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Qué pasará en el mundo en 2016
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Qué pasará en el mundo en 2016

¿Qué pasará en el planeta durante este año? Los colaboradores de la sección Mundo analizan las claves del año que comienza

Foto: Un hombre camina cerca de un edificio destruido por un bombardeo ruso en la localidad de Abtaa, al sur de Siria, el 6 de enero de 2016. (Reuters)
Un hombre camina cerca de un edificio destruido por un bombardeo ruso en la localidad de Abtaa, al sur de Siria, el 6 de enero de 2016. (Reuters)

¿Qué pasará en el planeta durante este año?

Rusia podría enfrentarse al año de los recortes; la economía seguirá siendo el principal dolor de cabeza para los gobernantes de China; la crisis de los refugiados marcará la agenda política en Alemania... Los colaboradores de la sección Mundo analizan las claves del año que comienza para augurar qué acarreará 2016 para Europa, Estados Unidos, Latinoamerica, Asia, África y Oriente Medio.

Estados Unidos

Argemino Barro, Nueva York

2016 determinará la agenda de Estados Unidos y el mundo. ¿Quién reemplazará a Barack Obama en la Casa Blanca? Los precandidatos, curtidos ya por varios meses de campaña, tendrán un año de infarto: otros siete debates republicanos y tres demócratas, las elecciones primarias por todo el país (especialmente los 'caucus' de Iowa y New Hampshire, en febrero, y el 'supermartes' de marzo), las nominaciones de cada partido, en julio, tres debates, y el Día D: 8 de noviembre.

Podría ser la primera vez que una mujer, la demócrata Hillary Clinton, ocupe el despacho más importante del mundo. También hay elecciones para designar al nuevo secretario general de la ONU, en Nueva York. Una cuarta parte de los países miembros aboga por elegir, por primera vez, a una mujer.

Mientras, Barack Obama carga las últimas balas de su Administración: ha comenzado el año decretando un mayor control de armas y le queda una buena lista de proyectos que apuntalar: el endeble pacto nuclear con Irán, el deshielo con Cuba, el lento cierre de la cárcel ilegal de Guantánamo, las medidas contra el cambio climático acordadas a nivel nacional y en la cumbre de París, y la reforma sanitaria, que tiene más escollos judiciales a la vista.

Todos estos planes, montados a espaldas de un Congreso conservador, dependen de las elecciones. Y de cara al exterior, prima Oriente Medio. El polvorín en torno a Siria se desenvuelve mucho más rápido que los análisis del presidente. Hay mucho en juego. También su legado.

Alemania

Antonio Martínez, Berlín

En Alemania, la crisis de los refugiados va a seguir marcando la agenda política en 2016. Berlín evita todo tipo de estimaciones -comenzó 2015 pronosticando unos 200.000 y llegaron en torno al millón-, pero distintas instancias han calculado que podrían entrar unos 500.000 nuevos refugiados. Su acogida inicial -del alojamiento al colegio de los menores, pasando por la alimentación y la sanidad- y la tramitación de sus peticiones de asilo seguirán añadiendo presión a una Administración que trabaja ya al límite de sus posibilidades. Pero esa será la parte menos problemática para el Gobierno de Angela Merkel, que cuenta con capacidad financiera para afrontar estos gastos sin incurrir en déficit.

El problema es otro. Poco proclive a mostrar aristas y adoptar posturas contra corriente, Merkel se ha posicionado claramente en la crisis de los refugiados, levantando múltiples ampollas tanto en Alemania como en la UE. En su país, el principal problema proviene de los vociferantes críticos dentro de su partido y de sus aliados bávaros, los sectores más conservadores, que temen complicaciones con la integración de los recién llegados y la pérdida de las esencias culturales alemanas. Este fuego amigo -que algunos llegan a ver como posible causa de dimisión para Merkel- está a su vez azuzado por el temor a que sigan ganando popularidad el partido ultraconservador y populista Alternativa para Alemania (AfD) y el movimiento islamófobo Pegida. Por el momento, el número de ataques a centros de refugiados sigue disparado.

