica sin precipitaciones es lo que ocurrió", apuntan añadiendo la existencia de "rachas de viento entre 50 y 60 kilómetros por hora" que ayudaron a una rápida propagación.

A esas condiciones meteorológicas hay que sumar otras cuestiones, como que el bosque donde se originó era de pinos y, sobre todo de eucaliptos, una especie alóctona, es decir, que no es propia de la zona, altamente combustible que facilita la propaganción del fuego en caso de incendio. De hecho, con el fuego este no desaparece en la mayoría de los casos. Aunque el paisaje que deja un incendio es devastador y calcinado, tras las primeras lluvias el eucalipto comienza a rebrotar. Varias son las ocasiones en la que grupos ecologistas han advertido que repoblar con estas dos especies favorece los grandes incendios.

Pero un peligro se suma a todo esto: el de los cables eléctricos destruidos por el fuego. En la zona son varios los tendidos eléctricos que han sido pasto de las llamas y que han caído al suelo provocando que el material plástico del que están recubiertos se haya derretido y espacido no solo por la tierra sino también el asfalto. Esto se ha convertido en una mecha para que el fuego se haya propagando rápido, ayudado sobre todo por la acción del fuego.

¿Se podría evitado el desastre?

Todo lo que podía haber salido mal, salio mal. Una vez ocurrido el desastre medioambiental y personal, todo son preguntas. ¿Se pudo evitar la tragedia? Los expertos consultados por el periódico portugués 'Público', responden con un sí rotundo ante más de una década de políticas contra el fuego fracasadas. Las clave del error no es otra que la falta de medidas de prevención, a lo que hay que añadir la necesidad de controlar las plantaciones de eucaliptos y la creación de grandes cortafuegos entre unos pueblos y otros.

Según este medio luso, el país tiene un gran problema que es "su incapacidad para luchar contra los incendios". De hecho, los equipos de extinción de incendios no habían comenzado a funcionar aún, ya que la fecha para hacerlo era el próximo 1 de julio. Y aquí está la primera de las muchas faltas de prevención del Gobierno de Portugal, ya que desde hace dos semanas las temperaturas no han bajado de 35 grados, no ha llovido apenas y el viento ha soplado con fuerza. "No hay integración alguna entre la lucha contra el fuego y la prevención. Se tiene que crear un organismo profesional que no existe", explica a 'Publico', el ingeniero agrónomo Henrique dos Santos.

Pero el motivo de todo ello es, sobre todo, la falta de recursos económicos para poner en marcha el Plan de Defensa de Incendios Forestales, creado en 2006 y focalizado en la lucha contra el fuego y no en la prevención. Desde esa fecha, varios cientos de miles de hectáreas han sido pasto de las llamadas y no se han invertido los millones de euros que se esperaban: en 2010 la cifra estaba en los 100 millones anuales pero esta nunca se ha alcanzado ni superado. Tampcoo se han creado una estructura especializada en la lucha contra el fuego formada por bomberos forestales, bomberos y militares. Tampoco una fuerza área entrenada y preparada en la prevención y extinción.

Refugios seguros, cierre de carreteras...

Esta afirmación es demoledora: Portugal es el país europeo más castigado por el fuego en los últimos 10 años. De hecho, el pasado año las cifras asustan aún más y es que en 2016 acumuló más de la mitad del área quemada en la Unión Europea.

Tras el desastre, muchas son las cuestiones de las que se aprende y que pueden servir para evitar que tragedias como esta se repitan. Entre ellas estaría la creación de "refugios seguros" en las zonas rurales para que sus habitantes tengan una zona segura cerca para protegerse. Una opción que ofrecen varios expertos portugueses, que también creen que haber cerrado las carreteras hubiera evitado muchas muertes no solo de aquellos que han perdido la vida calcinados, sino los que respiraban un humo que, según la ingeniera forestal Paula Fernandes, "era extremadamente tóxico".

Otra de las medidas que el Gobierno está empezando a barajar a petición de varios ingenieros y expertos en la lucha contra los incendios es la creación de unidades en las zonas rurales formadas por gente de los pueblos a los que se les debe dar una formación específica en orgnización, prevención y protección.

Portugal sigue luchando por controlar el incendio que arrasa desde el sábado el centro del país y que ya se ha convertido en el más mortífero de su historia, con un balance provisional de 64 muertos y 62 heridos, cifras que es posible que aumenten en las próximas horas. Aun activo en al menos cuatro frentes, el fuego que ya se acerca a Coimbra fue una auténtica ratonera para los fallecidos. Al menos 00 de ellos fueron encontrados dentro de sus coches y una decena en los alrededores intentado huir. Viajaban por la carretera nacional 236, que une Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pêra a un destino fatal: la muerte. La mayoría fueron encontrados calcinados y los cadáveres, entre ellos los de cuatro niños, están irreconocibles. Otros murieron por inhalación de humo o cuando el fuego les sorprendió en su aldea.

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