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Las ambiciones de China sobre los 'Cascos Azules': busca liderar las misiones de paz
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es el 2º país que más contribuye al presupuesto

Las ambiciones de China sobre los 'Cascos Azules': busca liderar las misiones de paz

El país asiático tiene más tropas desplegadas que los otros cuatro miembros del Consejo de Seguridad juntos. Ahora busca una compensación a su participación, en forma de cuota de poder

Foto: Soldados chinos con boinas de los Cascos Azules durante un entrenamiento en Qinyang, antes de salir para Darfur, en septiembre de 2007 (Reuters)
Soldados chinos con boinas de los Cascos Azules durante un entrenamiento en Qinyang, antes de salir para Darfur, en septiembre de 2007 (Reuters)

Hace ya bastante tiempo que en lugares tan remotos y distintos entre sí como Haití, Mali o el Líbano ya no es extraño ver, entre los Cascos Azules de la ONU, a oficiales chinos. Según datos oficiales de Naciones Unidas, China mantiene desplegados a 2.639 miembros de sus fuerzas de seguridad, entre agentes de policía, observadores militares y soldados, en 11 misiones diferentes. Es el décimo país que más tropas aporta a las operaciones de pacificación, y en el segundo que más contribuye económicamente, en torno a un 10% del presupuesto total. El año pasado, el presidente Xi Jinping prometió elevar la cifra de estas tropas a 8.000, lo que le convertirá en el país con mayor número de soldados sobre el terreno en misiones internacionales de paz.

A cambio, China se prepara para asumir el mando del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz (DOMP), rompiendo una regla no escrita por la que, desde hace casi dos décadas, esta sección está dirigida por un francés. “Maniobras de pasillo y regateos entre miembros del Consejo de Seguridad –relacionados con la selección del nuevo secretario general- podrían culminar con Beijing al cargo del DOMP, según múltiples fuentes en Nueva York y Ottawa”, afirma la cadena de televisión canadiense CBC.

Foto: Soldados del Ejército de Liberación Popular durante un entrenamiento en Tianshui, en la provincia de Gansu, en enero de 2016 (Reuters).

Y aparentemente, la idea no desagrada a muchos dentro de la ONU. “Considerando que China aporta más tropas a las Naciones Unidas que los otros cuatro miembros permanentes [del Consejo de Seguridad] juntos, de que es el número 2 tras los Estados Unidos en términos de contribuciones al presupuesto de operaciones de mantenimiento de la paz, uno se pregunta: ¿Por qué no iban a querer el DOMP?”, afirma un funcionario de la ONU en otro reciente artículo en Foreign Policy sobre la misma cuestión.

“Desde nuestra perspectiva, la nacionalidad es menos importante que asegurarse de que quienquiera que lidere el departamento lo hace de modo competente y nos ayuda a afrontar los desafíos muy reales hacia los que vamos”, explica Nick Birnback, el portavoz jefe del DOMP. “Es una época muy difícil para las operaciones de mantenimiento de la paz. Pasamos por estrecheces. Estamos desplegados en algunos de los teatros de operaciones más duros del planeta. Y necesitamos a alguien que pueda liderarnos de forma efectiva”.

“El componente de la contribución de tropas se ha expandido enormemente en los últimos cinco años, sobre todo con batallones de infantería compuestos por tropas de combate”, explica Chin Hao-Huang, profesor de ciencias políticas en el Yale-NUS College de Singapur y experto en la participación china en estas misiones. “En muchos aspectos, es un reflejo de la existencia de tropas chinas más sofisticadas, que están disponibles para despliegues rápidos, a gran distancia y de larga duración para las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU”, dice a El Confidencial.

Del aislamiento al liderazgo

“Al contrario que otros países que contribuyen a múltiples plataformas de mantenimiento de la paz (por ejemplo, mediante grupos ‘ad hoc’, organizaciones regionales, o alianzas), China solo se implica en operaciones de las Naciones Unidas”, señala Courtney J. Fung, profesora de relaciones internacionales en la Universidad de Hong Kong. Hasta principios de los años 90, China se abstenía en las votaciones sobre las diferentes operaciones de la ONU, para evitar romper su cuidada imagen de neutralidad. En 1992, por primera vez, envió tropas a una misión internacional, la de Camboya.

Desde entonces, su papel no ha dejado de crecer. “Es el único miembro del Consejo de Seguridad que tiene poder de veto, al tiempo que se identifica a la vez como un gran poder y un país en desarrollo”, dice Fung. “Así que, cuando China despacha tropas, está enviando un fuerte mensaje de que la comunidad internacional está unida y comprometida a actuar”, escribe en un artículo académico aparecido a finales de julio.

Foto: Un guardia de seguridad frente al emblema del PC Chino durante la celebración del 95º aniversario de la fundación del partido, el 1 de julio de 2016 (Reuters) Opinión

Pero a algunos observadores les preocupa el impacto que puede tener el que China, un país donde se violan de forma masiva los derechos humanos, se haga con el liderazgo del DOMP. “Los chinos están bajando el listón. Estamos viendo la primera fase de una puja china para, primero, consolidarse en las operaciones de paz de la ONU y, luego, reescribir las reglas de esas operaciones”, asegura Richard Gowan, un experto en misiones de la ONU en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.

Otros expertos, en cambio, creen que el impacto será positivo para la propia China. “Hay más oficiales del ejército chino ocupando puestos de alto liderazgo y planificación estratégica, tanto en misiones de mantenimiento de la paz sobre el terreno como en los cuarteles generales del DOMP. Estas son tendencias positivas, dado que los oficiales chinos siguen profesionalizando sus capacidades”, comenta Hao-Huang.

“Sostener y profundizar en su contribución en estas áreas ayudaría a la candidatura de la representación china en el DOMP”, indica. “Pero, en último término, el proceso de toma de decisiones es uno de relaciones. China podría exigir un mayor papel de liderazgo, pero sus crecientes capacidades materiales no se traducen necesariamente ni garantizan encabezar el DOMP. La legitimidad y autoridad de China se derivará fundamentalmente de cómo otros estados miembros valoren su pasado y su continuadas contribuciones multifaceta a las operaciones de la ONU”.

Hace ya bastante tiempo que en lugares tan remotos y distintos entre sí como Haití, Mali o el Líbano ya no es extraño ver, entre los Cascos Azules de la ONU, a oficiales chinos. Según datos oficiales de Naciones Unidas, China mantiene desplegados a 2.639 miembros de sus fuerzas de seguridad, entre agentes de policía, observadores militares y soldados, en 11 misiones diferentes. Es el décimo país que más tropas aporta a las operaciones de pacificación, y en el segundo que más contribuye económicamente, en torno a un 10% del presupuesto total. El año pasado, el presidente Xi Jinping prometió elevar la cifra de estas tropas a 8.000, lo que le convertirá en el país con mayor número de soldados sobre el terreno en misiones internacionales de paz.

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