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La extrema derecha europea busca capitalizar el temor a más atentados
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Manifestación en berlín bajo el lema "Merkel tiene que marcharse"

La extrema derecha europea busca capitalizar el temor a más atentados

Las formaciones xenófobas están logrando capitalizar el 'shock' producido por la reciente oleada de atentados en el ámbito mediático y de discurso político

Foto: Participantes de la manifiestación en Berlín. (Reuters)
Participantes de la manifiestación en Berlín. (Reuters)

“¿Veis como teníamos razón?”. Así interpelaba ayer en Berlín un orador al millar de simpatizantes de extrema derecha -cabezas rapadas, símbolos anticonstitucionales- que se reunieron bajo el lema “Merkel tiene que marcharse”. “Advertimos de que si se permitía a gente sin documentación alguna entrar sin control en nuestra patria, sería el caos. Y no han hecho falta ni unos meses para que empiece a correr la sangre,” amonestó, haciendo referencia a los cuatro atentados que han sacudido Alemania este mes. Hoy domingo, el nacionalista Movimiento Identitario convoca otra protesta frente al parlamento bávaro en Múnich, coincidiendo con la ceremonia en recuerdo a las nueve víctimas del ataque del pasado 22 de julio. Que por el momento no se haya descubierto ningún motivo islamista detrás del atentado no impide que los movimientos xenófobos lo enarbolen en favor de su causa.

Y mañana, para la ya tradicional manifestación de los lunes que Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente) organiza por todo el estado, viajará a Múnich la conocida Tatjana Festerling. Esta exmilitante del partido xenófobo Alternativa por Alemania (AfD) colgaba a principios de mes en su Facebook fotos en las que se la veía patrullando en la frontera búlgara a la “caza” de refugiados.

Bien es cierto que estas concentraciones no son de ninguna manera masivas -el poder de convocatoria de Pegida ha decaído bruscamente durante el último año-; tampoco lo son las que se convocan hoy en Francia bajo el lema “Contra el islam, defiende tu iglesia”, en respuesta al atentado del pasado martes en Rouen, que segó la vida de un cura. Pero por otro lado, al menos según el diario sensacionalista 'Bild', la afiliación de la AfD ha crecido en un 4% desde el primero de los ataques -que se produjo en Würzburg el 18 de julio-, a razón de 50 nuevos miembros al día.

Sin embargo, es sobre todo a nivel mediático y de discurso político que las formaciones xenófobas están logrando capitalizar el 'shock' producido por la reciente oleada de atentados.

En Alemania, el vicepresidente de la AfD, Alexander Gauland, propuso esta semana eliminar temporalmente el derecho de asilo para los musulmanes, hasta que todas las solicitudes pendientes hubieran sido procesadas. Una idea lanzada ante todo para crear polémica, ya que, como señalaron incluso miembros de su propio partido, no es factible desde el punto de vista del derecho.

En cualquier caso, el horror de las últimas semanas les ha proporcionado munición contra la canciller y su política migratoria. “Partido único de Merkel: gracias por el terrorismo en Alemania y Europa,” tuiteaba a los pocos minutos de comenzar el ataque de Múnich André Poggenburg, miembro del comité federal de la AfD. En otro tuit poco después, expresó “nuestra repulsa ante los merkeleros y los imbéciles de izquierdas que también son responsables”.

En Francia, las reacciones por parte de la derecha nacionalista han sido aún más agresivas. “El islamismo nos matará, si no lo matamos antes,” clamó Marion Maréchal-Le Pen, la sobrina de la dirigente del Front National, en un mensaje grabado en vídeo tras el atentado de Niza. “Aquellos que prefieren el 'statu quo', el no hacer nada o el callarse, se convierten en cómplices de nuestros enemigos,” agregó. Después del ataque de Rouen, llamó a los cristianos a “alzarse para resistir contra el islamismo”, y poco después, anunció en Twitter su decisión de unirse a la reserva militar, invitando a todos los “jóvenes patriotas” a hacer lo mismo.

