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Revuelta judicial contra Trump: 16 fiscales condenan el veto "inconstitucional"
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EUROPA SE UNE CONTRA la orden antimigratoria

Revuelta judicial contra Trump: 16 fiscales condenan el veto "inconstitucional"

Torrente de críticas de líderes internacionales, protestas masivas en EEUU y sentencias adversas de varios jueces federales. El veto a los inmigrantes de Trump provoca una condena global

Foto: Protesta en Dallas contra el veto impuesto por Trump a la entrada de refugiados e inmigrantes de siete países en EEUU. (Reuters)
Protesta en Dallas contra el veto impuesto por Trump a la entrada de refugiados e inmigrantes de siete países en EEUU. (Reuters)

Por primera vez, las potencias europeas unieron ayer sus voces contra el nuevo presidente de EEUU para condenar la orden que impide la entrada a refugiados y ciudadanos de siete países musulmanes. Si el sábado François Hollande pidió a Europa que "respondiera" a Trump, este domingo la canciller alemana, Angela Merkel, y la primera ministra británica, Theresa May, criticaron una medida que "pone bajo sospecha generalizada a personas de una confesión o con un pasado específico". No obstante, pese a las críticas de líderes internacionales, el rechazo de legisladores demócratas y republicanos y las sentencias adversas de jueces federales, Donald Trump no ha mostrado signo alguno de dar marcha atrás en el veto migratorio.

Aunque este sábado una jueza federal paralizó temporalmente las deportaciones, la decisión ejecutiva del presidente "sigue en vigor". Su decreto ley suspende el ingreso en EEUU de todos los refugiados durante 120 días, así como la concesión durante 90 días de visados a Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán. Tras la sentencia de Ann M. Donnelly, jueza del Tribunal del Distrito Federal de Brooklyn, los fiscales generales de 16 estados de EEUU condenaron ayer "la orden ejecutiva inconstitucional, antiestadounidense e ilegal del presidente Trump", afirmaron los procuradores, que dicen representar a "más de 130 millones de estadounidenses y residentes extranjeros" en sus estados.

Las restricciones, según el Gobierno, "no incluyen a poseedores de una 'green card" -que tienen derecho a trabajar en EEUU-, pero sí afectan a personas de esos países incluso si tienen pasaporte de otra nación. Por ello, el Gobierno alemán aseguró ayer que defenderá "con determinación" y en coordinación con sus socios de la UE los intereses de sus ciudadanos con doble nacionalidad. De hecho, este mismo lunes comenzaron los primeros líos en los aeropuertos norteamericanos, aunque el presidente echó balones fuera: "Los grandes problemas en los aeropuertos fueron causados por un apagón informático de Delta, los manifestantes y las lágrimas del senador Schumer", aseguró en Twitter.

Fiscales generales de 16 estados de EEUU condenaron ayer "la orden ejecutiva inconstitucional, antiestadounidense e ilegal del presidente"

"Nuestras embajadas en Washington analizan con toda la celeridad posible las consecuencias que ese decreto puede tener sobre nuestros ciudadanos con doble nacionalidad", indicó el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, en un comunicado conjunto con su colega holandés, Bert Koenders. Mientras la alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini, escribió en su blog que la UE seguirá "respaldando a las personas que huyen de la guerra, más allá de su fe o nacionalidad".

Reino Unido también respondió al veto de Trump. A través del ministro de Exteriores, Boris Johnson, el Gobierno calificó la medida de "divisoria" y "equivocada". La primera ministra, Theresa May, ordenó al exalcalde londinense y al ministro de Interior, Amber Rudd, que hablasen por teléfono con sus colegas de EEUU para evaluar el impacto de las medidas en refugiados e inmigrantes y en los británicos con doble nacionalidad. El alcalde de Londres, el musulmán Sadiq Khan, tildó de "vergonzosa" y "cruel" la prohibición de entrada.

Protestas masivas en varias ciudades

Nueva York, Boston, Washington, Los Ángeles y otras grandes ciudades volvieron a ser este domingo escenario de importantes protestas respaldadas, en la mayoría de esos casos, por las autoridades locales. En Nueva York, más de 10.000 personas se dieron cita en Battery Park, lugar en el que se recibió a los inmigrantes que llegaban a la ciudad durante buena parte del siglo XIX. En Washington, una gran multitud se congregó ante la Casa Blanca para exigir que se permita la entrada en el país a refugiados e inmigrantes, una concentración que se transformó en una marcha rumbo al Capitolio.

En Boston, una enorme multitud, con miles de manifestantes, abarrotó una conocida plaza en respuesta a una convocatoria liderada por el Consejo para las Relaciones Islámico-Estadounidenses. "¿Puedes oírnos Washington? En Boston nos levantamos con fuerza para apoyar y proteger a TODA nuestra gente", escribió en Twitter el alcalde de la ciudad, Marty Walsh.

Trump utilizó su canal de comunicación predilecto, Twitter, para defender el veto a los inmigrantes. "Nuestro país necesita fronteras sólidas y un escrutinio extremo, AHORA. Miren lo que está sucediendo en toda Europa y, ciertamente, en el mundo - ¡un lío terrible!", afirmó Trump en un mensaje de Twitter. "Los cristianos en Oriente Medio han sido ejecutados en grandes cantidades. ¡No podemos permitir que este horror continúe!", agregó Trump. En cumplimiento de su orden ejecutiva, seis cristianos sirios de Damasco fueron deportados este sábado y devueltos a su país.

El veto también se ha topado con el rechazo de los legisladores demócratas, como el líder de la minoría de ese partido en el Senado, Charles Schumer, quien exigió a Trump "revertir" una medida "miserable" y adelantó que evaluará medidas legislativas para frenar la orden. El presidente recibió también reproches de dos influyentes senadores republicanos, el excandidato presidencial John McCain y Lindsey Graham, que afirmaron este domingo que el decreto envía el mensaje de que "EEUU no quiere que los musulmanes vengan a nuestro país".

En cuanto a los países árabes, la mayoría ha reaccionado con silencio. El Gobierno iraní anunció ayer que aplicará el principio de reciprocidad a los ciudadanos de EEUU tras el "insulto flagrante a los musulmanes del mundo" de Trump. Irak, otro de los estados incluidos en la 'lista negra' de Trump, ha amenazado con prohibiciones recíprocas para cerrar la puerta de su territorio a los ciudadanos estadounidenses. La decisión del magnate también fue criticada por su vecino del norte, Canadá, donde el primer ministro, Justin Trudeau, defendió en su cuenta de Twitter a "aquellos que huyen de la persecución, el terror y la guerra". Su Gobierno anunció que ofrecerá residencia temporal a las personas que han quedado retenidas en Canadá.

Por primera vez, las potencias europeas unieron ayer sus voces contra el nuevo presidente de EEUU para condenar la orden que impide la entrada a refugiados y ciudadanos de siete países musulmanes. Si el sábado François Hollande pidió a Europa que "respondiera" a Trump, este domingo la canciller alemana, Angela Merkel, y la primera ministra británica, Theresa May, criticaron una medida que "pone bajo sospecha generalizada a personas de una confesión o con un pasado específico". No obstante, pese a las críticas de líderes internacionales, el rechazo de legisladores demócratas y republicanos y las sentencias adversas de jueces federales, Donald Trump no ha mostrado signo alguno de dar marcha atrás en el veto migratorio.

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