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Cuatro escenarios electorales y un empate en los que Trump sería presidente de EEUU
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objetivo: alcanzar los 270 delegados

Cuatro escenarios electorales y un empate en los que Trump sería presidente de EEUU

La victoria del candidato republicano pasa por Florida. La victoria demócrata en este estado dejaría prácticamente a Hillary Clinton con más de un pie y medio en la Casa Blanca

Foto: Donald Trump, en uno de los últimos mítines de la campaña electoral en Carolina del Norte, uno de los 'swing states'. (Reuters)
Donald Trump, en uno de los últimos mítines de la campaña electoral en Carolina del Norte, uno de los 'swing states'. (Reuters)

Donald Trump tiene opciones de convertirse esta noche en el 45º presidente de Estados Unidos. No muchas —su rival, la demócrata Hillary Clinton, es la favorita, al aventajarle en casi todas las encuestas electorales—, pero la llegada de Trump a la Casa Blanca aún es factible. FiveThirtyEight, la prestigiosa web de predicciones políticas dirigida por el estadístico Nate Silver, da al candidato republicano un 31,5% de posibilidades de ganar. 'The New York Times', la antigua compañía para la que trabajaba Silver, reduce esta opción hasta el 14%.

Foto: Donald Trump en un acto de campaña. (Reuters) Opinión
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Los ojos de todo el mundo se fijarán a lo largo de la próxima madrugada en los 'swing states', una docena de Estados en los que el margen que dan las encuestas entre ambos candidatos ronda el 5%. Es decir, se sitúan dentro del margen de error y, por tanto, la victoria del magnate mediático aún es posible. Los últimos datos recopilados por el 'Financial Times' indican que en 10 estados la diferencia entre Trump y Clinton se sitúa por debajo del 4% en favor de uno u otro candidato. En ellos están en liza 116 delegados que se antojan decisivos. En otros siete estados, el margen es entre 4% y 6%. La Casa Blanca pasa por ganar en el mayor número de 'swing states' posible.

El sistema mayoritario estadounidense (el ganador en cada estado se lleva todos los delegados en disputa) hace de Florida el 'swing state' más importante para las aspiraciones de Trump, al aportar 29 delegados electorales, solo por detrás de California (55 delegados seguros para los demócratas) y Texas (38 para los republicanos). La victoria demócrata en Florida dejaría prácticamente a Hillary Clinton con más de un pie y medio en la Casa Blanca.

Triunfo en los 'swing states' con más delegados

Cuatro de los 10 estados con una diferencia por debajo del 4% entre ambos candidatos ponen en liza más de 15 delegados: Florida (29), Pennsylvania (20), Ohio (18) y Carolina del Norte (15). Si Trump lograse ganar en los cuatro territorios, alcanzaría los 270 delegados necesarios para llegar a la Casa Blanca. La victoria republicana en Ohio —el estado que desde 1964 predice el ganador nacional— se antoja más factible que en Florida y Carolina del Norte, donde las encuestas dan un empate técnico entre Clinton y Trump y el triunfo se decidirá por cientos de votos. Los republicanos lo tendrán mucho más difícil en Pensilvania. Los demócratas siempre han ganado allí desde 1992 y las últimas encuestas dan más de dos puntos de ventaja para Clinton.

Ganar en Pensilvania y Colorado por Florida

La victoria de Clinton en Florida prácticamente esfumaría las posibilidades de Trump para convertirse en presidente de Estados Unidos. La única alternativa republicana para compensar la derrota en Florida pasaría por ganar en Pensilvania (20) y Colorado (9), ya que ambos estados suman los mismos delegados que el estado del sureste estadounidense. Este escenario electoral se antoja extremadamente inviable, ya que las encuestas apuntan a un triunfo demócrata en ambos territorios, con un margen cercano a los tres puntos. O lo que es lo mismo, si la candidata demócrata gana en Florida y Pensilvania, la llegada de Trump a la Casa Blanca dependería de una carambola a más de tres bandas.

Victoria en Florida y Nuevo México

En el caso de que los republicanos venciesen en Florida (29), Ohio (18) y Carolina del Norte (15), el triunfo del magnate mediático pasaría a depender de lograr el 'sorpasso' en Nuevo México (5) y mantener la ventaja que le dan las encuestas en Nevada y Iowa, ambos estados con seis delegados. Nuevo México supone un doble reto para Trump: primero por tener las encuestas en su contra (3,5 puntos de ventaja para Clinton) y segundo por la intención del republicano de levantar un muro en la frontera entre Estados Unidos y México, que afectaría en gran medida a Nuevo México, donde existe una amplia comunidad hispana.

'Sorpasso' en los estados más ajustados

Si Trump lograse ganar en todos los estados donde el margen de las encuestas entre ambos candidatos es inferior a dos puntos —Florida (29), Carolina del Norte (15), Nevada (6), New Hampshire (4) y el segundo distrito electoral de Maine (1)— y mantener la ventaja en el resto de 'swing states' —Ohio (18) y Iowa (6)—, los republicanos llegarían a la Casa Blanca tras ocho años fuera de ella. Los resultados de Florida, Carolina del Norte, New Hampshire y Maine, todos ellos en la costa este, serán de los primeros en conocerse, por lo que aclararán —o incrementarán— la incertidumbre para el resto de la noche electoral.

Y un escenario con empate a 269 delegados

El delegado del segundo distrito electoral de Maine puede decidir las elecciones presidenciales de Estados Unidos. A diferencia del resto de estados, Maine y Nevada eligen parte de sus delegados por distrito y no por colegio electoral. En el caso de Maine, esto significa que dos delegados van a parar a la candidatura que gane a nivel estatal, mientras que los otros dos se reparten en función de quién haya ganado en sendos distritos electorales, un ámbito inferior al estado. Con una población eminentemente rural y, por tanto, más favorable a los republicanos, las últimas encuestas dan medio punto de ventaja a Trump en el segundo distrito de Maine. Si finalmente este delegado fuera a parar a Clinton y se mantuviera la situación descrita en el punto anterior, se produciría un empate a 269 delegados entre ambos candidatos. En este caso, cada una de las 50 delegaciones que conforman la Cámara de Representantes votaría a un candidato, proclamando presidente a aquel que obtuviera al menos 26 votos. Actualmente, los republicanos tienen mayoría en 33 delegaciones, lo que facilitaría a Trump su elección en caso de empate.

Donald Trump tiene opciones de convertirse esta noche en el 45º presidente de Estados Unidos. No muchas —su rival, la demócrata Hillary Clinton, es la favorita, al aventajarle en casi todas las encuestas electorales—, pero la llegada de Trump a la Casa Blanca aún es factible. FiveThirtyEight, la prestigiosa web de predicciones políticas dirigida por el estadístico Nate Silver, da al candidato republicano un 31,5% de posibilidades de ganar. 'The New York Times', la antigua compañía para la que trabajaba Silver, reduce esta opción hasta el 14%.

Hillary Clinton The New York Times
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