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Víktor Orbán tras los atentados de París: "Todos los terroristas son inmigrantes"
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"dispersan el terror" y "aumentan el crimen", dice

Víktor Orbán tras los atentados de París: "Todos los terroristas son inmigrantes"

El primer ministro húngaro apunta que "todos presentan una amenaza para la seguridad" y pide para combatirla suspender el Tratado de Schengen y crear de una frontera exterior impenetrable

Foto: El primer ministro de Hungría, Víktor Orbán, en una imagen de archivo. (Reuters)
El primer ministro de Hungría, Víktor Orbán, en una imagen de archivo. (Reuters)

Los atentados de París alimentan el discurso una parte de la derecha europea. Si bien la extrema derecha de Marine Le Pen pidió tras el 13N cerrar las mezquitas radicales, controlar las fronteras y pedir que Francia se independizara de la Unión Europea para garantizar la seguridad, el primer ministro de Hungría, Víktor Orbán, continúa haciendo alarde de su derecha nacionalista y populista dando un paso más.

En una entrevista en 'Politico', Orbán ha asegurado que “todos los terroristas son inmigrantes” y que existe una “abrumadora lógica” entre el terrorismo y el flujo de musulmanes en Europa. En este sentido, el mandatario húngaro cree que el “trabajo número uno” que tiene la Unión Europa es “defender las fronteras” y “controlar quién está entrando” advirtiendo de que entre los inmigrantes que llegan al continente hay “combatientes” enviados por los islamistas contra los que combaten países de la OTAN y de la UE, entre ellos, Afganistán y Siria. “Todos ellos presentan una amenaza para la seguridad”, apunta Orbán, que justifica esta idea insistiendo en varias ocasiones en que “no sabemos quiénes son”.

Pide suspender el Tratado de Schengen

Para reforzar su posicionamiento, Víktor Orbán pone en aviso a la UE señalando que si permite que “miles o millones” de personas “no identificadas” entren el riesgo de ataques terroristas “aumentaría significativamente”. Ante esto, propone, al igual que hizo la presidenta del Frente Nacional Marine Le Pen el pasado agosto, la suspensión del Tratado de Schengen.

Esta idea, es una medida mucho más dura de la que propusieron hace apenas unos días Alemania, Austria, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, cuya intención es crear un 'mini-Schengen' para controlar mejor sus fronteras a pesar de que viola un acuerdo que garantiza la libre circulación de personas dentro de 26 países europeos.

Sin embargo, Orbán va a más y exige la creación de una frontera exterior impenetrable para aumentar la seguridad al igual que ha hecho en su país. Si en plena crisis de refugiados consideraba que las vallas eran la solución para frenar la inmigración, esta teoría también es válida tras los atentados de París. De hecho, a finales de agosto, Hungría concluyó la instalación de 175 kilómetros de valla alambrada a lo largo de su frontera son Serbia convirtiéndose en la más larga de todas las que se han levantado hasta el momento a la espera de levantar la segunda en territorio húngaro.

La inmigración "aumenta el crimen"

Convencido de que si se deja a entrar a todos los refugiados “Europa se va a pique”, el primer ministro húngaro ha sido el primer mandatario europeo en relacionar la llegada de sirios a Europa con el Estado Islámico. A partir de entonces, desplegó al Ejército en las fronteras del país y endureció la ley antiinmigración para penar con hasta cinco años a quienes cruzan ilegalmente el país.

Apenas cuatro días después de los atentados de París, Víktor Orbán ya calificó la inmigración como “un peligro terrorista” no solo por sus ideas religiosas sino por poner en peligro la forma de vida y la cultura europea. Además, apuntó que el sistema de cuotas no solo no es “inútil y peligroso”, sino que “incrementa el crimen” y “dispersa el terror”.

Los atentados de París alimentan el discurso una parte de la derecha europea. Si bien la extrema derecha de Marine Le Pen pidió tras el 13N cerrar las mezquitas radicales, controlar las fronteras y pedir que Francia se independizara de la Unión Europea para garantizar la seguridad, el primer ministro de Hungría, Víktor Orbán, continúa haciendo alarde de su derecha nacionalista y populista dando un paso más.

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