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El ISIS reivindica el atentado más sangriento de la historia de Estados Unidos
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50 MUERTOS EN EL ATAQUE CONTRA UN CLUB GAY DE ORLANDO

El ISIS reivindica el atentado más sangriento de la historia de Estados Unidos

Un hombre armado irrumpió en la madrugada en plena fiesta y abrió fuego contra los asistentes. Después mantuvo rehenes durante horas hasta que fue abatido por la policía

Foto: Escena a las afueras del club Pulse, cuando todavía seguía la toma de rehenes. (EFE)
Escena a las afueras del club Pulse, cuando todavía seguía la toma de rehenes. (EFE)

El tiroteo en la discoteca gay Pulse de la ciudad de Orlando (Florida) es el más mortífero de la historia de EEUU y ha causado la peor matanza desde los atentados terroristas del 11 de septiembre. La policía estima el número de víctimas mortales en 50 y los heridos en 53. Aunque de momento rechaza identificar el móvil, la policía maneja tres posibilidades: un ataque terrorista, un crimen de odio u otro tiroteo más, sin motivo aparente, de los que manchan la crónica americana todas las semanas. Por el momento, el ataque ha sido reivindicado por el Estado Islámico a través de su agencia AMAQ.

[En directo: toda la información sobre el tiroteo]

El autor habría sido identificado como Omar Mir Sediq Mateen, de 29 años de edad, residente en la localidad de Port St. Lucie (en Florida), según han confirmado fuentes policiales a la cadena CBS. Estas mismas fuentes han precisado que Mateen mantenía lazos con radicales islámicos pero carecía de antecedentes delictivos. El presunto autor del tiroteo tenía licencia para armas, según los registros de Florida, y existe un acta de matrimonio fechada en 2009. Mateen llamó poco antes de iniciar el ataque al teléfono de emergencia 911 y declaró su lealtad al Estado Islámico, informó el canal NBC News.

El presidente de EEUU, Barack Obama, ha calificado de "acto de terrorismo y odio" el tiroteo. "Hoy marca el tiroteo más letal en la historia de América (EEUU)", afirmó Obama, visiblemente afectado, en una declaración efectuada tras reunirse con el director del Buró Federal de Investigación (FBI) y sus asesores en materia de seguridad nacional. El tirador "era una persona llena de odio y en los próximos días descubriremos por qué y cómo sucedió esto", dijo Obama, quien envió sus condolencias a las víctimas y sus familiares.

placeholder Amigos y familiares de las víctimas esperan a las afueras de la sede policial. (Reuters)
Amigos y familiares de las víctimas esperan a las afueras de la sede policial. (Reuters)

Los portavoces de la Policía de Orlando comparecieron ante los medios para dar la primera versión de este ataque que han calificado como "terrorista" y del que se habían ido conociendo detalles a través de testigos y de informaciones preliminares divulgadas por la institución a través de su cuenta oficial de Twitter.

"Fuimos contactados por gente que estaba en el baño, herida. Tomamos la decisión de entrar", explicó el jefe Mina. Y prosiguió: "Hemos intercambiado disparos con el sospechoso y él murió en el lugar. Estaba armado con un rifle de asalto y una pistola". De acuerdo con las primeras pesquisas, el tiroteo estaba "preporganizado y bien preparado" porque el presunto autor "no era de la zona".

La tesis terrorista

El atacante comenzó a disparar poco después de las dos de la mañana y fue respondido por un agente de policía que estaba en el local, donde había 300 personas. Los clientes se echaron al suelo en la pista de baila y tras la barra del bar. Los que estaban cerca de la puerta trasera, escaparon. El asaltante portaba una pistola y un rifle de asalto. A las cinco de la mañana, la policía de élite SWAT decidió entrar a rescatar a los rehenes. Utilizó una explosión controlada para distraer al atacante. Durante el intercambio de disparos, el sospechoso fue abatido y un agente fue herido. Su casco antibalas Kevlar le salvó la vida.

Las autoridades investigan la masacre como un “ataque terrorista doméstico”. El FBI ha abierto pesquisas y el jefe de policía de Orlando, John Mina, ha declarado que el ataque “parece organizado y bien preparado”. El sospechoso abatido se llamaba Omar Saddiqui Mateen, de 29 años, nacido en Florida de padres afganos, y durante un tiempo estuvo “en el radar” de las autoridades, pero no fue objeto de investigación.

La masacre podría sumarse al reciente historial de conspiraciones terroristas en suelo americano, una olla a presión con potencial para definir las elecciones presidenciales en curso.

Según la Fiscalía General, la justicia de Estados Unidos condenó en 2015 a 60 personas por delitos relacionados con el terrorismo. La mayor cifra de la historia, debido a la creciente influencia del grupo terrorista ISIS. Los condenados incluyen a personas relacionadas con el tiroteo de San Bernardino, en California, donde una pareja de radicales mató a 14 personas; a norteamericanos que recibieron dinero del ISIS para planear ataques en suelo americano y acusados de hacer propaganda islamista radical en las redes sociales. En estos momentos hay investigaciones relacionadas con el ISIS abiertas en los 50 estados.

El grupo terrorista, objetivo de los bombardeos liderados por Estados Unidos en sus territorios de Irak y Siria, reveló a principios de 2015 una guía para ser un “agente secreto” en un país no musulmán. Los ataques en Francia y Bélgica el pasado otoño aumentaron la alerta en ciudades como Nueva York, donde los principales nudos de transporte están siendo patrullados por soldados con metralletas hasta el suelo, y catapultaron el terrorismo a primera línea política.

