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Trump levanta las restricciones medioambientales que impuso Obama
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"eL empleo importa más que el cambio climático"

Trump levanta las restricciones medioambientales que impuso Obama

El presidente estadounidense firma una orden ejecutiva sobre la Agencia de Protección Medioambiental que eliminará las limitaciones a la extracción y el uso de combustibles fósiles

Foto: Donald Trump firma una orden ejecutiva rodeado por los miembros de su gabinete, el 13 de marzo de 2017. (Reuters)
Donald Trump firma una orden ejecutiva rodeado por los miembros de su gabinete, el 13 de marzo de 2017. (Reuters)

Donald Trump firma la que podría ser una de las decisiones de mayor alcance de su presidencia: una orden ejecutiva sobre la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) que revocará al menos seis de las medidas adoptadas por la Administración Obama contra el cambio climático. Entre otras cosas, eliminará las restricciones a la extracción de carbón en suelo federal y revisará el llamado Plan de Energía Limpia, además de ordenar a todas las instituciones públicas que identifiquen todas las “políticas y normas que ejercen de obstáculo para la independencia energética estadounidense”, un eufemismo para las limitaciones medioambientales a grandes empresas y firmas energéticas.

Aunque la Casa Blanca asegura estar muy preocupada por el medio ambiente y querer buscar un equilibrio entre su protección y la promoción de la economía del país, científicos y organizaciones ecologistas recuerdan que el escepticismo de Trump y su entorno sobre el cambio climático podría acabar siendo funesto: “El concepto de calentamiento global fue creado por y para los chinos para que las manufacturas estadounidenses no sean competitivas”, tuiteó el magnate en 2012. Y aunque posteriormente ha matizado estas palabras, el nombramiento de Scott Pruitt al frente de la EPA ha enviado un mensaje inequívoco: como abogado de empresas energéticas, Pruitt se pasó muchos años iniciando procesos judiciales contra el mismo organismo que ahora dirige. Con la orden ejecutiva de hoy, el proceso será completo.

Foto:  Scott Pruitt, próximo director de la EPA durante la administración Trump.

“[El cambio climático] es un tema que merece atención. Pero creo que el presidente ha dejado muy claro que no va a promover políticas sobre el cambio climático que pongan la economía estadounidense en riesgo. Es muy simple”, ha declarado un funcionario de la Casa Blanca a la CNN. “La administración anterior devaluó a los trabajadores con sus políticas. Lo que estamos diciendo es que podemos hacer ambas cosas. Podemos proteger el medio ambiente y darle trabajo a la gente”, señala. Las directrices medioambientales de la Administración Trump son muy claras: aire limpio y agua limpia, sin profundizar mucho más.

¿Adiós a París?

La orden tira por tierra el compromiso estadounidense de 2015, lanzado por Obama antes de la Cumbre de París, de reducir sus emisiones de gas entre un 26 y un 28% para 2025. Por ello, muchos observadores temen que dicho acuerdo implosione. “Se lanzó antes de París por un motivo. Todo el mundo sabía que si Estados Unidos no adquiría un compromiso serio, París no tendría lugar. Ahora está en el aire cómo va a reaccionar el resto del mundo si los EEUU eliminan un pilar básico de ese compromiso”, afirma Richard Lazarus, experto en legislación medioambiental de la Universidad de Harvard, al diario “The Guardian”.

Foto: Arnold Schwarzenegger en Austria. (EFE)

Las críticas no se han hecho esperar. “Esta propuesta de orden ejecutiva nos da aún más pruebas de que Trump no es un líder, es solo una marioneta de la industria de los combustibles fósiles con un bolígrafo presidencial”, ha dicho Travis Nichols, portavoz de Greenpeace. “Por suerte, lo mejor que Trump puede hacer es retrasar la inevitable transición de EEUU a las energías limpias, pero no puede detenerla. El problema, por supuesto, es cuánta devastación inflingirá su administración mientras tanto sobre el clima, las comunidades vulnerables y el medio ambiente”, ha afirmado.

“Estas acciones son un asalto a los valores estadounidenses y ponen en peligro la salud, la seguridad y la prosperidad de todos los estadounidenses”, afirma el activista medioambiental Tom Steyer, que ha prometido luchar contra la orden ejecutiva en los tribunales. “Esta orden ignora la ley y la realidad científica”, ha dicho, por su parte, el presidente del grupo ecologista Earthjustica. Pero no parece que la realidad científica sea algo demasiado relevante para una Administración cuyo principal responsable medioambiental, Pruitt, afirma abiertamente que el dióxido de carbono que liberan las plantas energéticas no es un “contribuidor primario” al cambio climático.

Donald Trump firma la que podría ser una de las decisiones de mayor alcance de su presidencia: una orden ejecutiva sobre la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) que revocará al menos seis de las medidas adoptadas por la Administración Obama contra el cambio climático. Entre otras cosas, eliminará las restricciones a la extracción de carbón en suelo federal y revisará el llamado Plan de Energía Limpia, además de ordenar a todas las instituciones públicas que identifiquen todas las “políticas y normas que ejercen de obstáculo para la independencia energética estadounidense”, un eufemismo para las limitaciones medioambientales a grandes empresas y firmas energéticas.

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