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Los presos por corrupción en Rumanía escriben libros para salir de la cárcel
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SE HAN ESCRITO más de 400 títulos en dos años

Los presos por corrupción en Rumanía escriben libros para salir de la cárcel

En 2013, el país introdujo una ley que reduce las penas en 30 días por libro terminado. Profesores universitarios, 'negros' y editoriales participan de un esquema del que se aprovechan los corruptos

Foto: El oligarca Gigi Becali gesticula tras depositar su voto en un colegio electoral de Bucarest, en noviembre de 2009. (Reuters)
El oligarca Gigi Becali gesticula tras depositar su voto en un colegio electoral de Bucarest, en noviembre de 2009. (Reuters)

No, no es un poeta acusado de actividad subversiva, y no escribe poesía en régimen de arresto domiciliario bajo amenaza de la Securitate de Ceausescu. Es Gigi Becali, propietario del mayor club de futbol del país, Steaua Bucarest, político estrafalario conocido por su odio a los homosexuales, imputado por secuestro y corrupción. La cárcel dio un empujón a su debut como escritor. En los años transcurridos tras las rejas, ya ha firmado dos textos, uno de ellos sobre los monasterios del Monte Athos. Defiende su autoría, aunque los textos fueron escritos por otras personas. “No tengo el don de la escritura, así que invito al coordinador a la prisión y yo se lo cuento. Él escribe el libro y yo gano días de libertad”, explica Becali sin ruborizarse.

El político no está solo. Le acompaña otro preso 'escritor', Gica Popescu, antiguo capitán del FC Barcelona, condenado en Rumanía por fraude fiscal y blanqueo de capital. De los tres años de condena previstos, Popescu ha cumplido solo un año y ocho meses. Ha salido en libertad condicional porque ha escrito cuatro libros. En el Parnaso carcelario tampoco faltan los hombres de negocio o los políticos, como Dan Voiculescu, oligarca del mundo de la televisión, una de las principales fortunas del país, condenado a 10 años de cárcel por privatización fraudulenta de las instituciones del Estado y por corrupción. Tan intensa fue la angustia carcelaria vivida, que en tres años el magnate preso ha escrito ocho libros, desde '¿Hacia dónde va la humanidad?' hasta 'La clase media. Teoría y práctica empresarial'.

¿Cuál es el secreto de las cárceles rumanas para que, tras las rejas, la imaginación literaria de los reos se desencadene de manera desenfrenada? La lista de los autores presos y sus respectivas obras científicas es larga: de 2013 hasta 2015, se han firmado más de 400 títulos. Al leer esto, se podría pensar que se trata de laboratorios de investigación y escuelas de escritura. Pero la respuesta está en la ley 254/2013 sobre la ejecución de las condenas: un preso puede ver rebajada su condena si realiza trabajos comunitarios, por ejemplo, si escribe una obra que se publica y está validada por un profesor universitario. Por cada libro científico publicado, el autor preso no gana dinero, sino 30 días de libertad, que se restan de su condena.

Se sospecha que algunos de los profesores coordinadores del trabajo de los presos hacían a la vez el trabajo de 'negros' literarios

¿Qué tiene en común el talento carcelario de los más de 200 presos? La mayoría son políticos y hombres de negocios con extensas redes de contactos y dueños de importantes fortunas en el país. Pero no solo las altas instancias políticas firman libros entre rejas, sino incluso personas condenadas por homicidio. Según Infobraila, un periódico local de la ciudad de Braila, Adrian Lepadatu, condenado por homicidio, es autor de un texto científico coordinado por un profesor de la Facultad de Pedagogía y Psicología de la Universidad Spiru Haret de Sibiu. El texto, titulado 'Régimen de detención y educación moral', ha sido publicado por la editorial Psicomedia de Sibiu, y Lepadatu lo escribió mientras cumplía una condena de 15 años. Este libro recibió el visto bueno del profesor universitario, que lo consideró "un trabajo científico de impacto en su campo de investigación".

Aunque no se haya descubierto quién -y a cambio de qué sumas de dinero- ha escrito los libros, se sospecha que algunos de los profesores coordinadores hacían a la vez el trabajo de 'negros'. En la lista de las universidades que emitieron las calificaciones para los presos, la palma se la llevan los profesores de la Universidad de Craiova, que coordinaron 59 obras, y los de la Academia de Estudios Económicos de Bucarest, con 33 libros científicos. Acto seguido, se contabilizaron las primeras dos dimisiones de profesores en las universidades de Brasov. Según Agerpres, el Gobierno ha decidido suspender la aplicación de la ley hasta el 1 de septiembre. La ministra de Justicia, Raluca Pruna, ha afirmado que en la primera semana de enero se estaban 'cocinando' 103 obras en las cárceles del país, según recoge la emisora de TV Digi24. La Biblioteca Nacional de Rumanía inaugura este jueves una exposición con las obras de los presos escritores: 'Libros de responsabilidad limitada'. Carmen Mihai, promotora de la exposición, aclara que solo han ofrecido una muestra de textos, sin pretender evaluarlos: “Hay mucha demanda por parte del público para consultar estas obras”, asegura.