Berlín tendrá además en su mesa un completo surtido de crisis exteriores que, por deseo expreso o de rebote, se han convertido en propias. Seguirá mediando entre Rusia y Ucrania por el conflicto en el Donbass, mantendrá tropas para combatir al Estado Islámico (ISIS) y participará en las negociaciones de paz para Siria. Además, la canciller no podrá dejar tampoco de lado la eurozona, con Grecia a la cabeza. Aunque Francia e Italia, Portugal, y ahora también España, generan quebraderos de cabeza en Cancillería. Y luego está Reino Unido, al que Berlín considera un buen aliado y no quiere ver fuera de la UE, pese a que no está dispuesto a ceder ante sus pretensiones.

Rusia

Javier C. Escalera, Moscú

La prioridad nacional de Rusia a partir de 2016 consiste en "afianzar el estatus de potencia mundial líder, mantener la estabilidad estratégica y relaciones en un mundo policéntrico" en el que ya no mandará solo EEUU. Así aparece reflejado en el último documento elaborado por el presidente ruso, que este año tiene que lidiar con un rublo y un barril de petróleo que valen la mitad que cuando volvió al Kremlin en 2012.

2016 puede ser el año de los recortes y las tensiones económicas entre rusos. El presupuesto de Moscú necesita un petróleo caro para sufragar los gastos, y pocos pronostican un alza en los precios del crudo a corto o medio plazo. El último día del año, Vladimir Putin promulgó la nueva estrategia de la seguridad nacional del país. Hace unos meses, el mandatario avisó de que quería realizar cambios en dicho informe, que en realidad es un documento base de planificación del desarrollo del sistema de la seguridad nacional de Rusia. De ahí se establece que Moscú va a desafiar la "política de contención" que según el Gobierno se aplica a Rusia a través de la presión "política, económica, militar e informativa", según el documento.

Rusia seguirá intentando cortejar a países europeos: Grecia, Hungría y Serbia son los mejores ejemplos. La factura de la guerra de Siria puede dispararse si durante este año no se consigue hacer retroceder a los combatientes del Estado Islámico. Si lo logra, Putin saldrá reforzado: en ese caso las sanciones, sobre todo las europeas, podrían levantarse.

2016 es también año de elecciones legislativas en Rusia. Las de 2011 fueron muy contestadas por las acusaciones de fraude. En las votaciones de final de año, se verá si la oposición extraparlamentaria actual ha convencido a las clases medias para que les den presencia institucional. O si son las clases bajas las que se rebelan ante la mala situación económica.

China

Eduard Fernández, Pekín

Sin duda, la economía se convertirá en el principal dolor de cabeza de los gobernantes chinos en 2016. El crecimiento del PIB en 2015 podría situarse alrededor del 7%, su nivel más bajo en 25 años, y el Gobierno ya ha empezado a calificar de “nueva normalidad” esta ralentización. Se trata del precio a pagar por la reconversión hacia una economía más sostenible, basada en el consumo.

Sin embargo, la reducción del sector manufacturero y las reformas en las gigantescas empresas estatales pueden suponer una fuente de inestabilidad social en 2016. A finales de diciembre, China ya detuvo a siete líderes sindicalistas en la provincia meridional de Guangdong, uno de los principales centros industriales nacionales. La ONG de Hong Kong China Labour Bulletin ha registrado 2.694 disputas laborales a lo largo de 2015, un número muy superior a los 1.379 incidentes de 2014.

No se trata del único foco de malestar en la población. Tres grandes incidentes han puesto en tela de juicio la efectividad de los reguladores chinos en 2015: una mortal estampida de personas durante la celebración del pasado Año Nuevo en Shanghái, la espectacular explosión en un almacén con materiales tóxicos en Tianjin y la reciente avalancha de deshechos de construcción y tierra en Shenzhen. En 2016, cualquier nuevo desastre provocado por acciones humanas en China será visto como otro revés a la “sociedad armoniosa” propugnada por el Partido Comunista de China (PCC).

En el plano internacional, China seguirá expandiendo su influencia alrededor del mundo, gracias a su músculo financiero. El nuevo Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, impulsado por el Gobierno chino, fue inaugurado a finales de diciembre, y es la respuesta de Pekín a organismos internacionales como el Banco Mundial o el Banco Asiático de Desarrollo. Un total de 57 países se han sumado a la iniciativa, incluida España y otros estados europeos.

