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El legado de Carlos Bulgheroni, el hombre más rico de Argentina
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DUEÑO de la segunda petrolera del país

El legado de Carlos Bulgheroni, el hombre más rico de Argentina

El dueño de la mayor empresa argentina, Carlos Bulgheroni, falleció este fin de semana en Estados Unidos como consecuencia de un cáncer

Foto: Carlos Bulgheroni, en una imagen de archivo.
Carlos Bulgheroni, en una imagen de archivo.

Carlos Bulgheroni, dueño de la mayor fortuna de Argentina, ha muerto este fin de semana víctima de un cáncer a los 71 años de edad en Estados Unidos, donde era tratado de su enfermedad.

El empresario era propietario de la petrolera Bridas junto a su hermano, y su fortuna está calculada en 4.500 millones de dólares, según la revista 'Forbes'. Su muerte “ha conmocionado al sector de los hidrocarburos y al empresariado argentino”, según señaló el diario 'El Cronista'. También era propietario de Pan American Energy (PAE), la segunda petrolera del país detrás de la estatal YPF.

Al frente del negocio familiar

Su padre, descendiente de inmigrantes italianos, empezó a comercializar bridas en la década de los cuarenta –piezas de plástico que sirven para unir tuberías usadas en la extracción de petróleo– en Buenos Aires. Allí, el negocio familiar se convirtió en uno de los grupos económicos más influyentes de Argentina de las últimas décadas. Carlos, junto a su hermano Alejandro, aprendió el negocio de su padre, y ambos se pusieron al frente de la empresa familiar cuando este falleció en 1985.

La revista 'Forbes' calculó su fortuna y la de su hermano en 4.500 millones de dólares

Como hombre de negocios, Bulgheroni también influyó en la política nacional, tal y como reconoció Axel Kicillof, ministro de Economía con Cristina Kirchner, que aseguró que el empresario “tuvo un rol importante en muchas medidas de gobierno y decisiones” para el sector energético, ayudando por ejemplo a “destrabar el problema del precio del gas”.

"Sabía perfectamente lo que quería, tenía capacidad de maniobra política y podía moverse entre las distintas aguas sin casarse con nadie", explica Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de la consultora Freemarket Corporative Intelligence. Para el consultor, Bulgheroni pertenece a una generación de empresarios argentinos "prácticamente en extinción", pero, a diferencia de otras compañías, apenas se vio salpicado por casos de corrupción. "Era muy listo, tenía el encanto de los italianos y la capacidad de estrategia de un alemán". De hecho, define su mano en los negocios como "un guante de seda en mano de hierro". "Era difícil llegar a un acuerdo con él, pero luego era un hombre de palabra", asegura el consultor sobre la estrategia de Bulgheroni.

"Una cosa que hizo muy bien es profesionalizar el grupo, es muy moderno y con gente muy capaz, que hará que no suponga un problema"

La prensa argentina también le califica como un empresario audaz, obsesionado con su trabajo, y estrechamente relacionado con el poder. Mientras él era la cara visible de la corporación, encargado de las relaciones con los gobiernos y el poder, su hermano Alejandro, socio a partes iguales, se encargaba de la gestión diaria de la empresa, según ha publicado el diario argentino 'Clarín'. Ambos se comprometieron con el Gobierno kirchnerista a traer al país al menos 500 millones de dólares a través del Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico, destinado a la financiación de proyectos de inversión pública en sectores estratégicos como hidrocarburos.

Con su muerte, su hijo Marcos estará al frente de su parte en la compañía, aunque hace tiempo que son sus hijos quienes la gestionan. Por eso, el fallecimiento del empresario no tendrá grandes consecuencias en el futuro de Bridas. "Una cosa que hizo muy bien es profesionalizar el grupo, es muy moderno y con gente muy capaz, que hará que no suponga un problema", reconoce De Quirós sobre el argentino.

Ambiciones en el extranjero

En el comunicado de prensa difundido por las corporaciones de Bulgheroni con motivo de su fallecimiento, reconocían que “siempre soñó con un empresariado nacional que extendiera la presencia económica y cultural de nuestro país al exterior”.

En los noventa, negoció con los talibanes para sacar un gasoducto hasta Europa

Las intenciones de ese 'sueño' se hicieron palpables en 1997, cuando el empresario inició negociaciones con los talibanes para construir un gasoducto que permitiera traer a Europa el gas de un yacimiento de su propiedad en Turkmenistán. El plan era sacarlo por Pakistán a través de Afganistán, en guerra en aquel momento. El encargo, según publicó el diario 'Clarín', vino directamente de manos del presidente de Turkmenistán para que convenciera a los talibanes de autorizarles a construir el gasoducto. Sin embargo, nunca consiguió su objetivo debido a la toma de Kabul por los fundamentalistas.

Una de sus negociaciones más complicadas no tuvo que ver con el mundo empresarial. Fue para liberar a su padre, secuestrado por el grupo guerrillero Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en 1974. Durante un mes, él y su hermano negociaron con los captores en el más absoluto secretismo, hasta que finalmente un amigo íntimo entregó el dinero del rescate.

Pasión por Madrid

El hombre más rico de Argentina tenía predilección por España, especialmente por Madrid, donde tenía una vivienda y vivió una temporada. Le gustaba ir al Museo del Prado y a restaurantes a comer uno de sus platos favoritos: los callos. "Era muy divertido en el trato", comenta De Quirós. Precisamente por esa inclinación, tampoco quiso entrar en la polémica entre la petrolera española Repsol y el Gobierno argentino: "No comentaba situaciones que no conocía".

Con 28 años sufrió una leucemia que superó contra todo pronóstico. Los médicos de Standford, en Estados Unidos, uno de los mejores centros para tratar este tipo de enfermedades, le dieron cinco meses de vida. Sin embargo, Bulgheroni ha vivido 43 años más, aunque este antecedente médico ha complicado una operación de corazón a la que se sometió el pasado mes de junio y de la que ha fallecido en la madrugada de este sábado.

Carlos Bulgheroni, dueño de la mayor fortuna de Argentina, ha muerto este fin de semana víctima de un cáncer a los 71 años de edad en Estados Unidos, donde era tratado de su enfermedad.

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