placeholder El empresario Dan Voiculescu, fundador del Partido Conservador y uno de los hombres más ricos de Rumanía. (Reuters)
El empresario Dan Voiculescu, fundador del Partido Conservador y uno de los hombres más ricos de Rumanía. (Reuters)

"La mayor corrupción está fuera, no en la cárcel”

Vasile Ernu, escritor y publicista rumano, comenta que la ley que se aprobó en 2013 no había previsto este fenómeno: “Al principio, se trataba de una situación marginal. De repente, en 2015 ha aumentado el número de personas que escriben estos trabajos aceptados por los profesores universitarios. Todo ello demuestra que el sistema universitario rumano es mucho más corrupto de lo que imaginábamos. Este escándalo dice mucho más sobre los que se encuentran en libertad que sobre los presos”, prosigue. Tras la publicación de las listas de los profesores colaboradores y de las editoriales acreditadas que publicaron las obras carcelarias, escritores e intelectuales rumanos han instado a la Dirección Nacional Anticorrupción a destituir a los profesores que hayan participado en la red. "La impostura ya es desafiante. Personas iletradas, que por supuesto no han leído un libro en su vida, descubren en la prisión su apetito por la investigación, con el objetivo de reducir sus condenas. Casi me dan envidia", explica Bogdan Cretu, crítico literario y profesor en la Universidad de Iasi.

No obstante, el medio universitario ha sido varias veces objeto de acusaciones, sobre todo cuando se trata de diplomas de doctorado. Si en la cárcel se firman falsos trabajos de investigación, fuera de la cárcel se llegó a acusar al mismo ministro de Interior, Petre Toba, de plagio en su tesis doctoral. El ministro no ha dimitido, sino que ha alegado que su tesis tiene un “enfoque práctico”.

Una de las fuentes de la corrupción que sofoca la universidad rumana radica en los bajos sueldos, que apenas pueden asegurar la subsistencia de los funcionarios, aunque los profesores alegan que la precariedad no puede justificar la corrupción existente: “El sueldo neto de un lector de Universidad ronda los 250-300 euros. Es ridículo si pensamos en los sueldos de la UE. Incluso sumando los ingresos relacionados con la actividad de investigación, el sueldo medio no supera los 400 euros”, comenta el profesor Mihai Ene, de la Universidad de Craiova.

Parte del problema de la corrupción en el ámbito universitario radica en los bajos sueldos de los profesores, que en ningún caso superan los 400 euros

Los jóvenes universitarios deben lidiar con la precariedad extrema que afecta a muchos trabajadores rumanos, no solo a los funcionarios de las universidades. Según un estudio de la Fundación Friedrich Ebert de Bucarest, en 2013, el porcentaje de empleados que se encontraban en riesgo de pobreza y exclusión social, a pesar de tener un empleo a jornada completa, era del 20,2%. Además, según comenta Mihai Ene, el mismo sistema de financiación de la educación pública elude la calidad, a favor del número de estudiantes: “Se financia la universidad pública en función del número de estudiantes matriculados. Es una paradoja: te pagan por número de estudiantes, pero se requiere crear valor y saber".

Las sospechas sobre los profesores que realizan trabajos de 'negro' tampoco son noticia dentro del sistema universitario: "Algunos profesores usan el trabajo de sus ayudantes universitarios en los artículos de investigación que publican, sin citarlos. ¿Cómo se tildaría este caso? El debate es amplio y urgente, pero se debe analizar todo el sistema”, aclara Ene.

Es un debate que sacude estos días las universidades de Rumanía, dado que la corrupción universitaria tiene consecuencias a largo plazo, no solo en el presente, según advierte Vasile Ernu: ”Dudo mucho que en Rumanía el sistema universitario sea menos corrupto que el mundo político o el mundo de los negocios. A veces temo que la situación es incluso peor. Porque en el mundo universitario ocurre algo que es mucho más grave que la corrupción misma: la conversión del espacio del saber en un territorio dominado por el trapicheo y el 'business”.

No, no es un poeta acusado de actividad subversiva, y no escribe poesía en régimen de arresto domiciliario bajo amenaza de la Securitate de Ceausescu. Es Gigi Becali, propietario del mayor club de futbol del país, Steaua Bucarest, político estrafalario conocido por su odio a los homosexuales, imputado por secuestro y corrupción. La cárcel dio un empujón a su debut como escritor. En los años transcurridos tras las rejas, ya ha firmado dos textos, uno de ellos sobre los monasterios del Monte Athos. Defiende su autoría, aunque los textos fueron escritos por otras personas. “No tengo el don de la escritura, así que invito al coordinador a la prisión y yo se lo cuento. Él escribe el libro y yo gano días de libertad”, explica Becali sin ruborizarse.

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