A su vez, la segunda potencia mundial ha creado un fondo para invertir, durante los próximos años, 40.000 millones de dólares en su iniciativa para construir una nueva ruta de la seda. El proyecto aspira a conectar China con Europa a través de Asia Central, por tierra, y África, por vía marítima.

Pese a ello, el gigante asiático es visto con recelo por algunos de sus vecinos, y las tensiones por las distintas disputas territoriales marítimas pueden aumentar en 2016. China ha acelerado durante el último año la construcción de islas artificiales en distintos islotes del Mar Meridional de China, reclamados por varios países del sudeste asiático. Un destructor de Estados Unidos ya ha patrullado al menos una vez por la zona para “garantizar la libertad de navegación”, pese a las amenazas del bando chino, y Washington ha prometido seguir realizando este tipo de operaciones en 2016.

Y, a nivel doméstico, la campaña contra la corrupción en el PCC probablemente siga cobrándose víctimas en todos los niveles de la Administración. El presidente chino, Xi Jinping, es ya percibido como uno de los líderes más poderosos del gigante asiático desde Mao Zedong, gracias a su rápida consolidación en el poder y sus ataques a cualquier voz crítica, tanto dentro como fuera del PCC.

El pasado octubre, el partido emitió nuevas regulaciones disciplinarias que prohíben que sus miembros realicen cualquier tipo de “comentario sin fundamento” sobre políticas gubernamentales. A su vez, durante el último año, el régimen ha redoblado su presión contra todo tipo de voces críticas, como periodistas, abogados de derechos humanos, activistas y miembros de ONG. Todo parece indicar que el cerco a la sociedad civil seguirá estrechándose durante el próximo año.

Finalmente, en 2016 se cumplirá el 50 aniversario del inicio de la Revolución Cultural, una caótica década marcada por el extremismo y las purgas ideológicas, iniciada por Mao Zedong junto a varios miembros del ala más izquierdista del PCC. El recuerdo de la efeméride revelará la actual postura del Gobierno respecto al complejo legado del Gran Timonel, cuyo retrato sigue presidiendo la plaza de Tian'anmen.

Italia y el Vaticano

Irene Savio, Roma

De una manera discreta pero determinada, la Italia de Matteo Renzi ha intensificado en los últimos meses sus actividades diplomáticas en el tablero internacional. El objetivo: reforzar su influencia en las zonas donde el país tiene intereses económicos o una presencia histórica. Un ejemplo es la reciente misión de empresarios italianos que viajó hasta Irán, en momentos en los que la relación entre el país persa y EEUU se ha distendido. De ahí que no deba sorprender la visita que efectuará a finales de enero próximo el presidente iraní, Hassan Rouhani, a Roma. Y que, este mismo mes, Italia también llevará a cabo una importante reunión sobre el Estado Islámico en la capital italiana, después de que se celebrara en diciembre pasado una cumbre -a la que también asistió John Kerry- para impulsar el acuerdo para un Gobierno de Unidad Nacional para Libia, país en el que ENI controla importantes yacimientos petroleros. Asimismo, es previsible que Renzi continúe en su actividad de rehabilitación de Rusia ante la Unión Europea, organismo al que ya ha pedido indirectamente revisar las sanciones impuestas a Moscú.

En cambio, a nivel de política nacional y europea, una importante cita serán las elecciones administrativas de la próxima primavera, en las que no solo se medirá la popularidad de Renzi, sino también si los partidos más extremistas han logrado capitalizar el miedo originado de los atentados de París. Un periodo que, con toda probabilidad, será precedido por una guerra fratricida dentro de la mayoría de los partidos, incluso el Movimiento Cinco Estrellas (M5E) de Beppe Grillo, el cual también recientemente ha expulsado a diversos miembros.