El aspirante republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, en su papel de hombre fuerte (el “campeón de América”, según sus palabras) ha sido acusado de usar el terrorismo como excusa para predicar la islamofobia. Durante la campaña ha propuesto reforzar la vigilancia en las mezquitas de Estados Unidos y prohibir la entrada al país a personas de fe musulmana. También ha dado voz a historias apócrifas sobre musulmanes celebrando el 11-S en New Jersey o soldados americanos asesinando a terroristas islamistas con balas mojadas en sangre de cerdo.

Trump ha condenado la matanza de Orlando con un tuit escueto. “Tiroteo muy grave en Orlando. La policía investiga posible terrorismo. Mucha gente muerta y herida”, y luego ha subido un poco el tono: “¿Cuándo va a acabar esto? ¿Cuándo nos volveremos duros, inteligentes y vigilantes?”. Su director de redes sociales, Dan Scavino Jr., fue más allá: “Esto sólo va a empeorar en América, cuando nuestro POTUS (presidente de Estados Unidos) no puede decir, o reconocer, estas tres palabras: TERRORISMO RADICAL ISLÁMICO”.

La segunda posibilidad es el “crimen de odio”. Junio es el mes del Orgullo Gay en Estados Unidos; este fin de semana, como en el caso de la discoteca atacada, se celebran fiestas en todo el país para celebrar los derechos de gais, lesbianas y transexuales, y el próximo 26 de junio va a hacer exactamente un año que el Tribunal Supremo declaró ilegal prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Mir Seddique, padre de Mateen, dice que el móvil del crimen ha sido la homofobia. "Esto no tiene nada que ver con la religión", declaró en NBC News. Seddique explicó que su hijo se enfadó recientemente en Miami, cuando vio a dos hombres besándose en la calle. "Estamos pidiendo disculpas por el incidente. No éramos conscientes de que estuviese planteando ningún tipo de acción. Estamos en estado de shock al igual que todo el país”, añadió Seddique.

El tercer elemento es el control de armas, uno de los debates más polarizantes del país. El senador de Connecticut, el demócrata Chris Murphy, ha condenado el ataque pidiendo limitar el acceso a las armas. Ha declarado que los tiroteos son una “epidemia” que “continuará sin fin si el Congreso sigue de brazos cruzados y no hace nada, una vez más”.

Este ha sido el tiroteo masivo (con más de cuatro muertos, sin contar al atacante) número 173 en lo que va de año en Estados Unidos. El fusil utilizado por el presunto agresor, un AR-15, es legal en Florida y se puede encontrar en las tiendas por 449 dólares. Menos que un iPhone.

Un suceso narrado por los testigos

Desde las 2.00 hora local, varios testigos han divulgado los hechos en las redes hasta que la policía ha puesto orden para prevenir la circulación de rumores. Esto, después de que se dispararan varias versiones tras una explosión controlada y ante la expectativa de que el individuo pudiera tener algún artefacto en su poder.

El club gay Pulse colgó en su pagina de Facebook un mensaje en el que pedía que todo el mundo saliera del local y corriera. En respuesta, una persona que se encontraba en la discoteca y que se ha identificado como Ricardo J. Negron Almodovar ha relatado que el hombre abrió fuego hacia las 2.00 am (hora local) y que algunos como él pudieron salir corriendo porque estaba cerca de la barra y la salida de emergencia.

Las familias y amigos de las víctimas se empezaron a movilizar a primera hora de la mañana, y se han distribuido entre el centro médico y la sede de la Policía de Orlando. Las autoridades han hecho también un llamado a la solidaridad para que la ciudadanía acuda a donar sangre, lo que ha tenido una respuesta inmediata; más de 600 personas hacen fila ya.

Fin de semana negro en Orlando

Esta matanza de Orlando es la peor de la historia de EEUU provocada por tiroteos masivos. Hasta ahora, el peor suceso se había registrado en 2007 cuando Seung-Hui Cho, de 23 años, mató a 32 personas y posteriormente se suicidó en el campus universitario de Blacksburg, Virginia.

La toma de rehenes en el Pulse se registra tan sólo un día después de un suceso que conmocionó a Estados Unidos: la muerte de la cantante Christina Grimmie, víctima de un disparo mientras firmaba autógrafos después de dar un concierto en el teatro The Plaza Live. El supuesto responsable, según la Policía, viajó expresamente desde otra localidad de Florida a Orlando armado con dos pistolas, un cuchillo de caza y varias cajas de balas, y con la intención de cumplir el ataque.

Después de disparar contra la estrella de 22 años, que se hizo conocida en el programa "The Voice", el agresor se suicidó. Minutos antes, el hermano de la cantante, Marcus Grimmie, se había abalanzado sobre el atacante.

El tiroteo en la discoteca gay Pulse de la ciudad de Orlando (Florida) es el más mortífero de la historia de EEUU y ha causado la peor matanza desde los atentados terroristas del 11 de septiembre. La policía estima el número de víctimas mortales en 50 y los heridos en 53. Aunque de momento rechaza identificar el móvil, la policía maneja tres posibilidades: un ataque terrorista, un crimen de odio u otro tiroteo más, sin motivo aparente, de los que manchan la crónica americana todas las semanas. Por el momento, el ataque ha sido reivindicado por el Estado Islámico a través de su agencia AMAQ.

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