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Sindicatos policiales confirman que había refugiados entre los agresores de Colonia
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LOS SOCIALDEMÓCRATAS APOYAN LA EXPULSIÓN

Sindicatos policiales confirman que había refugiados entre los agresores de Colonia

Había refugiados entre los centenares de personas que participaron en las múltiples agresiones sexuales en Colonia durante la Nochevieja, según han declarado hoy sindicatos de policía alemanes

Foto: Alemanes caminan ante la estación de tren de Colonia, el 7 de enero de 2016 (Reuters).
Alemanes caminan ante la estación de tren de Colonia, el 7 de enero de 2016 (Reuters).

Había refugiados entre los centenares de personas que participaron en las múltiples agresiones sexuales en Colonia durante la Nochevieja. Según han declarado hoy sindicatos de policía alemanes a medios locales, entre los hombres "altamente alcoholizados" que agredieron y robaron a docenas de mujeres había solicitantes de asilo, lo que contradice directamente la versión difundida previamente por las fuerzas de seguridad germanas. Mientras, el jefe de la Policía de Colonia, Wolfsgang Albers, ha sido destituido y el Gobierno alemán ha confirmado que entre las 31 personas identificadas por su nombre hay 18 que están en proceso para recibir asilo en Alemania.

De los 31 interrogados, nueve son argelinos, ocho marroquíes, cinco iraníes y cuatro sirios. También se sabe que entre los que cometieron delitos esa noche hay dos ciudadanos alemanes, un iraquí, un serbio y un estadounidense, según ha informado el portavoz del Ministerio del Interior, Tobias Plate.

"Sabemos que había refugiados entre" el grupo de cientos de hombres sospechosos de haber rodeado y asaltado sexualmente a mujeres en la estación central de trenes de Colonia y sus alrededores, dijo el responsable del sindicato DPolG, Ernst Walter, a la emisora pública ARD. Las fuerzas de seguridad alemanas están investigando a 16 personas relacionadas con 121 denuncias -la mayoría de naturaleza sexual, incluidas dos violaciones- que han encendido el debate sobre la política migratoria de la canciller Angela Merkel y han desatado una espiral de indignación que amenaza con traducirse en consecuencias legales, policiales y sociales. Berlín no pretende cerrar fronteras, pero sí contempla expulsiones para delincuentes. El Gobierno alemán trata de reaccionar con firmeza ante las críticas de la oposición y de los movimientos populistas de la ultraderecha emergente.

El temor social que ha extendido el caso se ha intensificado por la ausencia de información sobre qué pasó realmente entre las 10 de la noche del 31 de diciembre y las 7 de la mañana del 1 de enero. "Está definitivamente claro que algunos refugiados perpetraron esos delitos. La información de que nada apunta a su implicación es falsa, en mi opinión", señaló Arnold Plickert, máximo dirigente del sindicato GdP, al diario conservador 'Die Welt'.

"Compañeros policías han declarado que los hombres con los que entraron en contacto (la noche de las agresiones) tenían documentación emitida por la Oficina Federal para la Migración y los Refugiados (BAMF)", afirmó. Plickert añadió que todavía se desconoce si estos refugiados formaban parte de un pequeño grupo de delincuentes altamente profesionales que operaba entre la masa de 1.000 hombres que había en el lugar de los hechos.

Las denuncias sobre la presencia de solicitantes de asilo entre los agresores no han sido verificadas, aunque la Policía alemana sí ha confirmado que investiga a un grupo criminal norteafricano relacionado con los ataques de Nochevieja. Las fuerzas de seguridad -fuertemente criticadas por su actuación durante y después de los hechos- no han podido por el momento detener a ningún sospechoso relacionado con los estos actos delictivos, pese a haber arrestado a una decena de personas en los últimos días en el curso de la investigación.

Los socialdemócratas apoyan la expulsión

Mientras, en pleno debate social y político, el vicecanciller alemán y presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, asegura en declaraciones publicadas hoy en el diario 'Bild' que está a favor de expulsar a los refugiados que sean condenados. Sus declaraciones -que ahondan en la dirección avanzada ayer por la canciller Merkel- se enmarcan dentro del escándalo generado a raíz de los incidentes de Nochevieja en Colonia, donde múltiples grupos de hombres agredieron sexualmente y robaron a decenas de mujeres con total impunidad en el centro de la ciudad.

El 'Bild' apunta, citando documentos internos de ambas formaciones, que tanto los Cristianos Demócratas (CDU) de la canciller Angela Merkel como su socio Socialdemócrata y viceanciller se han mostrado a favor de prohibir la concesión de asilo a cualquier persona que haya sido sentenciada a pena de cárcel o se encuentre bajo libertad condicional.

"Ahora se trata de estudiar todas las posibilidades legales para devolver a su país de origen a los peticionarios de asilo que delincan", afirma Gabriel, que es también ministro de Economía y Energía en la gran coalición. En la actualidad, sólo los extranjeros con penas de más de dos años de prisión pueden ser expulsados a su país de origen, según la legislación alemana. A juicio de Gabriel, el procedimiento de expulsión de los peticionarios de asilo y refugiados condenados debe mejorarse para que sea más rápido y eficiente.

Además, dice, Alemania tiene que estar dispuesta a presionar a algunos países para que acepten la devolución de sus nacionales que han cometido delitos en el extranjero, un proceso que topa en ocasiones con obstáculos. "O asumís la responsabilidad por vuestros ciudadanos o reducimos la ayuda al desarrollo", advierte el vicecanciller. Entre las opciones legales a las que se refiere Gabriel se encuentra también la de hacer que los delincuentes extranjeros condenados cumplan sus penas de cárcel en prisiones en sus países de origen. Además, recalca el político socialdemócrata, es preciso que aumentar el número de agentes y fiscales en Alemania para garantizar la seguridad.

Había refugiados entre los centenares de personas que participaron en las múltiples agresiones sexuales en Colonia durante la Nochevieja. Según han declarado hoy sindicatos de policía alemanes a medios locales, entre los hombres "altamente alcoholizados" que agredieron y robaron a docenas de mujeres había solicitantes de asilo, lo que contradice directamente la versión difundida previamente por las fuerzas de seguridad germanas. Mientras, el jefe de la Policía de Colonia, Wolfsgang Albers, ha sido destituido y el Gobierno alemán ha confirmado que entre las 31 personas identificadas por su nombre hay 18 que están en proceso para recibir asilo en Alemania.

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