En cuanto al Vaticano, entre enero y febrero se reanudará el juicio sobre Vatileaks 2, en el que están enjuiciado también un monseñor español y dos periodistas. Además de ello, es previsible que se anuncien nuevas reformas para reorganizar la maquinaria central de la Santa Sede y salgan a la luz documentos que sinteticen las nuevas posturas vaticanas sobre temas como el divorcio y los homosexuales. También ha sido confirmado el viaje del papa Francisco en febrero a México y, según informó el presidente ucraniano Petro Poroshensko, otro se llevará a cabo en Ucrania, en una fecha no establecida aún.

Brasil

Valeria Saccone, Río de Janeiro

2016 es un año crucial para Brasil. En lo político, la Cámara de Diputados tendrá que resolver si admite a trámite la petición de 'impeachment', que pende sobre la cabeza de Dilma Rousseff como una espada de Damocles. Todo apunta a que la solución podría llegar en marzo, después del verano tropical. Mientras, y a pesar del receso parlamentario, el panorama político debe quedar muy convulsionado, con intentos de alianzas de última hora tanto por el lado del Gobierno como en la oposición.

En lo económico, Brasil enfrenta la peor coyuntura de la última década. El año 2015 cierra con unos datos macroeconómicos decepcionantes. La inflación está por encima del 10% y los tipos de interés sobre la deuda de las tarjetas de crédito rondan el 400%. El paro también se ha disparado, alcanzando el 8,4%, una cifra muy por debajo de los récords de España, y que sin embargo preocupa mucho a los expertos. El Gobierno de Dilma Rousseff tendrá que seguir en la senda de la austeridad y de las medidas de corrección para contener la inflación y equilibrar la balanza comercial, en un escenario internacional de bajos precios de las materias primas.

La celebración de los Juegos Olímpicos, entre el 5 y el 21 agosto, difícilmente contribuirá a mejorar este escenario. Se calcula que Río 2016 costará 36.500 millones de reales (8.690 millones de euros). Pero la mayoría de las inversiones ya han sido realizadas y el impacto económico que tendrán los 6,5 millones de turistas que el Ministerio de Turismo espera para todo 2016, aprovechando el tirón del macro-evento deportivo, no conseguirá paliar los graves desequilibrios de la mayor economía de América Latina.

Reino Unido

Celia Maza, Londres

Este podría ser el año en que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE). El 'premier' David Cameron se había comprometido a convocar un referendo sobre la permanencia en el Bloque antes de que finalizara 2017. Sin embargo, quiere forzar ahora un acuerdo con los líderes europeos el próximo mes de febrero, lo que le permitiría realizar la consulta en junio o julio. El líder 'tory' teme que la crisis migratoria prevista para verano agrave aún más el recelo que se vive en la calle. El 40% de los británicos quiere salir de la UE. Y el euroescepticismo también marca al Partido Conservador. Ante las amenazas de dimisión, Cameron se ha visto obligado a dar libertad a sus ministros para que puedan hacer campaña a favor o en contra de la permanencia.

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Las reformas exigidas por Londres a Bruselas pasan por asegurar la protección de los países que no están en la eurozona, impulsar el libre comercio, eximir al Reino Unido del principio de “una unión cada vez más estrecha” y, la más polémica, obligar a los europeos que quieran residir en el país a trabajar y pagar impuestos durante un periodo de cuatro años antes de acceder a las ayudas estatales.

Por su parte, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha advertido de que será "inevitable" que haya otro referendo de independencia en Escocia si el Reino Unido abandona la UE. En el histórico plebiscito de septiembre de 2014, el 55% del electorado escocés abogó por seguir manteniendo el cordón umbilical con Londres. Los nacionalistas escoceses no han incluido otra consulta en su programa para los comicios regionales de mayo. Sin embargo, aseguran que una salida del Bloque sería un escenario de excepción para celebrar otro plebiscito. A pesar de no lograr su objetivo independentista, la popularidad del SNP está en su cota más alta, y todos los sondeos auguran que esta primavera conseguirán sin problemas un tercer mandato en el Parlamento de Edimburgo. Las elecciones nacionales del año pasado ya sirvieron para ratificar su fuerza. La formación consiguió un avance abrumador al obtener 56 de los 59 escaños que Escocia tiene asignados en Westminster.

