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Así vivieron tres españoles el atentado en Niza ocultos en el almacén de un restaurante
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Testimonio de los españoles que vivieron el horror

Así vivieron tres españoles el atentado en Niza ocultos en el almacén de un restaurante

Han salido a cenar. Hace buen tiempo y ocupan una mesa en la terraza del restaurante 'Mamma', en el centro, muy cerca del Paseo Marítimo. De repente, comenzó el caos

Foto: Gente cruzando la calle en medio del caos. (Reuters)
Gente cruzando la calle en medio del caos. (Reuters)

Ocultos en el almacén de un restaurante de Niza. Así vivieron tres españoles y la pareja francesa de uno de ellos los minutos posteriores al dramático atentado en la turística localidad gala, junto a otras 12 personas que, presas del pánico, se refugiaron tras el cierre metalico del céntrico restaurante Mamma.

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En el exterior, el horror inundaba las calles. Sirenas de policia y ambulancias, gritos, carreras...

Escenas de pánico tras el atentado

Luis es un ingeniero de Caminos coruñés que realiza un doctorado en Energías Renovables en Cardiff, Reino Unido. Luis y un amigo han ido a visitar a Niza a otro colega, doctorado en Ingeniería, que vive en la hasta ahora apacible Niza con su novia, médica de profesión.

Han salido a cenar. Hace buen tiempo y ocupan una mesa en la terraza del restaurante Mamma, en el centro, muy cerca del Paseo Marítimo. "De repente, oímos ruidos raros. No eran fuegos artificiales, pero tampoco disparos. Entonces comenzó a llegar gente corriendo gradualmente. Cada vez más gente, y corriendo más deprisa".

"Estuvimos allí entre 20 y 25 minutos. Nosotros no estábamos muy asustados, pero había mujeres mayores que estaban sollozando"

El fatal atentado ya se ha producido. "El dueño del restaurante preguntó entonces qué es lo que pasaba. Alguien le dijo que había tiros. Entonces se puso a gritar y nos hizo pasar a todos al interior del restaurante", cuenta Luis a El Confidencial.

Toda precaución parecía poca. El propietario del Mamma echó el cierre metálico del establecimiento e hizo que todos sus clientes y otras personas que se habían resguardado allí bajaran a la despensa.

"Estuvimos allí entre 20 y 25 minutos. Nosotros no estábamos muy asustados, pero había mujeres mayores que estaban sollozando. La chica que iba con nosotros, que es médica, se puso a hablar con la gente. Éramos 16 personas en la planta de abajo".

Según Luis, el dueño del restaurante les ofreció quedarse mas tiempo. Pero ellos prefirieron salir e ir a buscar a uno de sus amigos que, con las prisas, se quedó fuera cuando echaron el cierre metálico y tuvo que guarecerse en otro restaurante próximo.

"Decidimos salir y correr hasta casa. Entonces sí que vimos más pánico y miedo entre la gente que caminaba por la calle. No vimos heridos, solo gente histérica".

Vi gente volar y aplastada

Germán Carbonell, un español que ha sido testigo del ataque de un camión en Niza durante los fuegos artificiales del Día de la Bastilla, ha señalado a Antena 3 que vio como "un camión a cierta velocidad empezó a arrollar a todo lo que encontraba por su paso"

Debido a su cercanía pudo ver al conductor y cómo "sacaba un poco la mano por la ventanilla" y después empezó a haber disparos, aunque salieron corriendo a "un lugar seguro" y no vio nada más. No obstante, ha confirmado que se escucharon "muchos disparos" y observó cómo los agentes de policía se acercaron a la cabina donde estaba el conductor.

Del mismo modo, ha explicado que el vehículo ha pasado por la carretera cortada y que se veía a la "gente volar y aplastada", lo que ha calificado de "terrible", aunque en ningún caso ha visto "a ningún terrorista disparar a la gente que estaba en el paseo".

Por su parte, Emma Gutiérrez, guía turística española, se encontraba en una cafetería en el paseo marítimo. "Estábamos en una cafetería esperando a que nos sirvieran las bebidas cuando empezó el camión a atropellar a la gente y nos indicaron en el bar que nos tiráramos al suelo y nos escondiéramos", señala.

"Empezaron a cerrar las persianas de metal y a escribir a todos los integrantes del grupo que íbamos de viaje. Lo peor es que no sabíamos dónde estaban dos de ellos porque se encontraban en todo el mogollón y hasta la una y media de la mañana no pudimos encontrarlos", confiesa.

Ocultos en el almacén de un restaurante de Niza. Así vivieron tres españoles y la pareja francesa de uno de ellos los minutos posteriores al dramático atentado en la turística localidad gala, junto a otras 12 personas que, presas del pánico, se refugiaron tras el cierre metalico del céntrico restaurante Mamma.

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