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España pelea en la guerra de 'lobbies' por un gran contrato para vigilar la frontera griega
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frontex recurre a empresas privadas

España pelea en la guerra de 'lobbies' por un gran contrato para vigilar la frontera griega

Son 10 millones por dos años. Compiten empresas de seis países, entre ellas la española Indra, una de Francia y otra de Letonia. El director de Frontex es francés y los redactores del concurso, letones

Foto: Refugiados llegan a la isla griega de Lesbos
Refugiados llegan a la isla griega de Lesbos

Está en juego un importante contrato de 10 millones de euros. Siete empresas de seis países europeos, entre ellos la española Indra, han sido seleccionadas por la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) para competir por la adjudicación de un proyecto de vigilancia aérea que reforzará la lucha contra la inmigración ilegal. Frontex ha decidido recurrir a empresas privadas debido a la escasez de medios que aportan los estados miembros de la UE. Esta privatización, no obstante, ha provocado una especie de guerra soterrada de intereses y presiones entre los países que concursan para llevarse el contrato.

El contrato se ha dividido en dos lotes. El primero, para vigilancia aérea marítima, y el segundo, para vigilancia aérea terrestre. Para el primer lote han sido invitadas seis empresas: CAE (Luxemburgo), DCI (Francia), DEA (Reino Unido), EASPair y Vigilance (Holanda) e Indra (España). Para el segundo lote repiten cuatro empresas: CAE (Luxemburgo), DEA (Reino Unido), Vigilance (Holanda) e Indra (España). Y se incorpora una quinta: SIA MIKC (Letonia). El contrato es por dos años prorrogables a otros dos. Frontex paga por el primer lote 8,5 millones y por el segundo, 1,5 millones. Indra ha sido invitada para competir en los dos lotes.

El concurso se ha dividido en dos lotes: uno para vigilancia marítima y otro para terrestre. La firma española Indra participa en los dos

Fuentes de la Comisión Europea señalan a El Confidencial que la competencia está empezando a ser feroz y que los gobiernos con empresas en este concurso están empezando a hacer 'lobby' por sus compañías. En esta guerra soterrada están destacando tres países con influencia dentro de Frontex: Francia, España y Letonia. No hay que olvidar que el francés Fabrice Leggeri es el director ejecutivo de Frontex, mientras que su segundo es el español Gil Arias-Fernández. Fuentes solventes señalan que para llevarse el Lote 1, la francesa DCI y la española Indra están en la primera fila de la parrilla de salida. Para el Lote 2, Indra también está muy bien posicionada, aunque tendrá que competir con la letona SIA MIKC. ¿Por qué? Personal de Frontex encargado de elaborar los pliegos de este proyecto son letones, explican las mismas fuentes.

Las presiones están siendo dirigidas para que la adjudicación sea un partido a tres bandas, ya que las dos empresas holandesas y la de Luxemburgo no tienen ninguna posibilidad por el poco peso que tienen en Frontex. La inglesa es una incógnita, aunque no hay nadie que haga 'lobby' por ella dentro de la agencia de fronteras.

Aviones tripulados o no

Las empresas invitadas a concursar pueden ofrecer tanto aviones tripulados como no tripulados para esta labor de vigilancia. La autonomía de estas naves suele oscilar entre las tres y las seis horas. En un principio, el objetivo de Frontex es utilizar esta vigilancia privada en el mar Egeo, que separa Turquía y Grecia, donde actualmente se está produciendo la gran crisis de refugiados, aunque según las necesidades operativas pueden ser trasladados a otra zona caliente: el Mediterráneo entre Libia e Italia. Precisamente en estas aguas ya ha volado el avión que quiere aportar Indra al proyecto, el avión ligero tripulado P2006 MRI.

La empresa española, participada por el Estado, explica que su eronave está equipada con una cámara electro-óptica de gran formato de última generación y alta definición, el radar Seaspray 5000E de SELEX Galileo y el sistema AIS de identificación de buques. El avión está diseñado para efectuar misiones de vigilancia marítima entre la costa y 150 millas mar adentro. Y puede mantenerse en zonas de patrulla entre cuatro y seis horas. Fuentes de Indra destacan que están esperanzados por llevarse este "contrato marco" y trabajan para tener una versión no tripulada de este mismo avión, presentado hace unos días.

Aún no hay fecha para adjudicar el contrato, pero se espera que sea en breve, debido sobre todo a las necesidades acuciantes de Frontex. En lo que va de año, 400.000 refugiados han llegado a las costas griegas, según la ONU. Frontex espera pagar entre 1.500 y 2.000 euros por hora de vuelo.

Está en juego un importante contrato de 10 millones de euros. Siete empresas de seis países europeos, entre ellos la española Indra, han sido seleccionadas por la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) para competir por la adjudicación de un proyecto de vigilancia aérea que reforzará la lucha contra la inmigración ilegal. Frontex ha decidido recurrir a empresas privadas debido a la escasez de medios que aportan los estados miembros de la UE. Esta privatización, no obstante, ha provocado una especie de guerra soterrada de intereses y presiones entre los países que concursan para llevarse el contrato.

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