Venezuela

Alicia Hernández, Caracas

El país afronta el nuevo año con el mismo reto de 2015: superar la crisis económica, con una inflación no oficial de más del 200%, una escasez de la que tampoco se saben cifras pero que es evidente en los mercados y farmacias, una producción nacional por los suelos y una dependencia presupuestaria de la exportación de petróleo que ve sus horas bajas con la caída del precio del crudo a nivel mundial.

Mismos problemas con un nuevo escenario, la recién instaurada Asamblea Nacional. Por primera vez desde que el chavismo llegó al poder en 1998, la oposición ha ganado por esta Cámara. Esto no significa un viraje inmediato del país. El Parlamento lo controla la Mesa de la Unidad (MUD) pero el Ejecutivo sigue en manos del chavismo, con el presidente Nicolás Maduro a la cabeza. Este tiene la potestad de frenar las leyes emanadas del hemiciclo o derivarlas a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. Solo mencionando esta traba, es de imaginarse que habrá grandes dificultades para avanzar y tomar los cambios que el país necesita.

¿Habrá focos de violencia en Venezuela este año? Es difícil de predecir. Lo que sí parece más viable es que, de sucederse, sea en los sectores pro oficialistas, bien porque ataquen a su propio Gobierno para retomar “el camino de Chávez” (lo que ellos consideran su legado), bien para atacar a la Mesa de la Unidad por posibles reformas que quieran hacer en la Asamblea Nacional. También podría ocurrir de modo espontáneo en las calles, por molestias derivadas de las colas frente a los supermercados y la escasez, algo que ya ha sucedido en contadas ocasiones en 2015. Predecir si estos focos de violencia pueden alcanzar a todo el país, es tan complicado como querer predecir la lluvia en el Caribe.

Francia

Paula Rosas, París

La amenaza terrorista en suelo francés, el endurecimiento de las herramientas del Estado para combatirlo y los ataques militares a los núcleos del Estado Islámico en Siria e Irak seguirán siendo, sin duda, los temas centrales de la actualidad francesa este año, tras un sangriento 2015. El terrorismo es, junto al paro, una de las principales preocupaciones de los franceses, conscientes de que la posibilidad de nuevos atentados es muy alta.

No se descarta que el estado de emergencia que declaró el presidente François Hollande tras los ataques del pasado noviembre, y que la Asamblea Nacional prolongó hasta finales de febrero, se acabe extendiendo hasta la celebración de la Eurocopa este verano, un importante reto de seguridad para las fuerzas del orden y la gran cita internacional prevista en Francia en 2016.

Si 2015 ha sido un año cargado de encuentros con las urnas, una de las palabras clave en la escena política este año será “primarias”. La derecha y el centro eligen candidato para las presidenciales de 2017, y Nicolas Sarkozy, que se las prometía muy felices, empieza a notar en la nuca el aliento de otros candidatos como Alain Juppé. La sombra de la ultraderechista Marine Le Pen seguirá planeando sobre la política francesa.

Tailandia

Luis Garrido-Julve, Bangkok

Para despedir el pasado año, el Gobierno militar de Tailandia presentó una encuesta que valoraba su gestión. Sin pudor, afirmaron que el 99,3% de la población estaba satisfecha con la gestión del Ejecutivo. Tras 19 meses en el poder y sin elecciones a la vista, afirman que este será el año en que definitivamente se “devolverá la felicidad al pueblo”. El eslogan es del general y primer ministro, Prayuth Chan-ocha.

Sin embargo, muchos aún se preguntan cómo Prayuth piensa resolver los problemas del país. Los mismos que le sirvieron de excusa para hacerse con el poder absoluto. De momento, se ha dedicado a prometer que la regeneración de Tailandia se basará en “el patriotismo, la religión y la monarquía”. Ahora, con eso no basta, demanda la sociedad civil tailandesa.

Las diferencias sociales han aumentado durante el pasado año y la libertad de expresión ha menguado. Los arrestos por opinar en contra del poder son habituales y, mientras, la economía sigue en caída libre. Según el Banco Mundial, Tailandia es el país con peor rendimiento del Sureste Asiático. Hace una década, era el mejor. Y las exportaciones, principal motor del país, han caído más de un 5% en el último año.

