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"Mejor un jersey con olor a orina que nada": la cifra de 'sin techo' en Londres se duplica
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SU NÚMERO alcanzó un máximo histórico en 2015

"Mejor un jersey con olor a orina que nada": la cifra de 'sin techo' en Londres se duplica

Ante los crecientes recortes, muchos caseros no aceptan inquilinos que estén cobrando subsidios. Las adicciones y las enfermedades mentales también juegan un papel

Foto: Un sin techo en una calle de Londres. (Reuters)
Un sin techo en una calle de Londres. (Reuters)

Mi pierna derecha está completamente dormida. Apenas la siento. Evito moverme, no por el cosquilleo sino por el frío. Acurrucado se está mejor, pero llega un momento en que la humedad se te mete en el cuerpo. Intentas apoyar la espalda en el ladrillo, pero está helado, como el duro asfalto. La gente pasa delante de mí sin percatarse. No apartan su mirada del móvil. Para Ricardo, este es su día a día. Lleva siete años durmiendo en la calle. Es gallego, tiene 29 años y es uno de los 3.569 'homeless' que hay en Reino Unido, tal y como revela el último informe publicado por el Gobierno. La cifra se ha duplicado desde 2010 y se ha incrementado un 30% solo en el último año. Aunque según las ONG está subestimada, ya que no se cuenta por ejemplo a las mujeres que evitan ser vistas por miedo a ser atacadas durante la noche.

El 26% de los llamados 'sin techo' se concentra el Londres, pero solo el 43% es británico. El resto procede de otros países, como Ricardo. Su familia no sabe que vive así. “Aunque mi madre no es tonta. Las madres se enteran de todo. La intento llamar cada semana y me invento una vida, pero no es tonta. Por eso no quiero que me hagas fotos, porque si me ve así, se muere”, matiza. “La gente se piensa que los que duermen en la calle vienen de familias desestructuradas y toda esa mierda, pero no es así siempre. Ni te imaginas lo que hay por aquí”, recalca.

El 26% de los 'sin techo' del Reino Unido están en Londres, aunque menos de la mitad son británicos

Cuando llegó a Londres, Ricardo estuvo trabajando en la construcción, pero su jefe desapareció de la noche a la mañana con 250.000 libras. Llevaba dos meses sin pagarle. “Al principio, sobrevives en casas de amigos. Pero son pisos de dos habitaciones para siete personas. Algunos tienen críos. Tienen sus vidas, sus propios problemas. Así que terminas por marcharte y te encuentras durmiendo en la calle. Esta ciudad es cara de cojones”, explica.

Según el último informe publicado por la reputada ONG St Mungo, la situación insostenible es efecto combinado del aumento del precio de los alquileres, los recortes a los subsidios de vivienda y las reducciones en la financiación de autoridades locales. El número de inquilinos desalojados de sus hogares por los oficiales de justicia alcanzó un máximo histórico en 2015, con 42.728 casos según las cifras oficiales de Inglaterra y Gales. Muchos caseros ya no aceptan a inquilinos que estén cobrando subsidios.

Por otra parte, entre 2009 y 2014, el presupuesto para servicios de ayuda a personas vulnerables se redujo en un 45%. El tijeretazo a los programas de apoyo de salud mental también ha tenido sus consecuencias. Un 40% de los llamados 'sin techo' tiene algún tipo de problema psiquiátrico.

"Mejor un jersey que huele a pis que nada"

Para Ricardo, el día ha comenzado a la seis de la mañana. Anoche tuvo suerte y consiguió una de las 35 plazas que algunas iglesias abren en los meses de invierno. “Es casi imposible que te la den porque somos muchos. Vas allí, cenas y te dan una manta. Duermes en los bancos o en el suelo, pero a la seis tienes que marcharte”, explica.

Cuando no hay iglesia, se busca la vida. “Ahora, por ejemplo, estoy durmiendo en ese baño público al lado de la gasolinera”, dice. Me lo enseña. Es un cubo de dos por dos. Apenas cabe estirado en el suelo. “¿Qué te parece?”, dice con ironía tras forzar la puerta. El olor es nauseabundo. “Te acostumbras. A todo te acostumbras”, recalca. “¿Cuánto llevas aquí?”, pregunto. “No lo sé, cuando estás en la calle pierdes la noción del tiempo”, responde.

Pedir limosna está castigado hasta con seis meses de cárcel, pero Ricardo asegura que los agentes hacen la vista gorda porque le conocen. A la salida del metro de Turnham Green, al suroeste de Londres, muchos de los que salen también le saludan cordialmente. “A veces, algunos se sientan conmigo a charlar un rato. Luego me dan cinco libras y se van. La gente sabe quién soy. No doy problemas. Saben que no me drogo. Y beber… pues mira, sí bebo, ¿pero quién coño no bebe en la calle con el frío que hace?”.

