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Fotos en el Big Ben y mensajes en el metro: Londres se niega a ponerse de luto
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"Somos la mejor ciudad del mundo"

Fotos en el Big Ben y mensajes en el metro: Londres se niega a ponerse de luto

En las horas siguientes al atentado, la capital británica parece haber vuelto a la normalidad. La ciudad trata de enviarle al mundo el mensaje de que no se doblegará ante el terrorismo

Foto: Miles de personas mantienen un minuto de silencio durante una manifestación en Trafalgar Square en homenaje a las víctimas, el 23 de marzo de 2017. (Reuters)
Miles de personas mantienen un minuto de silencio durante una manifestación en Trafalgar Square en homenaje a las víctimas, el 23 de marzo de 2017. (Reuters)

A las 14:40 hora local de este jueves estaba en el puente de Westminster. Tan solo 24 horas antes, un terrorista comenzaba en el mismo punto a zigzaguear su coche llevándose a todo aquel que encontraba a su paso. Pero aquí estoy. Rodeada de gente que va a reuniones de trabajo, turistas que se hacen fotografías con el Big Ben y ciclistas que ni siquiera miran de reojo hacia atrás por si ven algún movimiento sospechoso. ¿Se recompone tan pronto una ciudad después de sufrir un ataque terrorista? ¿Estamos ya tan acostumbrados en Occidente a los yihadistas?

[ESPECIAL: recorrido por el Londres más islamista]

“Nadie se puede acostumbrar a las muertes y menos a las muertes de este tipo”, asegura Marina. Va acompañada de Martina, su amiga. Son las dos únicas españolas que hay en la clase del colegio donde trabajaba Aysha Frade, la británica de origen gallego que se encuentra entre las víctimas mortales. “Era nuestra hora libre y nos dijeron de acercarnos al McDonald's que hay al otro lado del río, pero al final decidimos quedarnos en el colegio. Quién sabe qué hubiera pasado si hubiéramos hecho otros planes. Nuestros amigos lo vieron todo. Salieron corriendo”, asegura.

Vigilia por las víctimas del atentado del Parlamento en Trafalgar Square

Inmediatamente, el centro concentró a todos los estudiantes en el patio. “Empezaron a entrar agentes con metralleta. Los profesores intentaban tranquilizarnos, pero era todo muy fuerte”, señala Martina, que sí conocía a Aysha en persona. “La noche del miércoles nos mandaron un 'email'. Quien decidiera no ir a clase se podía quedar en casa. Y luego nos comunicaron que la profesora había fallecido. Fue ella la que me había enseñado el colegio al principio de curso. Y pensar que ha fallecido donde tú y yo estamos hablando ahora… Se te encogen las tripas”, apunta.

Lo cierto es que pasar por el puente produce una sensación extraña. Hay flores en memoria de las víctimas y aún mucha presencia policial. Las sirenas de las ambulancias del hospital St. Thomas, a escasos metros de donde ocurrió todo, siguen sonando. Esta vez para desempeñar otro tipo de trabajos. Aunque en el interior del centro se encuentran los siete heridos que permanecen aún en estado muy crítico. Entre ellos, está la mujer del estadounidense Kurt Cochran, la única víctima mortal que faltaba por identificar. El matrimonio había viajado hasta Reino Unido para celebrar su 25 aniversario de bodas.

Khushboo y Sumect también planean casarse algún día. Son de la India, pero están estudiando un máster de cuatro años en Cambridge. Pasean hoy por el puente como dos turistas más. “En la India vivimos el terrorismo día sí y día también. Lamentablemente, acabas por acostumbrarte. Y creo que es lo que está pasando en Europa también poco a poco. Este tipo de ataques no parece que vayan a acabar mañana”, aseguran.

placeholder Mensaje en una pizarra del metro de Londres. (Fuente: Twitter)
Mensaje en una pizarra del metro de Londres. (Fuente: Twitter)

#NoTenemosMiedo

¿Están en lo cierto? ¿Europa está acostumbrándose al terrorismo? ¿Londres amaneció el jueves como un día más? No. No fue así. Cierto que la gente volvía a abarrotar el metro en hora punta, los padres llevaban a sus niños al colegio y los trabajadores volvían a sus oficinas. Pero los mensajes que encontrabas en cada estación te recordaban que algo había ocurrido. O mejor dicho. Te recordaban que algo había pasado, pero te animaban a seguir adelante con un mensaje: #NoTenemosMiedo. El 'hashtag' aparecía debajo de cada texto escrito a mano en las pizarras donde normalmente se anuncian a los pasajeros los retrasos o los tramos cortados por obras.

“Unidos resistimos; divididos, caemos”. “Debes ser más fuerte cuando más débil te sientas. Nuestras condolencias. Nuestra ciudad. Nuestra diversidad. Nuestra fuerza. #SoyLondres”. “Cuando era un niño y veía cosas terribles en las noticias, mi madre me decía: 'Fíjate en las personas que están ayudando. Siempre encontrarás a alguien dispuesto a hacerlo'. Fred Rogers”. “La flor que florece en la adversidad es la más bonita y la más rara de todas. #LondresEsAbierto”. “A todos los terroristas les recordamos que ESTO ES LONDRES y que, pese a lo que nos hagan, seguiremos tomando el té y, con júbilo, seguiremos adelante”…

Las redes sociales se hacían eco de los mensajes. La metrópoli multirracial hacía bandera de su diversidad. Y era entonces cuando el mensaje de Sadiq Khan cobraba más sentido que nunca. “Esta es la mejor ciudad del mundo y no vamos a dejar que nadie nos acobarde”, gritaba micrófono en mano a última hora del jueves en la céntrica Trafalgar Square. El laborista que hacía historia el año pasado al convertirse en el primer alcalde musulmán de la capital británica convocaba a los ciudadanos para recordar a las víctimas y dejar claro una vez más que la ciudad “no tiene miedo”.

placeholder Agentes de Scotland Yard homenajean a su compañero caído en Westminster, el 23 de marzo de 2017.
Agentes de Scotland Yard homenajean a su compañero caído en Westminster, el 23 de marzo de 2017.

Impresiona estar en el centro de la plaza. Hace frío. Ya es de noche. Pero no es la temperatura lo que te paraliza el cuerpo, sino el minuto de silencio que los centenares de personas que estamos allí concentrados guardamos al mismo tiempo.

Una amplia presencia policial rodea por completo la plaza. Se escuchan también helicópteros sobrevolando la zona. A pocos metros, la calle de Whitehall sigue acordonada.

Cecilia, una española que lleva viviendo en la capital un año y medio, dice que no es justo: “No es justo que una ciudad que ha conseguido acoplarse y acoger a tanta mezcla, que ha demostrado saber convivir, tenga que pasar por esto. Es como si se hubieran movido todos los cimientos de pronto”.

A las 14:40 hora local de este jueves estaba en el puente de Westminster. Tan solo 24 horas antes, un terrorista comenzaba en el mismo punto a zigzaguear su coche llevándose a todo aquel que encontraba a su paso. Pero aquí estoy. Rodeada de gente que va a reuniones de trabajo, turistas que se hacen fotografías con el Big Ben y ciclistas que ni siquiera miran de reojo hacia atrás por si ven algún movimiento sospechoso. ¿Se recompone tan pronto una ciudad después de sufrir un ataque terrorista? ¿Estamos ya tan acostumbrados en Occidente a los yihadistas?

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