A corto plazo, Tailandia se ha de enfrentar al enorme problema de tráfico de personas que lleva años arrastrando, sobre todo en la industria pesquera tailandesa. Prayuth prometió mano dura contra esta lacra, pero no ha habido resultados. Otro conflicto a las puertas es una posible prohibición de la Unión Europea a que las aerolíneas tailandesas aterricen en Europa.

Lo que se desconoce es cuándo habrá nuevas elecciones. Antes se ha de firmar una nueva Constitución y no existe consenso ni siquiera entre los militares. Sin contar con el temor de enfrentarse a una repentina sucesión en la monarquía, debido a la maltrecha salud del monarca Bhumibol Adulyadej. Si eso llegase a ocurrir, el país podría perder la estabilidad actual.

Los Balcanes

Irene Savio, Roma

En los siempre inestables Balcanes, habrá que vigilar Kosovo, donde el Gobierno y tres partidos de oposición mantienen una aguerrida pelea sobre un acuerdo con Serbia -forzado por la UE- para establecer una comunidad de municipios serbios en el norte de Kosovo. La disputa, que continúa desde agosto, ya ha provocado una violenta protesta en Pristina y la detención de una decena de parlamentarios opositores por haber reiteradamente arrojado gases lacrimógenos en el Congreso. En Bosnia, en cambio, una incógnita es cómo acabará el órdago lanzado por los secesionistas líderes de la República Srpska, que reiteradamente han amenazado con querer separarse de Bosnia y Herzegovina, a causa de las disyunciones provocadas por Dayton (1995).

Asimismo, también será interesante observar cómo avanza el proceso de integración en la UE de Serbia, Kosovo y Montenegro, y, en el caso de este último país, también en la OTAN, asunto que ya ha provocado el malhumor de Rusia. Esto, mientras todavía no se conocen las consecuencias del eventual regreso de los yihadistas balcánicos que han viajado hasta países en guerra, como Siria e Irak. En el caso de Croacia y Eslovenia, los dos únicos países exyugoslavos que están en la UE, un tema sobre la mesa será el caos y la inestabilidad política provocada indirectamente por la ola de migrantes que pasa por sus territorios desde el otoño, lo que ya ha tenido repercusiones sobre Serbia.

Sahel y Golfo de Guinea

Alicia Arena Alamillos, El Cairo

Occidente centra su atención en el mediático terrorismo del Daesh en Irak y Siria, lleno de calculados giros y golpes de efecto. Y sin embargo, es Boko Haram, grupo yihadista nigeriano, quien se cobró el mayor número de víctimas civiles en 2015. Ni unos pocos europeos ni turistas, sino ciudadanos de pueblos enteros. En 2015, Boko Haram, cuyo nombre puede ser traducido como "la educación occidental es pecado", formalizó su alianza con el Daesh, inaugurando su autoproclamada 'Provincia de África Occidental' del califato global que proclama el grupo terrorista liderado por Abu Bakr al Bagdadi. Además, golpeó por primera vez fuera de Nigeria, demostrando que su capacidad de llevar a cabo atentados alcanza también a sus vecinos Camerún o Níger. Pese a los avances de la fuerza militar conjunta, parece probable que Boko Haram continúe con sus ataques en África Occidental.

De hecho, tres de los cinco grupos terroristas con mayores víctimas en 2015 son africanos, según el 'Índice de Terrorismo Global': Boko Haram, milicianos de la etnia fulani también en Nigeria y Al Shabab en Somalia. A estos, las autoridades africanas añaden Al Qaeda en el Magreb Islámico o restos de antiguas milicias en la zona de los Grandes Lagos como principales motivos para la creación de Afripol, un cuerpo policial coordinado que comenzará sus operaciones en 2016. Con sede en Argelia, este organismo pretende operar con inteligencia compartida a lo largo de todo el continente para cortar con las fuentes de financiación de estos grupos terroristas, que van desde el tráfico ilegal de armas, al de marfil, petróleo o drogas.

La Afripol buscará también hacer frente al avance de grupos afines al autodenominado Estado Islámico en Libia, un país sin Gobierno efectivo. Pese al último acuerdo para crear un Gobierno de unidad en el país norteafricano, quizá sea ya demasiado tarde para controlar a los yihadistas libios. Algunos analistas locales advierten de que Sirte, una de las principales ciudades libias, podría convertirse en una nueva capital del "Califato islámico" del Daesh.

