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"Sí se puede (si nos deja el Ayatolá)": los reformistas apuntan alto en Irán
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el futuro de una generación, en juego

"Sí se puede (si nos deja el Ayatolá)": los reformistas apuntan alto en Irán

Las elecciones pueden determinar el futuro de la próxima generación. Su resultado estará marcado por la descalificación de candidatos reformistas por el Consejo de Guardianes

Foto: Una seguidora del candidato reformista Mohammad Ali Vakili durante un mitin electoral en Teherán, el 20 de febrero de 2016 (Reuters).
Una seguidora del candidato reformista Mohammad Ali Vakili durante un mitin electoral en Teherán, el 20 de febrero de 2016 (Reuters).

Favoritos para reafirmar en el Parlamento la progresiva apertura del país, los reformistas intentan regresar al panorama político en Irán. La República Islámica celebra elecciones parlamentarias este viernes, un cita que se ha convertido en un experimento sobre el verdadero poder de 'la línea dura'. Con la economía como eje central de la campaña, los reformistas han abandonado propuestas explícitas de cambio, en el pasado claves en su programa, y se han centrado en objetivos más pragmáticos con la esperanza de resurgir en la vida política, de la que desaparecieron tras las polémicas elecciones de 2009 y la dura represión posterior.

Las apuestas son altas para ambos bandos, dado que el resultado podría determinar si Hasan Rohaní tiene el poder de impulsar las reformas políticas, sociales y económicas que los iraníes esperan desde hace mucho tiempo. Estas son las primeras elecciones desde el acuerdo nuclear que llevó a la retirada de las sanciones internacionales que han estrangulado la economía del país durante una década. El histórico pacto se cerró bajo el mandato del pragmático Rohaní, quien lo considera como el trampolín para reintegrar a la República Islámica en la comunidad internacional y, sobre todo, en los mercados.

Rohaní pidió este jueves en su cuenta de Instagram una 'participación máxima' para que eso sea 'el final del extremismo'

El bloque favorito, compuesto por los sectores reformistas, moderados e incluso algún destacado conservador como el presidente del Parlamento Alí Lariyaní, han sido objetivo de los críticas de los conservadores (los "principalistas") y sus aliados entre el clero más conservador y las estructuras de seguridad del régimen, que han intentado desprestigiar al bloque reformista acusándolo de traidor y de querer abrir el camino a la influencia del "enemigo" en el país.

Sus rivales, incluido Rohaní, han respondido con dureza a las críticas. El presidente considera un "error" exagerar por motivos electorales la influencia extranjera en las elecciones y un "insulto a la inteligencia" de los electores. Tal es así que Rohaní pidió este jueves en su cuenta de Instagram una "participación máxima" para que eso sea "el final del extremismo". "Hay que parar con la exageración de la influencia de viejos y obsoletos poderes coloniales en las elecciones y subestimar así a la nación iraní, están cometiendo un error", dijo anoche Rohaní en un mensaje directo a sus rivales.

El futuro de una generación

No son pocos los analistas que definen estas elecciones como una cita decisiva que determinará el futuro de la próxima generación, en un país en que el 60% de su población (más de 80 millones) tiene menos de 30 años. El resultado podría ser desfigurado por la descalificación de muchos candidatos reformistas por decisión del Consejo de Guardianes, uno de los organismos de mayor poder dentro de la estructura del Estado iraní, controlado por Jamenei y encargado de juzgar la idoneidad de los candidatos a cargos públicos en el país.

Los últimos días de campaña han estado marcados por criticas envenenadas a los adversarios. Reflejando su habitual desconfianza hacia la apertura a Occidente de Rohani, el ayatolá Jamenei acusó a Europa y EEUU de intrigar para influir en las elecciones y afirmó que está seguro de que los iraníes votarán para mantener la posición anti-occidental.

Pese a todo, los grupos reformistas y moderados que concurren a las elecciones parlamentarias y para la Asamblea de Expertos de Irán confían en obtener "una victoria" que servirá para sostener las políticas del presidente ante los conservadores. Así lo expresa a la agencia Efe Taha Abdejodaí, candidato a diputado por una de las listas que apoyan expresamente al mandatario elegido en agosto de 2013 y a quien consideró que la población iraní dará también un respaldo en las elecciones legislativas "por su papel para restaurar la economía".

"Los que pensamos y estamos cerca de Rohaní, en estas elecciones vamos a tener más suerte. La gente que votó a Rohaní entonces ahora va a votar a los que le dan su apoyo. La gente cree en esas políticas, y por eso va a ganar el ala que cree en las políticas del Gobierno", indicó el candidato, doctor en Teología por la Universidad de Comillas de Madrid.

Favoritos para reafirmar en el Parlamento la progresiva apertura del país, los reformistas intentan regresar al panorama político en Irán. La República Islámica celebra elecciones parlamentarias este viernes, un cita que se ha convertido en un experimento sobre el verdadero poder de 'la línea dura'. Con la economía como eje central de la campaña, los reformistas han abandonado propuestas explícitas de cambio, en el pasado claves en su programa, y se han centrado en objetivos más pragmáticos con la esperanza de resurgir en la vida política, de la que desaparecieron tras las polémicas elecciones de 2009 y la dura represión posterior.

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