Ya desde los atentados de París, en noviembre del año pasado, los votos para su partido, que ha convertido el discurso antiinmigración en una de sus enseñas, han subido como la espuma; la afiliación, entretanto, ha batido un récord, alcanzando los 80.000 militantes. En las elecciones regionales del pasado diciembre, el FN acabó siendo derrotado en la segunda vuelta en las circunscripciones en las que concurría, pero aun así se llevó un 27% del total de votos. Según las encuestas, uno de cada tres franceses podría imaginarse votando a Marine Le Pen para la presidencia en 2017.

Desde los Demócratas Suecos hasta Amanecer Dorado, el miedo a la "islamización" ha proporcionado un rédito considerable a los movimientos xenófobos

Desde los Demócratas Suecos en el norte, hasta Amanecer Dorado y la Lega Nord en el Mediterráneo, pasando por la oposición a la acogida de refugiados por parte del Grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia), el miedo a la “islamización” y a los atentados ha proporcionado un rédito considerable a los movimientos xenófobos. Los comicios que se han celebrado hasta ahora vienen a constatar el cambio de paradigma.

Pero el impacto que ha tenido la última oleada de ataques -según un estudio del 'think tank' estadounidense Pew Research Center casi el 60% de los europeos cree que la llegada de refugiados incrementa el riesgo de atentados- se medirá en las elecciones que están por llegar.

Según el 'think tank' estadounidense Pew Research Center, casi el 60% de los europeos cree que la llegada de refugiados incrementa el riesgo de atentados

Por el momento, en Holanda el Partido de la Libertad de Geert Wilders encabeza las encuestas. Si es elegido primer ministro el año que viene, ha anunciado, se compromete a convocar un referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea. “Hemos de dejar la UE, recobrar la soberanía nacional, cerrar nuestras fronteras y hacer que los Países Bajos sean de nuevo seguros,” tuiteó el dirigente xenófobo tras los atentados que sacudieron en marzo el aeropuerto de Bruselas.

Para 2017 también están previstos comicios generales en Francia y en Alemania -este marzo, la AfD se introdujo por primera vez en tres parlamentos regionales-. Pero la cita más próxima es en Austria. El 2 de octubre se celebrará la repetición de las elecciones presidenciales, impugnadas por el candidato de la derecha populista Norbert Hofer, que las había perdido por apenas 30.000 votos.

Más medidas de seguridad

A pesar de que el Ejecutivo alemán sigue defendiendo de palabra la acogida de refugiados, en la práctica durante el último año su legislación ha comportado un endurecimiento de las condiciones para los solicitantes de asilo. El cierre de la ruta de los Balcanes, por el otro lado, ha supuesto una reducción drástica del número de llegadas.

Aun así, la presión a favor de unas restricciones todavía mayores a la política de acogida no llegan únicamente desde la AfD. Tras los sucesos de Múnich, la Unión Social Cristiana de Baviera -un aliado fundamental del partido de Merkel- ha exigido que los refugiados cuyas solicitudes de asilo sean rechazadas puedan ser deportados incluso a países en guerra. Con ello se abre una vez más la brecha entre ambos socios, cuya relación ya había pasado por momentos tensos.

La canciller, por su parte, ha anunciado más medidas de seguridad para detectar a sujetos radicalizados susceptibles de cometer atentados entre los solicitantes de asilo. Pero por lo demás, sigue fiel a su mantra, “Wir schaffen das” (“Esto lo conseguimos”). Una consigna que, por lo demás, también se escuchaba en la manifestación ultraderechista de ayer en Berlín, aunque en referencia a un objetivo algo distinto.

“¿Veis como teníamos razón?”. Así interpelaba ayer en Berlín un orador al millar de simpatizantes de extrema derecha -cabezas rapadas, símbolos anticonstitucionales- que se reunieron bajo el lema “Merkel tiene que marcharse”. “Advertimos de que si se permitía a gente sin documentación alguna entrar sin control en nuestra patria, sería el caos. Y no han hecho falta ni unos meses para que empiece a correr la sangre,” amonestó, haciendo referencia a los cuatro atentados que han sacudido Alemania este mes. Hoy domingo, el nacionalista Movimiento Identitario convoca otra protesta frente al parlamento bávaro en Múnich, coincidiendo con la ceremonia en recuerdo a las nueve víctimas del ataque del pasado 22 de julio. Que por el momento no se haya descubierto ningún motivo islamista detrás del atentado no impide que los movimientos xenófobos lo enarbolen en favor de su causa.

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