Myanmar y el Sudeste Asiático

Laura Villadiego, Bangkok

Myanmar será de nuevo en 2016 el centro de todas las miradas en el Sudeste Asiático debido al proceso de apertura política iniciado hace cinco años tras casi cinco décadas de férrea dictadura militar. Tras las históricas elecciones celebradas el pasado mes de noviembre, los primeros comicios libres en más de dos décadas, el partido de la oposición, la Liga Nacional para la Democracia, tendrá la mayoría necesaria en el Parlamento para hacerse con el Gobierno. Sin embargo, la Constitución no permitirá a la líder del partido e icono de la resistencia a los militares, Aung San Suu Kyi, acceder a la presidencia, el máximo puesto ejecutivo del país, por tener familiares -sus dos hijos- con nacionalidad extranjera. Suu Kyi ha asegurado, no obstante, que nada le impide “estar por encima” del presidente y que será ella quien ejerza el poder ejecutivo.

Habrá otros hitos importantes durante el próximo año en la región. Los 10 países que forman la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN en inglés) acaban de inaugurar su mercado común, con el que pretenden impulsar la economía de la zona eliminando barreras arancelarias y burocráticas. Con cerca de 650 millones de habitantes, será el tercer mercado más importante en términos de población y contará con algunos de los países con mayor tasa de crecimiento económico, como Laos, Camboya o la misma Myanmar.

Habrá también cambios políticos importantes. Filipinas celebrará elecciones presidenciales en el mes de mayo y votará también al Parlamento y a sus gobiernos regionales. El actual presidente, Benigno Aquino III, no podrá presentarse a la reelección (el sistema político electoral del país solo permite un mandato de seis años) y las quinielas aún se están configurando. Vietnam también pondrá nuevas caras de su Gobierno en el XII Congreso Nacional del Partido Comunista. No se esperan, sin embargo, grandes cambios y el actual primer ministro podría simplemente ascender a jefe de Estado. Brunei inaugurará además la tercera fase de su plan de implementación de la 'sharia' (ley islámica), que introducirá castigos aún más duros, como lapidaciones en los casos de adulterio y de relaciones sexuales con personas del mismo sexo.

África meridional

Alicia Arena Alamillos, El Cairo

Los ciudadanos de República Centroafricana, dominada por la violencia interreligiosa y sectaria, se acercaron esta semana a las urnas para elegir por fin a un presidente que ponga fin al tumultuoso proceso de transición desde que el grupo Séléka derrocara a Bozizé en 2013. Unos comicios que dan el pistoletazo de salida al año electoral 2016, donde también serán clave las elecciones presidenciales en Somalia, las primeras en su historia y que todavía penden de un hilo debido a la inseguridad del país, provocada por las luchas entre clanes y señores de la guerra y por el terrorismo de Al Shabab, pero también por la falta de un censo claro en un país con más de la mitad de la población desplazada internamente o refugiada en países como Kenia, Yemen, Arabia Saudí...

Al menos 16 países africanos celebrarán elecciones en 2016, entre ellos Uganda, Chad, el Congo y República Democrática del Congo, Mauritania o Ruanda. Los líderes africanos se han caracterizado por sus largos periodos encaramados al poder (Mugabe, presidente de Zimbabue, lleva 28 años en el cargo, y Yahy Jammeh, de Gambia, lleva 21 y se espera que alargue su quinto mandato nuevamente este diciembre), gracias a cambios de última hora en las respectivas constituciones, una tendencia que siguieron en 2015 Burkina Faso y Burundi, con resultados muy distintos. En 2015, protestas ciudadanas provocaron la caída del régimen en Burkina Faso, inmersa en su transición, mientras que en Burundi generaron en un golpe de Estado fallido, seguido de gran represión y oleadas de refugiados en la zona de los Grandes Lagos. De cara a 2016, los líderes de Ruanda (Paul Kagame, en el poder) y República del Congo (Sassou Nguesso, 32 años) han alargado, tras sendos cambios constitucionales, sus opciones a una nueva presidencia en un tercer mandato. En RDC, la intención del presidente Kabila (15 años en el poder el próximo 26 de enero) de ampliar su mandato más allá del segundo término ha generado violentas protestas, que podrían continuar durante la celebración de elecciones en el país en 2016.

