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Berlín enviará hasta 1.200 soldados a Siria para luchar contra el Estado Islámico
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MERKEL: "NOS PONEMOS DEL LADO DE FRANCIA"

Berlín enviará hasta 1.200 soldados a Siria para luchar contra el Estado Islámico

El paso de Merkel forzará a otros socios europeos a adentrarse también por esa senda... casi siempre intrincada, costosa y con impredecibles derivadas electorales

Foto: Sirios junto a los cadáveres de, según activistas, víctimas de bombardeos rusos en la ciudad de Ariha, en la provincia de Idlib. (Reuters)
Sirios junto a los cadáveres de, según activistas, víctimas de bombardeos rusos en la ciudad de Ariha, en la provincia de Idlib. (Reuters)

El Gobierno alemán ha dado este martes luz verde, en un consejo de ministros adelantado, a su misión militar en Siria. En claro respaldo a la lucha contra el terrorismo emprendida por París, y elevando a un nuevo estadio la esencia del eje franco-alemán, Berlín enviará en enero al país árabe, para combatir a los yihadistas del denominado Estado Islámico (ISIS), hasta 1.200 soldados, entre cuatro y seis cazas de reconocimiento, al menos un avión nodriza y una fragata. La operación, la mayor que tendrá la Bundeswehr alemana en el extranjero en 2016, supondrá unos 134 millones de euros el año que viene.

"Solidariamente, nos ponemos del lado de Francia en el duelo por las víctimas. Y también nos ponemos solidariamente del lado de Francia en la lucha contra el terrorismo". La canciller alemana, Angela Merkel, pronunció esas palabras ante el Bundestag la semana pasada, apenas unas horas después de haberse entrevistado en París con el presidente francés, François Hollande, y de haber honrado a las víctimas de los atentados del pasado 13 de noviembre, en los que murieron 130 personas.

La conversación con el presidente galo había hecho ver a la canciller que debía dar un paso al frente. Asumir su cuota de responsabilidad como líder del mayor país de la Unión Europea y como estrecho socio de Francia. Su oferta de aliviar a París en sus misiones internacionales en otras latitudes, como su intención de enviar más militares a Malí (de 200 a 850 soldados) e Irak (de 100 a 150), eran positivas y necesarias, pero insuficientes. Pese a sus reticencias, Berlín tenía que implicarse en Siria y combatir directamente al ISIS, responsable de la reciente escalada de atentados en Turquía, Líbano, Túnez, Egipto y Francia.

El contingente aprobado este martes por el consejo de ministros consiste en seis aviones Tornado, unos cazas de factura europea para tareas de reconocimiento y operaciones estratégicas; un avión nodriza, para permitir a los cazas aliados repostar en el aire y, por tanto, aumentar su autonomía y su radio de acción; una fragata, que escoltará al portaaviones 'Charles de Gaulle' que París ya ha acercado hasta las costas sirias, y el personal militar preciso para operar todas estas naves, hasta 1.200 soldados. Un informe interno difundido por la cadena de televisión pública ARD eleva el coste anual de la misión a los 134 millones de euros.

La portavoz segunda del Ejecutivo en Berlín, Christiane Wirtz, ha indicado que la misión persigue restarle al ISIS "la capacidad de coordinar el terrorismo desde Siria". La ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, aseguró el lunes en una tribuna de opinión publicada en el tabloide 'Bild' que "la lucha contra el ISIS debe tener prioridad tanto para Francia como para Estados Unidos, China, Rusia, Turquía y para nosotros". El titular de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, habló por su parte el pasado fin de semana de la necesidad de "unir a todos los que estén en contra del ISIS".

placeholder Un soldado alemán camina sobre un Tornado en Mazar-e-Sharif, Afganistán. (Reuters)
Un soldado alemán camina sobre un Tornado en Mazar-e-Sharif, Afganistán. (Reuters)

Misión significativa

La aportación bélica alemana es, a juicio de los expertos, más significativa por lo que representa que por lo que pueda cambiar en el complejo tablero militar de Siria. Y eso por dos motivos, principalmente. Por un lado, porque el paso de Merkel forzará a otros socios europeos a adentrarse también por esa senda -casi siempre intrincada, costosa y con impredecibles derivadas electorales- y se verán impelidos a comprometer también un cierto respaldo militar a París en la lucha contra el terrorismo yihadista en Siria, Irak, Malí, Chad o la República Centroafricana.

