Trump, a punto de descubrir los "secretos más profundos" de EEUU
Una de las fases más trascendentales de la transición al presidente electo incluye sesiones informativas sobre las actividades de los servicios de inteligencia y operaciones secretas en curso
"Es bueno que haya barrotes en las ventanas porque, si no los hubiera, habría saltado al vacío". La frase es de Barack Obama. La enunció cuando, en el año 2008, siendo el presidente electo, recibió por primera vez información 'sensible' en un edificio oficial ubicado en Chicago. El tipo de información de alto secreto al que ahora tendrá acceso Donald Trump.
Una de las fases más trascendentales de la transición de poder al presidente electo Trump incluye sesiones informativas sobre las actividades de los servicios de inteligencia de EEUU y operaciones secretas en curso, así como descripciones de los poderes que ostentará sobre las Fuerzas Armadas, entre los que destacan los planes de contingencia para utilizar armas nucleares, según fuentes gubernamentales citadas por el diario 'The Washington Post'. Asimismo, dos fuentes de inteligencia citadas por Fox News confirman que el 'President's Daily Brief' (o PDB, un documento de alto secreto que se entrega cada día a las 7:45 al presidente de EEUU) ya está disponible para Trump, después de que la Casa Blanca decretase, antes de las elecciones del pasado martes, que el ganador tendría acceso completo al material para asegurar una transición fluida. Dichas fuentes matizaban este sábado que las sesiones informativas comenzarán, como pronto, esta semana.
Dos fuentes de inteligencia citadas por Fox News confirman que el PDB, un documento de alto secreto que se entrega cada día al presidente, ya está disponible para Trump
Aunque Trump ya ha recibido algunas sesiones informativas sobre amenazas y capacidades de los servicios secretos, hay programada una serie de reuniones con el presidente electo que versarán sobre lo que Obama definía como "nuestros secretos más profundos". El portavoz de Trump, Hope Hicks, ha declarado que no puede ofrecer información sobre el calendario de estas sesiones informativas. Los anteriores presidentes han recibido dichas sesiones informativas durante el proceso de transición.
En la primera sesión, Trump recibirá un análisis detallado de los recursos humanos y técnicos y de los métodos con los que se consigue información trascendental en los programas de acceso especial —los proyectos de alto secreto más 'sensibles'— para ataques con drones y otras operaciones de inteligencia. Este punto incluye la revelación, si Trump pide los nombres, de docenas de agentes en el extranjero a sueldo de la CIA. Aunque pueden hacerlo legalmente, la mayoría de los presidentes no han solicitado las identidades de estos agentes, excepto cuando esta relación secreta implicaba a un activo de la CIA particularmente importante.
Otras 'lecciones' incluyen las capacidades técnicas de la Agencia Nacional de Seguridad para interceptar comunicaciones en el extranjero, almacenarlas y entregárselas al instante a analistas e informáticos. Trump aprenderá que los servicios de inteligencia, que tradicionalmente responden a cualquier solicitud presidencial, consideran que el inquilino del Despacho Oval es "el primer cliente".
Un segundo 'briefing' versará sobre las operaciones encubiertas de la CIA diseñadas para influir en procesos políticos y otros acontecimientos en el extranjero, operaciones sobre las que Estados Unidos no se pronuncia ni tienen trascendencia pública. Actualmente, hay alrededor de una docena de esos 'findings' (conclusiones, órdenes de inteligencia firmadas por el presidente). Algunas atañen a autorizaciones para realizar operaciones antiterroristas letales en docenas de países. Otras son más 'modestas', como el apoyo a esfuerzos 'locales' en un país para detener genocidios o ayudas financieras a grupos opositores y rebeldes.
De acuerdo con la ley, las órdenes para dichas operaciones encubiertas son emitidas por la oficina del presidente, y aquellas que dictó Obama continuarán 'en activo' hasta que Trump, como presidente, las cambie. Normalmente, el presidente electo revisará las acciones encubiertas actualmente en curso y decidirá antes de jurar el cargo si las mantiene, las modifica o decreta su interrupción. También podría añadir nuevas operaciones tras haber tomado posesión. Obama recibió su sesión informativa sobre acciones encubiertas el 8 de diciembre de 2008.
"Es bueno que haya barrotes en las ventanas porque, si no los hubiera, habría saltado al vacío". La frase es de Barack Obama. La enunció cuando, en el año 2008, siendo el presidente electo, recibió por primera vez información 'sensible' en un edificio oficial ubicado en Chicago. El tipo de información de alto secreto al que ahora tendrá acceso Donald Trump.
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