Dijsselbloem logra poner a todos los partidos de la Eurocámara en su contra

Si marzo fue un “mensis horribilis” para el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, abril no ha comenzado mejor. El holandés ha logrado volver a incendiar a la Eurocámara, esta vez con su negativa a comparecer ante el pleno para informar sobre el avance de las negociaciones con Grecia. Un gesto que ha enfurecido a todos los grupos políticos, sin importar su color, entre los que se han vuelto a elevar voces pidiendo que el neerlandés abandone su puesto al frente del poderoso Eurogrupo.

“Os informo de que el presidente del Eurogrupo ha declinado una vez más nuestra invitación a participar en el debate plenario sobre Grecia”, ha anunciado el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, unas palabras que han arrancado abucheos en el hemiciclo. “Incluso si no tiene una obligación legal de formar parte de nuestro trabajo, se espera que alguien que pide a los ciudadanos europeos que hagan grandes sacrificios, que también sienta el deber de responder a sus representantes”, ha añadido el italiano conservador. Las críticas se materializarán ahora en una carta de protesta formal.

Especialmente duro se ha mostrado Manfred Weber, presidente del mayor grupo de la cámara, el PPE: “Es un escándalo que Jeroen Dijsselbloem no esté participando en el debate sobre Grecia. Es una falta de respeto”. Weber ha considerado que, aunque su grupo coincide con el holandés en la importancia del cumplimiento de las normas, éste debería dimitir.El también conservador Alain Lamassoure ha llegado a pedir que se declara al holandés “persona non grata” en la Eurocámara, negándole la entrada a cualquier reunión que se celebre en la institución.

Pero el líder de los Socialistas y Demócratas -al que pertenece el partido de Dijsselbloem- tampoco se ha quedado atrás. Gianni Pittella cree que el rechazo del holandés es “un nuevo desprecio, después de sus vergonzosos comentarios” -en alusión a las declaraciones del holandés sobre los países, “uno no puede gastarse todo el dinero en copas y mujeres y pedir luego que se le ayude”- y ha reclamado también su dimisión. Para el líder de Los Verdes, Philippe Lambert, la actitud “arrogante” del presidente del Eurogrupo está en línea con el “desprecio, de cara a los ciudadanos y ahora a las instituciones, que es la causa de la rebelión de los ciudadanos contra las instituciones democráticas”.

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Tres veces “no”

Esta no es la primera vez que Dijsselbloem se niega a acudir al pleno de la Eurocámara, sino que van tres desplantes seguidos: febrero, marzo y la sesión de abril que ha arrancado este lunes en Estrasburgo. Tras constatar que el presidente del Eurogrupo presentaba una vez más sus excusas, la Conferencia de Presidentes -que reúne a los líderes de los grupos políticos europeos- acordaron formular su invitación por escrito. Esto obligó a Dijsselbloem a responder también negro sobre blanco, indicando que “no estaba disponible” en la fecha propuesta. La primera reacción de su entorno a las críticas de las que ha sido objeto es agarrarse a ese problema de agenda sin especificar, según ha podido saber El Confidencial.

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Dudas sobre su futuro tras la debacle electoral

El futuro de Dijsselbloem, que se negó a disculparse por sus palabras, está en entredicho después de que la debacle electoral que sufrió su partido -el socialdemócrata PvdA- en los recientes comicios holandeses. Las normas internas del Eurogrupo, a las que ha accedido en exclusiva El Confidencial, no aclaran qué sucede si el presidente del foro que reúne a los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona deja de formar parte de su gobierno nacional. Por lo que está ahora en manos de estos decidir qué sucederá con Dijssebloem si deja de estar en funciones antes de que se acabe su mandato, el próximo mes de enero. En un principio parecía haber un cierto consenso para permitirle apurarlo, pero la polémica de las últimas semanas ha puesto de manifiesto que ha perdido apoyos en países como España, Portugal, Italia e incluso Alemania, su gran valedora.