El 41% de los 'sin techo' tiene problemas de alcoholismo. El 31%, de drogadicción

Según las cifras oficiales, el 41% de los 'homeless' tiene problemas de adicción al alcohol y el 31%, a las drogas. Ricardo dejó la heroína hace tres años. Cuando le entraba el mono, llegaba a pegarse literalmente contra la pared. Se abrió la cabeza en tres ocasiones. “La cuestión no es el dinero. Las drogas son muy baratas en la calle, ese es el problema. La cuestión es que te dejan completamente muerto. No tienes fuerzas para nada”, explica.

Ahora asegura estar completamente recuperado aunque ha perdido todo el apetito. “Te acostumbras a no comer. Solo como por la noche. Durante el día mi cuerpo ya rechaza la comida. Y los sándwiches me hacen vomitar. Nunca ofrezcas un sándwich a alguien que duerme en la calle”, matiza.

Mientras paseamos, me enseña un arbusto en un parque donde tiene guardadas sus cosas. A veces orinan allí los perros, pero “es mejor ponerse un jersey que huele a pis que no tener nada”. “El frío ahora es lo peor. Antes tenía mi perro, pero me lo robaron. Así que me paso el día en las casas de apuestas. Pago una libra y me dejan estar allí. Se creen que soy inglés. Hablar inglés sin acento te abre muchas puertas, la verdad”, confiesa.

placeholder El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, habla con un 'sin techo' de Nigeria mientras dirige una marcha de oración en Londres, en marzo de 2013. (EFE)
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, habla con un 'sin techo' de Nigeria mientras dirige una marcha de oración en Londres, en marzo de 2013. (EFE)

Alcohol, drogas y problemas mentales

El 36% de las personas que duermen en las calles de Londres proviene de países del Este. La cifra se ha incrementado considerablemente desde la expansión de la Unión Europea entre 2004 y 2007.

En la estación de metro de Waterloo, dos voluntarios intentan comunicarse con un hombre rumano que apenas habla inglés. Tirado en la calle, se recupera de una hernia. Un tipo con furgoneta le ofreció 15 libras por un día de trabajo cogiendo pesados paquetes. Nunca supo cómo se llamaba su jefe. De madrugada, es muy normal ver a inmigrantes haciendo cola en la puerta del B&Q de Old Kent Road con la esperanza de ser recogidos por un constructor que requiera de mano de obra barata para el día. El problema es que el dinero que reciben no es suficiente para pagar un depósito o un alquiler. Tampoco cumplen los requisitos para recibir ayudas estatales.

Mike Nicholas, de Thames Reach, otra ONG de referencia, asegura que hay muchos factores que han contribuido a llegar a esta situación. “Los recortes del Gobierno no son los únicos, hay que valorar también el papel de traficantes de drogas o las empresas de bebidas que producen cervezas y sidras con altas dosis de alcohol. Además, queda mucho por hacer para ayudar a personas sin techo con problemas de salud mental. Necesitamos más profesionales para identificar los casos. Sospechamos que hay alrededor de 500 personas que tienen problemas graves de salud mental y que han estado en las calles durante más de dos años”, especifica.

Londres tiene un 'homeless' por cada 8.936 habitantes. Los Ángeles, uno por cada 218

Con todo, el experto señala que en comparación con otras grandes ciudades del mundo, la capital británica no es la peor parada. Londres tiene un 'homeless' por cada 8.936 habitantes, en base a una población de 8.400.000 personas. Mientras que Madrid tiene uno por cada 4.319, en base a una población de 3.300.000. Por su parte, las últimas cifras de Los Ángeles muestran que hay 17.687 personas durmiendo en la calle, en base a una población de 3.858.000 personas, lo que supone uno por cada 218 habitantes.

“Pese a los recortes del Gobierno central, hay que reconocer que el Ayuntamiento de Londres nos apoya y nosotros trabajamos estrechamente con las autoridades locales en el programa 'No una segunda noche fuera', con el que hemos conseguido que el 75% de las personas que duermen por primera vez en la calle no pasen la segunda noche en las mismas circunstancias”, matiza.

Ricardo no está en este porcentaje. Hoy no ha tenido suerte. No hay iglesia que le cobije. Una noche más, dormirá en el servicio público al lado de la gasolinera.

Mi pierna derecha está completamente dormida. Apenas la siento. Evito moverme, no por el cosquilleo sino por el frío. Acurrucado se está mejor, pero llega un momento en que la humedad se te mete en el cuerpo. Intentas apoyar la espalda en el ladrillo, pero está helado, como el duro asfalto. La gente pasa delante de mí sin percatarse. No apartan su mirada del móvil. Para Ricardo, este es su día a día. Lleva siete años durmiendo en la calle. Es gallego, tiene 29 años y es uno de los 3.569 'homeless' que hay en Reino Unido, tal y como revela el último informe publicado por el Gobierno. La cifra se ha duplicado desde 2010 y se ha incrementado un 30% solo en el último año. Aunque según las ONG está subestimada, ya que no se cuenta por ejemplo a las mujeres que evitan ser vistas por miedo a ser atacadas durante la noche.

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