Nuevas revelaciones sobre Trump desatan las especulaciones sobre un 'impeachment'
El presidente presionó al exdirector del FBI para que cerrase la investigación sobre los vínculos con Rusia del exasesor de seguridad Michael Flynn, según denuncia el propio James Comey
Nuevo capítulo en el 'affaire' Trump-Rusia. El Senado de EEUU invitó este miércoles al exjefe del FBI James Comey a testificar en público y en privado sobre la investigación que dirigía antes de que el presidente lo destituyese de forma fulminante. Los jefes del Comité de Inteligencia del Senado, el senador republicano Richard Burr y el demócrata Mark Warner, enviaron una carta a Comey, que rechazó una invitación previa porque quería testificar en público y no en privado, para que testifique sobre las pesquisas para determinar la influencia de Rusia en las elecciones.
La petición del Senado se produce después de que medios estadounidenses hayan revelado la existencia de un memorándum que mostraría, por primera vez, esfuerzos "claros" de Trump para obstruir la investigación que el FBI abrió sobre los supuestos nexos entre su campaña presidencial y el Kremlin. Dicha obstrucción ha desatado las especulaciones sobre un posible proceso de destitución al presidente. La revelación de que Richard Nixon ordenó presionar al FBI para congelar la investigación del Watergate supuso la puntilla a su presidencia.
Este miércoles, el congresista republicano Justin Amash se mostró a favor de abrir un proceso de 'impeachment' a Trump, si se demuestra que presionó a Comey. Amash, congresista por Michigan, contestó afirmativamente cuando la prensa le preguntó en el Capitolio de Washington si es necesario abrir un juicio político por la supuesta obstrucción a la justicia del presidente. Mientras el escándalo crece sin control, congresistas republicanos han aumentado la presión sobre la Administración Trump para que difunda información relacionada con las últimas controversias.
Trump "presionó" para cerrar la investigación
El presidente de EEUU presionó al cesado director del FBI para que cerrase la investigación sobre los vínculos con Rusia del exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, quien dimitió en febrero tras difundirse que se había reunido con el embajador ruso en Washington, Serguéi Kislyak, para tratar la posibilidad de levantar las sanciones contra Moscú.
Las presiones de Trump han quedado recogidas en un documento escrito por el propio Comey para registrar la conversación con el presidente, según informan 'The Washington Post' y 'The New York Times', que citan como fuentes a colaboradores del exdirector del FBI. “Espero que puedas dejar pasar esto, [Flynn] es un buen tipo”, dijo Trump, quien pidió a Comey que se dedicase a perseguir a periodistas implicados en casos de filtraciones.
Las notas redactadas por Comey recogen una conversación con el presidente que tuvo lugar tras una reunión sobre seguridad nacional el pasado mes de febrero, un día después de que el controvertido teniente general Flynn presentase su renuncia. Trump pidió hablar en privado con el exdirector del FBI y algunos de los presentes en la habitación, según los colaboradores de Comey, quien días antes de su cese había pedido un notable aumento de los fondos para la investigación sobre la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de noviembre.
Estamos ante un caso de obstrucción. Pero debemos ser conscientes de que la intención es clave, y aquí la intención puede ser difícil de probar
Para el 'The Washington Post', la conversación descrita en las notas genera nuevas dudas sobre si Trump ha cruzado líneas rojas legales —“hasta cometer un delito”, dice el diario— al presionar al FBI para que cerrase la investigación. “Claramente, estamos ante un caso de obstrucción. Pero, por otra parte, debemos ser conscientes de que —en derecho penal— la intención es clave, y aquí la intención puede ser difícil de probar”, explica el ex fiscal federal Barak Cohen, del bufete internacional Perkins Coie, al 'WP'.
El 'NYT', por su parte, sostiene que la petición de Trump a Comey para que desistiera de la investigación contra Flynn representa la "más clara prueba" de que ha intentado influir en las pesquisas del FBI y el Departamento de Justicia en los nexos con Rusia de asistentes de Trump. La Casa Blanca ha negado rotundamente los hechos recogidos en la información del 'NYT'. "El presidente tiene el máximo respeto por la aplicación de la ley de las agencias gubernamentales y hacia todas las investigaciones", reza el comunicado, que asegura que la versión de los diarios "no es una representación verídica ni exacta" de la conversación entre Trump y Comey.
Para casi la mitad de los estadounidenses, no hay duda de que el presidente debe 'pagar' por el despido de Comey. Así lo arroja una encuesta de la empresa Public Policy Polling realizada entre el 12 y 14 de mayo, después de que cesara de manera fulminante al director del FBI: el 48% quiere que se inicie un proceso de destitución o 'impeachment' contra el presidente. Ese porcentaje es mayor al 41% que rechaza que se someta a Trump a un juicio político, que tan solo se ha iniciado en dos ocasiones en la historia de EEUU.
¿Ha 'traicionado' Trump a Israel?
La revelación de Comey supone el segundo gran desafío para la Casa Blanca de esta semana, después de que medios estadounidenses publicasen que Trump reveló información altamente clasificada al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y al embajador Kislyak. Según el 'The New York Times', el 'The Washington Post' y 'BuzzFeed', Trump habría discutido con los emisarios rusos, durante la visita oficial de Lavrov a Washington, información de inteligencia sobre un plan terrorista del Estado Islámico.
La información estaría relacionada con la posibilidad de que el ISIS utilice ordenadores portátiles para realizar algún tipo de atentado en vuelos comerciales, algo que ya ha llevado a EEUU a prohibir portátiles en el equipaje de mano en vuelos procedentes de Oriente Medio. Trump, además, habría discutido con los rusos las capacidades de espionaje de un tercer país, aliado de EEUU en Oriente Medio, que habría proporcionado los datos. Del mismo modo, reveló el territorio bajo control de los yihadistas donde el socio estadounidense consiguió la información secreta de espionaje.
El 'The New York Times' difundió anoche que la información secreta que el presidente compartió con Lavrov habría sido proporcionada por Israel. En enero, el diario 'Yediot Ahronot' indicó que fuentes de Inteligencia israelíes estaban preocupadas por la posibilidad de compartir información clasificada con la Administración Trump, que pudiese ser filtrada a Rusia y, posteriormente, a Irán, el gran aliado de Moscú en Oriente Medio.
Nuevo capítulo en el 'affaire' Trump-Rusia. El Senado de EEUU invitó este miércoles al exjefe del FBI James Comey a testificar en público y en privado sobre la investigación que dirigía antes de que el presidente lo destituyese de forma fulminante. Los jefes del Comité de Inteligencia del Senado, el senador republicano Richard Burr y el demócrata Mark Warner, enviaron una carta a Comey, que rechazó una invitación previa porque quería testificar en público y no en privado, para que testifique sobre las pesquisas para determinar la influencia de Rusia en las elecciones.
- Es hora de decirlo: Donald Trump es un peligro para la democracia de EEUU Fareed Zakaria. Nueva York
- Trump admite que despidió al director del FBI por la investigación sobre Rusia D. Iriarte
- Donald Trump definirá la justicia de las próximas décadas Argemino Barro. Nueva York