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Geopolítica del turismo: los rusos cada vez tienen menos lugares donde ir de vacaciones
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la mitad de los turistas se ha quedado en rusia

Geopolítica del turismo: los rusos cada vez tienen menos lugares donde ir de vacaciones

El desplome del rublo y los enfrentamientos de Moscú con gobiernos de países cercanos han obligado a muchos rusos a renunciar a sus destinos turísticos preferidos, como Egipto y Turquía

Foto: Dos niñas de seis y 16 años pasan las vacaciones de invierno en Krasnoyarsk, en Siberia. (Reuters)
Dos niñas de seis y 16 años pasan las vacaciones de invierno en Krasnoyarsk, en Siberia. (Reuters)

La coyuntura internacional no deja a los rusos descansar. El desplome del rublo y los enfrentamientos de Moscú con gobiernos de países cercanos han borrado muchas opciones de la lista de deseos. El invierno a 20 grados bajo cero se hace muy largo y muchos rusos, igual que los 'touroperadores' españoles, se preguntan si volverán los buenos tiempos en los que parecía que los rusosiban a conquistar el mundo. Según la agencia Cushman & Wakefield, los turistas de la Federación Rusia estaban en el 'top 5' de los que más gastan viajando fuera. Una gran marca a la que costará volver.

De hecho, el número de rusos que han viajado al extranjero estas navidades se ha reducido a la mitad, y los hoteles de los destinos turísticos de dentro del país favoritos por los rusos están llenos, según datos que ofrece la consultora Rosenblium. Egipto y Turquía eran hasta hace poco las principales opciones de los rusos de clase media ahora que el rublo ha perdido casi la mitad del valor que tenía cuando volvió Putin al Kremlin en 2012. Pero el avión de pasajeros ruso derribado el 31 de octubre sobre el Sinaí (Egipto) ha hecho a Moscú cerrar el grifo de vuelos a Egipto. Y la decisión de Turquía de derribar un caza ruso el pasado 24 de noviembre ha arruinado las relaciones entre ambos países, complicando los viajes y el comercio.

Olga Solenova es directora de Wedding-Trip, una agencia de viajes especializada en lunas de miel. “Ahora mismo, Emiratos Árabes es la única esperanza”, explica en su pequeña oficina, situada muy cerca del centro de Moscú. “De cara al verano, España y Grecia pueden ser de nuevo muy populares”. También Sochi, el enclave turístico ruso que un día soñó con ser la California eslava, ha ganado adeptos.


La digestión de estos problemas geopolíticos ha sido muy lenta dentro de Rusia. De hecho, la población ha ido por detrás de los acontecimientos. Que el Airbus-32 de Metrojet había sido derribado por radicales islámicos estuvo muy claro en Occidente desde el principio. Lo sabían los servicios secretos de EEUU y Reino Unido, y probablemente los rusos también. Pero en los días siguientes a la tragedia, Moscú intentó restar credibilidad a la pista terrorista, criticando las teorías que desde el extranjero y desde la propia aerolínea rusa descartaban el fallo mecánico y apuntaban a una “causa externa” que no podía ser sino un ataque.

Llamamiento a quedarse en casa

Incluso cuando semanas después el Gobierno ruso tomó la difícil decisión de suspender los vuelos a Egipto, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, recordó que la decisión no significaba "que el ataque terrorista sea la principal tesis”.Putin prefirió permanecer callado y no tuvo problemas para hacerlo: en Rusia no se hace una labor de oposición al estilo occidental y los medios de comunicación repitieron pacientemente el mensaje oficial.

Eso no significa que los rusos no se hiciesen preguntas. El país quedó conmovido por las 224 historias de vidas truncadas, que alimentaron horas de programas de televisión. Pese a todo, el respaldo popular a la intervención en Siria pasó de menos de un 40% en septiembre a un 55% en octubre, según una encuesta del Centro Levada.



Ahora ha tocado quedarse en casa. “Teníamos que tomarnos la amenaza terrorista con seriedad”, explica el parlamentario Dimitri Gorovtsov, que fue el autor del polémico llamamiento a los rusos a no moverse durante estas fiestas. Lo hizo en la radio Govorit Moskva(Habla Moscú) mientras muchos rusos suspiraban por volver a hacer las maletas. Aludiendo al tradicional sentido de sacrificio de los rusos, él mismo ha pasado estos días en las afueras de Moscú. “Hasta cierto punto es un cliché eso de que los rusos están hechos para resistir”, discrepa la escritora Natalia Volodimorova. De hecho, ni siquiera ha desanimado a muchos rusos la decisión del Gobierno de exigir un seguro para viajar al extranjero que cubra hasta 20.000 euros.

“Hemos seguido viajando, no nos resignamos”, añade Natalia Rodionova, una comercial adicta a Milán, Roma y París. Esta vez ha sido a casas de amigos: los hoteles tendrán que esperar, hasta que la política escampe.

La coyuntura internacional no deja a los rusos descansar. El desplome del rublo y los enfrentamientos de Moscú con gobiernos de países cercanos han borrado muchas opciones de la lista de deseos. El invierno a 20 grados bajo cero se hace muy largo y muchos rusos, igual que los 'touroperadores' españoles, se preguntan si volverán los buenos tiempos en los que parecía que los rusosiban a conquistar el mundo. Según la agencia Cushman & Wakefield, los turistas de la Federación Rusia estaban en el 'top 5' de los que más gastan viajando fuera. Una gran marca a la que costará volver.

De hecho, el número de rusos que han viajado al extranjero estas navidades se ha reducido a la mitad, y los hoteles de los destinos turísticos de dentro del país favoritos por los rusos están llenos, según datos que ofrece la consultora Rosenblium. Egipto y Turquía eran hasta hace poco las principales opciones de los rusos de clase media ahora que el rublo ha perdido casi la mitad del valor que tenía cuando volvió Putin al Kremlin en 2012. Pero el avión de pasajeros ruso derribado el 31 de octubre sobre el Sinaí (Egipto) ha hecho a Moscú cerrar el grifo de vuelos a Egipto. Y la decisión de Turquía de derribar un caza ruso el pasado 24 de noviembre ha arruinado las relaciones entre ambos países, complicando los viajes y el comercio.

Olga Solenova es directora de Wedding-Trip, una agencia de viajes especializada en lunas de miel. “Ahora mismo, Emiratos Árabes es la única esperanza”, explica en su pequeña oficina, situada muy cerca del centro de Moscú. “De cara al verano, España y Grecia pueden ser de nuevo muy populares”. También Sochi, el enclave turístico ruso que un día soñó con ser la California eslava, ha ganado adeptos.

Conflicto de Ucrania