Trump se enfrenta hoy a Clinton en un último debate envuelto en polémicas

Tercer y último debate entre los candidatos a la presidencia de EEUU. El republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton llegan a este cara a cara definitivo prácticamente empatados en tres estados cruciales, Nevada Carolina del Norte y Ohio, según una encuesta de CNN/ORC difundida este martes. El magnate afronta el debate armado con "nuevas pruebas" sobre un intento de encubrimiento en el escándalo de los correos de la ex Secretaria de Estado, aunque las últimas controversias en torno a los candidatos han perjudicado más a Trump que a Clinton en términos de intención de voto.

El cara a cara, que moderará Chris Wallace de Fox News y podrá seguirse a partir de las 3 de la madrugada, puede suponer la última oportunidad para Trump de ganar impulso en las tres últimas semanas de campaña. Porque, pese al empate en tres estados claves en estas elecciones, a medida que los sondeos se vuelven más ajustados en estados "battleground" y tradicionalmente republicanos, la aritmética electoral es cada vez más adversa para el magnate. En Arizona, por ejemplo, que ha votado republicano en nueve de las diez últimas elecciones, la batalla se presenta increíblemente reñida.

Trump llegó al anterior debate en medio de un huracán que amenazaba con destruir su campaña, distanciado en las encuestas y con medio Partido Republicano dándole la espalda o conspirando para lograr su dimisión. Pero el magnate dio la sorpresa: apareció más compuesto, ágil y desafiante; manejó los tiempos, pasó a la ofensiva y logró poner nerviosa a Clinton.

Consciente de que tiene mucho en contra, Trump ha vuelto a agitar el fantasma del amaño electoral. El magnate insistió en que los comicios del 8 de noviembre están amañados 'en las urnas' en favor de la ex primera dama

Consciente de que tiene mucho en contra, Trump ha vuelto a agitar el fantasma del amaño electoral. El magnate insistió en que los comicios del 8 de noviembre están amañados "en las urnas" en favor de la ex primera dama. El magnate inmobiliario viajó a Wisconsin, estado en el que tiene pocas posibilidades de salir victorioso -los demócratas ganan ahí desde 1988- pero muy simbólico por el enfrentamiento que mantiene con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, oriundo de esa tierra.

Trump reunió a miles de personas en Green Bay (Wisconsin) al grito de "Paul Ryan apesta" y centró su discurso en un presunto amaño electoral en el que insiste desde hace semanas sin presentar pruebas y del que el aparato republicano se ha desmarcado. Trump afirmó que cerca de 1,8 millones de personas fallecidas están registradas para votar en las elecciones presidenciales. "Si van a votar por mi podemos hablarlo, pero tengo el presentimiento de que no van a votar por mi", bromeó el magnate, al añadir que todos estos muertos van a votar "por algún otro" candidato, en alusión a Clinton.

Trump también aseguró que 2,75 millones de personas están inscritas para votar en más de un estado y que un 14% de los inmigrantes indocumentados también lo está, lo que equivale a un millón y medio de personas aproximadamente. "Hemos descubierto que esta participación fue suficientemente grande para decantar la victoria demócrata en varias contiendas ajustadas", dijo Trump, al insinuar que el presidente Barack Obama ganó las elecciones de 2008 en Carolina del Norte, una contienda que se resolvió por poco más de 14.000 papeletas, gracias a los votos de los indocumentados. Sin citarlo, Trump se refirió a continuación a Ryan y al resto de dirigentes republicanos que lo han censurado por insinuar que las elecciones pueden estar amañadas.