Por otro lado, porque la sociedad alemana es tremendamente reacia a apoyar misiones de su ejército en el extranjero, dada la alargada sombra belicista del Tercer Reich y la profundidad del movimiento antimilitarista que cuajó en el país tras la II Guerra Mundial, enraizando en el terreno fértil de la Constitución pacifista que forjaron los aliados y en la general aversión local a lo que supuso el nacionalsocialismo.

La petición de ayuda francesa llega, no obstante, en un momento de especial sensibilidad para los alemanes. Los ataques terroristas de París y el cierre de Bruselas por amenaza yihadista durante cuatro días se vivieron en Alemania como algo muy próximo. Pero es que, además, apenas cuatro días después de los atentados en la capital francesa, Hannover se vio forzada a cancelar a última hora un partido de fútbol amistoso que tenían previsto jugar las selecciones de Alemania y Holanda ante la acumulación de "indicios concretos" de que se estaba gestando un ataque con "explosivos", según la policía. Informes de inteligencia divulgados por el 'Süddeutsche Zeitung' apuntan hacia una posible célula de cinco terroristas liderada por un aleman que planeaba hacer estallar cinco artefactos en tres localizaciones distintas aquel día.

Además, Merkel tiene a su favor el rodillo de la gran coalición de conservadores y socialdemócratas que lidera. En total, los dos grupos parlamentarios que sostienen al Ejecutivo alemán acogen a cerca del 80% de los escaños del Bundestag. El presidente del Partido Socialdemócrata (SPD) y vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, ya ha hecho público su apoyo a la misión.

La oposición de los extremos

El principal partido de la oposición, La Izquierda, está claramente en contra de la operación, pero su negativa será apenas testimonial. También están en contra los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD), el mayor partido extraparlamentario en intención de voto según las últimas encuestas, que propone que los refugiados sirios regresen a su país y combatan al ISIS. Otros grupos sociales minoritarios también se han opuesto públicamente a la decisión, como el colectivo de extrema izquierda Anti-Alemania.

Así, está previsto que tras el consejo de ministros de hoy, el Bundestag se reúna en el mínimo plazo estipulado por la ley y que apruebe sin contratiempos la misión militar diseñada por el Ejecutivo alemán para Siria. La misión podría arrancar en enero y contar con un mandato inicial de un año, prorrogable dependiendo de la evolución de la situación.

La guerra civil en Siria ha dejado, desde que comenzó en 2011, más de 300.000 víctimas mortales, varios millones de heridos y 11 millones de refugiados y desplazados. El ejército del dictador Bashar al Asad, que cuenta con el respaldo de Rusia e Irán, se enfrenta a los yihadistas del ISIS y a los de Al-Nusra -la filial de Al Qaeda en la zona-, a las milicas kurdas y a distintas facciones de lo que en Occidente se denomina la oposición moderada, que ha sido incapaz de unificarse.

Alemania ha participado desde 1990, el año de la reunificación, en diversas misiones internacionales para la construcción o el mantenimiento de la paz. En la actualidad, tiene soldados desplegados en Kosovo, Líbano, Sudán, Somalia, Sudán del Sur, Turquía, Malí, Sáhara Occidental, República Centroafricana, Afganistán e Irak, así como en el Mediterráneo y en el Mar Rojo.

El Gobierno alemán ha dado este martes luz verde, en un consejo de ministros adelantado, a su misión militar en Siria. En claro respaldo a la lucha contra el terrorismo emprendida por París, y elevando a un nuevo estadio la esencia del eje franco-alemán, Berlín enviará en enero al país árabe, para combatir a los yihadistas del denominado Estado Islámico (ISIS), hasta 1.200 soldados, entre cuatro y seis cazas de reconocimiento, al menos un avión nodriza y una fragata. La operación, la mayor que tendrá la Bundeswehr alemana en el extranjero en 2016, supondrá unos 134 millones de euros el año que viene.

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