2015 fue el año de las promesas económicas africanas: según el análisis del Banco Mundial sobre las proyecciones económicas globales de 2014 a 2017, seis países africanos están entre los que experimentarán mayor crecimiento ecnómico. África subsahariana será la zona geográfica con la tasa de crecimiento más rápida en 2015, con su producto interior bruto creciendo a un 4,5%, ligeramente superior al calculado para China, del 4,3%. Sin embargo, la bajada del petróleo ha enfriado esas esperanzas en países productores de 'oro negro' como Nigeria, Angola y Zambia, y el crecimiento general de la economía -especialmente llamativo en Costa de Marfil, Etiopía, Ruanda y Tanzania- no ha llegado todavía a la población. Analistas africanos señalan 2016 como el año en que África debe llevar a cabo reformas económicas, continuar con su industrialización y diversificar su economía para ser más que "la despensa" de materias primas. El World Economic Forum de 2016 para África tendrá lugar en mayo en Kigali (Ruanda), uno de los países líderes en esas reformas económicas.

En los últimos años, estados africanos como Kenia han recibido millones de dólares en inversión china, que se han visto traducidos en mastodónticos proyectos de carreteras, puertos o líneas ferroviarias, aumentando la presencia estratégica del gigante asiático en todo el continente. En 2015, China comenzó la construcción de su primera base militar en África, en el pequeño Estado de Yibuti, en África Oriental. El freno en la economía china, uno de los principales compradores de materias primas africanas, afectará a países exportadores como Nigeria, Sudáfrica, Zambia, Angola y Ghana, pero su presencia diplomática y estratégica ya ha sido establecida. Se sospecha, aunque todavía no ha sido confirmado, que el gigante asiático construirá una segunda base marítimo-militar en Namibia, un paso más para facilitar su participación en el comercio marítimo internacional.

Oriente Medio y el Magreb

Daniel Iriarte, segundo jefe de Internacional de EC

El año que comienza no traerá la tranquilidad a la que ahora es la región más convulsa del planeta. Al contrario: a no ser que prosperen las tibias iniciativas para sendos acuerdos de paz en Siria y Yemen, la mayoría de los conflictos en marcha seguirán activos, y es posible que algunos, como el enfrentamiento entre Riad y Teherán, se agudicen. La implicación de algunas potencias occidentales podría incrementarse si siguen produciéndose atentados yihadistas en suelo europeo o estadounidense, o si alguno de los candidatos republicanos más belicistas llega a la Casa Blanca. Las economías regionales se enfrentan a colosales desafíos, como el fomento de un turismo asustado por la inestabilidad, lo que está teniendo consecuencias devastadoras para países como Túnez, Egipto o Turquía.

2016 tampoco será el año de la paz entre palestinos e israelíes, para lo que deberían darse una serie de pasos en las antípodas de la situación actual, como una congelación total de la expansión de las colonias en Cisjordania. Y la difícil coyuntura a la que se enfrentan los países del Golfo generará nuevas incertidumbres, como la posibilidad de que algunos estados se enfrenten a una renovación de sus cúpulas, lo que puede crear vacíos de poder. Las caleidoscópicas alianzas regionales seguirán modificándose, con Turquía, Qatar y Arabia Saudí compitiendo por el liderazgo del mundo suní, al tiempo que cooperan contra el desafío de un Irán que aspira a extender su influencia en la zona.

[Lea aquí el especial de El Confidencial 'Oriente Medio en 2016: qué va a pasar']

¿Qué pasará en el planeta durante este año?

Rusia podría enfrentarse al año de los recortes; la economía seguirá siendo el principal dolor de cabeza para los gobernantes de China; la crisis de los refugiados marcará la agenda política en Alemania... Los colaboradores de la sección Mundo analizan las claves del año que comienza para augurar qué acarreará 2016 para Europa, Estados Unidos, Latinoamerica, Asia, África y Oriente Medio.

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